Resistir en cuarentena en el Este de Europa

Hablan dirigentes obreros de Rusia, Bielorrusia y Ucrania

Días atrás, Alejandro Bodart, el coordinador de nuestra Liga Internacional Socialista (LIS), conversó con destacados dirigentes obreros y socialistas del Este europeo. Aquí, sus testimonios sobre la situación allí, la política de sus gobiernos, la clase obrera y las perspectivas para lxs revolucionarixs.

Anatoli Matvienko, dirigente del SMOT, (Bielorrusia)

Según el presidente bielorruso, se puede derrotar al COVID-19 con vodka y sauna. ¿Es chiste o piensa eso?

Es difícil decir qué puede pensar. Lukashenko también recomendó ir a labrar el campo, en un tractor, lo que fue muy discutido en nuestros medios. Además, prometió públicamente que ni una sola persona moriría por esta enfermedad. Pero cuando la gente comenzó a morir, Lukashenko dijo que ellos mismos tenían la culpa de esto: fumaban, tomaban alcohol, tenían sobrepeso y llevaban un estilo de vida poco saludable. No expresó sus condolencias ni a los familiares de los médicos fallecidos. Este momento significativo marca la actitud real de las autoridades hacia la gente.

Además, el presidente va supervisando el tratamiento: hace poco declaró que conocía los criterios de tratamiento, él mismo los desarrolló y ordenó cumplirlos. Los comentarios sobran. Según cifras oficiales, a hoy en Belarús se enfermaron 30.572 personas, 171 murieron, o sea que cada día se registran unos mil infectados y mueren nada más que seis. Ninguna persona de buen juicio creerá en tales milagros.

Es de destacar que, mientras niega la amenaza de la epidemia, Lukashenko les pide dinero a las organizaciones financieras internacionales para enfrentar al coronavirus. Y hoy, cuando otros países ya emprenden una salida gradual de la cuarentena, nuestra propaganda declara que cada vez más países recurren a la experiencia de Belarús como la más correcta durante la pandemia. Es una estupidez absoluta más.
Hace 25 años, nuestra gente fue tomada como rehén por una sola persona. Y para determinar cuándo él bromea y cuándo no, uno debe ser especialista en determinado perfil psiquiátrico.

La enfermedad y la crisis, ¿cómo afectan al país?

Una de las principales razones para negar la necesidad de una cuarentena fue la amenaza de una crisis económica. El presidente lo dijo así: «Si nos encerramos en casa, ¿qué vamos a comer?» Es decir, él mismo confirmó la incapacidad del Estado que gobierna desde hace más de 25 años. Sin embargo, incluso sin cuarentena, una crisis económica es inevitable.

Es imposible trabajar eficazmente si la gente a tu alrededor se infecta y se muere. La carga principal de la pandemia recayó sobre el sector de servicios: hotelería, restaurantes, turismo, consultorías, medicina. Cerraron no sólo las empresas privadas, sino también las estatales. Así, por ejemplo, la estratégica Fábrica de Tractores de Minsk tuvo que declarar vacaciones forzadas del 4 al 11 de mayo.

El problema es que al rechazar las medidas de cuarentena, el Estado no pudo controlar la epidemia. El desarrollo de la situación es absolutamente impredecible. Belarús tuvo una buena oportunidad de sofocar la epidemia en su despegue: se debían tomar las medidas provisorias restrictivas: cerrar las fronteras, localizar los focos de infección e implementar los test a gran escala. Estoy seguro que en dos o tres semanas hubiéramos vuelto a una vida normal. Pero el momento se perdió y no tiene sentido pronosticar algo.

Belarús es un país con un alto riesgo de infección de Covid-19 con todas las consecuencias económicas, políticas y sociales. El bloqueo por parte de otros países es inevitable y esto profundizará la crisis.

¿Hay descontento entre los trabajadores?

La epidemia exacerbó drásticamente la actitud negativa de la gente hacia el poder. Esto se siente en todos lados, pero hasta ahora no hubo protestas. La gente se aferra a sus trabajos hasta lo último, dándose cuenta de que el Estado no les ayudará, y es casi imposible encontrar otro trabajo. Pero el descontento va creciendo y en cualquier momento puede tomar una forma impredecible.
Las autoridades lo entienden perfectamente y, por lo tanto, no han pospuesto las elecciones presidenciales. Se han fijado para el 9 de agosto. No se sabe cómo los candidatos van a reunir firmas durante la epidemia, y necesitan 100 mil cada uno. Ya empezaron los arrestos y detenciones de los que constituirían un peligro para el gobierno en estas elecciones. Sin embargo, al momento, la Comisión Electoral Central ha registrado 47 grupos de iniciativa, de los cuales 36 son candidatos independientes. Es decir, nos espera una payasada con un final ya conocido, aunque puede haber variantes si el Kremlin interviene seriamente en el proceso electoral. Pero repito: aún no hay protestas. Hoy los sindicatos se concentran en la lucha por los derechos de los trabajadores, contra los despidos y las violaciones de las condiciones de trabajo. No se ven acciones específicas ligadas a la pandemia.
¿Querés agregar un mensaje a los compañeros de la LIS?
Camaradas, debemos entender que este es un momento difícil, y no sólo para nosotros: tampoco es fácil para las élites gobernantes. Y debemos usar este factor al máximo. Descartar todo lo que impide nuestra unión, construyendo nuestra nueva organización internacional. El tiempo nos ha elegido a nosotros, así que cumplamos con sus esperanzas. ¡Un saludo revolucionario!

Oleg Vernik, dirigente del sindicato Protección Laboral (Kiev, Ucrania)

¿Cómo afecta la pandemia y qué medidas tomó el gobierno?
El gobierno de Zelensky se retrasó con su reacción ante el brote de coronavirus en Ucrania, y luego sus acciones fueron muy inconsistentes y caóticas. Eso llevó al caos, que afectó en especial a amplias masas de trabajadores.

Por ejemplo, en Ucrania fue detenida la conexión ferroviaria, los trenes dejaron de circular, mientras que mucha gente vive en los alrededores de las grandes ciudades. Todos los días viajaban en tren al trabajo y regresaban a sus casas. Por el colapso no podían llegar al trabajo, lo que causó caos y pánico. Se cerraron pequeñas empresas de servicios, cafeterías y peluquerías. Yo mismo no me puedo cortar el pelo desde hace meses. Muy difícil fue el hecho de que se cerraron mercadillos donde la gente compraba alimentos y productos de consumo diario a bajo precio.

A la vez, las grandes empresas defendieron sus intereses. Las principales cadenas de supermercados de nuestros oligarcas siguieron trabajando, al igual que algunos centros comerciales como «Epitsentr».

Con la pandemia, las autoridades demostraron su naturaleza de clase: es un poder del gran capital y son enemigos de los trabajadores e incluso de los pequeños empresarios.

¿Hay luchas? ¿Cómo enfrenta el sindicalismo independiente la ofensiva del gobierno?

En las condiciones de la cuarentena que declaró el Estado, nos fue difícil ampliar nuestro trabajo: incluso si aparecían más de tres personas en la calle, la policía las multaba o detenía. Fue muy difícil. Pero aun en esta situación, nuestro sindicato Protección Laboral continuó su tarea. En varias ciudades logramos llevar a cabo una campaña de folletos para explicar a la gente qué derechos laborales tenían durante la epidemia, que los patrones no tenían derecho a despedirles ni mandar de vacaciones a costa del trabajador sin que éste lo solicitara. Esta campaña tuvo una muy buena reacción. En varias ciudades logramos detener este ataque de despidos masivos. Como consecuencia, algunos medios empezaron a invitarme, incluso a la TV, para que yo le explicase a la gente qué derechos laborales tenía durante la epidemia y cuáles habían sido limitados con razón. Fue todo un éxito.

Hemos visto los incendios cerca de Chernóbil. ¿Cuál es la realidad?

Es una historia aterradora, y al gobierno no le interesa la verdad, aunque todos los ucranianos saben qué pasó realmente allí. En 1986 ocurrió una catástrofe: la avería en la central nuclear de Chernóbil. Al localizar las consecuencias, se prohibió toda actividad económica dentro de las enormes áreas forestales alrededor de la central y se creó una especie de reserva natural. Pero nuestra mafia forestal llevó a cabo una tala ilegal masiva de madera radiactiva para enviarla al mercado ucraniano e incluso para exportarla a la UE.

Y este invierno no nevó casi nada, la tierra estaba muy seca. Cuando la fiscalía y la policía intentaron averiguar el volumen de la tala ilegal, la mafia decidió incendiar el bosque para impedir la inspección. Y como el bosque estaba seco, el fuego se propagó rápidamente. Existía un gran peligro de que el incendio alcanzase el mayor depósito de desechos radiactivos de Europa en el predio de la central de Chernóbil. En tres semanas de lucha, nuestros heroicos bomberos, sin medios de extinción ni equipos adecuados, pudieron detener el fuego, que al final no llegó al depósito radiactivo.

Zelensky llegó al poder con un alto apoyo popular. ¿Eso sigue? ¿Cuál es su relación con Putin, la Unión Europea y el FMI?
Hace un tiempo publiqué una nota en la web de la LIS titulada «La victoria de Zelensky es un veredicto para el capitalismo ucraniano del modelo de la era de Poroshenko». Y esto es así, porque el poder burgués del presidente Poroshenko llevó a Ucrania a una situación terrible. Y el 73% de los votos a Zelensky fueron votos-castigo.

Sin embargo, nuestras esperanzas de un cambio en la política socioeconómica resultaron vanas. Ya no esperamos que haya mejoras o cambios de rumbo. El partido de Zelensky, Servidor del Pueblo, tiene una amplia mayoría en el parlamento y suficientes votos para aprobar cualquier ley. Pero analizamos y vemos que las leyes adoptadas tienden al apoyo de las estructuras financieras internacionales, cumplen los requisitos del FMI, ya que la economía ucraniana es tan débil, tan corrupta, que depende de cualquier crédito extranjero.

Zelensky se ha vuelto rehén de esta situación; su partido sigue un curso de complacencia a las instituciones financieras internacionales. Hace poco se aprobó la ley de privatización de tierras; muchos analistas dicen que es muy similar al escenario argentino de privatización masiva. Deberíamos estudiar a fondo este mecanismo. Ucrania carece de otros recursos estratégicos que puedan satisfacer los apetitos del FMI y del imperialismo internacional.

Esto se agrava por la guerra en el Este del país. Ucrania está entre la espada y la pared imperialistas: Rusia, que llevó a cabo un acto de invasión, y el Occidente, que está estrangulando a Ucrania con la ayuda del FMI y los préstamos.
La actitud de Zelensky hacia Putin no ha cambiado mucho en comparación con Poroshenko. La política general hacia Rusia se mantiene igual. Este es el punto positivo. Pero no hay progreso en el plan de detener el conflicto en el Este, ni del lado ruso ni del ucraniano: ha tomado el carácter de un conflicto congelado.

La pandemia aplazó la fundación de la sección de la LIS. ¿Qué planes tienen?

No detuvimos nuestros preparativos para el Congreso Constituyente de la Liga Socialista de Ucrania como sección de la LIS. Hemos unido a varios marxistas, activistas de nuestro sindicato y hemos formado el Comité de Organización. Ahora estamos trabajando en el programa. Creo que cuando se levante la prohibición de circular y los viajes aéreos, celebraremos el Congreso Constituyente. No somos muchos: el Comité de Organización lo forman 28 miembros. Pero es un inicio del trabajo de formación del núcleo. No nos debemos apresurar, pero tampoco demorar. Con seguridad, paso a paso, vamos hacia nuestro Congreso Constituyente.

¿Cuál es tu mensaje para la militancia de la LIS?

Realmente espero que la LIS emerja de la pandemia aún más fuerte, consolidada, enérgica y decisiva. Creo que nuestras filas crecerán, ya que nuestra política es certera, honesta e internacional.
Apela a las amplias masas de trabajadores de todo el mundo.
¡Gracias, amigos!

Andrei Nestruev, referente del Movimiento Socialista de Rusia (San Petersburgo)

¿Cómo afectan la pandemia y la crisis económica a los trabajadores y al país?

En Rusia, la epidemia comenzó a principios de marzo, en abril ya empezaron a implementar la cuarentena, que ha sido bastante dura. Según fuentes oficiales, el desempleo aumentará a un 9,5%, es decir, afectará de 6 a 9 millones de trabajadores. Primero afectará a los trabajadores de la hotelería y turismo, que son los más vulnerables ya que ganaban un salario mísero. Son estudiantes y jóvenes.

Según fuentes no oficiales, va creciendo el nivel de violencia doméstica debido al régimen de confinamiento: comparado con el mismo período del año pasado, aumentó unas dos veces. Las autoridades niegan ese aumento y hacen la vista gorda.

También aumentó el número de delitos vinculados al consumo de alcohol, porque la gente está encerrada en casa, no tiene dinero, el alcoholismo va creciendo, de ahí los delitos. Además, casi todas las pequeñas empresas están atravesando grandes problemas, muchas han despedido al 100% de su personal. Los economistas oficiales y no oficiales coinciden en que, a raíz de la pandemia, la mayoría de las pequeñas empresas irán a la quiebra.

¿Qué hizo el gobierno? ¿El sistema de salud está preparado?

El gobierno de Putin mostró su incapacidad absoluta. Cuando comenzó la epidemia, no dispuso un régimen de emergencia: sólo declaró días no laborables manteniendo salarios, pero la patronal ignoró las disposiciones. A la gente se la despide y ya está. No hubo ningún apoyo del Estado hasta fines de abril. Y sólo ahora, tras el sexto llamado de Putin, se dispuso una serie de medidas para apoyar a la población. Pero son insuficientes. Por ejemplo mi familia recibirá 125 euros de subsidio extra para nuestro niño. Y es todo. Y aún no lo recibimos. El gobierno impuso la cuarentena a expensas de los trabajadores; no asume ninguna responsabilidad para mantener a la población.

Desde el colapso de la URSS, el sistema de salud en Rusia se ha degradado mucho. Al momento de la epidemia, estaba en un estado deplorable. Ahora los médicos se quejan por la falta de equipos de protección personal, respiradores, medicamentos. Muchos se infectan. Por ejemplo, en la provincia de Moscú, un 9% del personal médico ya está infectado con coronavirus. Las muertes entre los médicos tampoco son cosa rara. El sistema de salud no estaba nada preparado para lo que está sucediendo.

¿Hay luchas o expresiones de descontento?

La oposición rusa no está activa, y ahora toda la actividad quedó en nada. Sólo la oposición liberal en persona de Alexei Navalny promovió su programa de «5 pasos» para apoyar a la población con pagos extra, etc. Naturalmente, nadie en el gobierno apoya este programa. La población también se siente escéptica sobre este programa, porque Navalny sigue en política desde hace muchos años, siempre con sus ideas muy populistas. En general, la oposición está congelada, por lo tanto tampoco hay ninguna reacción del gobierno.

Ahora se lleva a cabo una propaganda activa del referéndum sobre los cambios de la Constitución, se publican carteles en todas partes, se instalan vallas de agitación, hay propaganda en las redes sociales, pero el referéndum se pospuso para un plazo indefinido. La fecha se anunciará una vez levantada la cuarentena. En general, la población muestra una actitud negativa. El gobierno intenta levantar la cuarentena lo antes posible para celebrar el referéndum pronto y hace una semana anunciaron el fin de los días no laborables.

La última actividad de masas en Rusia fue una manifestación contra la llamada «causa de la Red», en la que participó la derecha, los estalinistas y los revolucionarios de izquierda. Ahora, con la cuarentena, esta situación empeoró: no hay actividad política en absoluto.

¿Qué les dirías a los militantes de la LIS?

Me gustaría transmitir mis palabras de apoyo, porque en este momento de epidemia toda la carga de la cuarentena dispuesta por las autoridades recae sobre los hombros de los trabajadores. Y un poco de exhortación: los revolucionarios de todo el planeta ahora se deben preparar para el hecho de que el mundo después de la pandemia ya no será el mismo de antes. El control represivo aumentará, pero también crecerá la protesta. Por lo tanto, ¡preparémonos!

Bielorrusia: ¡Reincorporación ya de Nikolai Volodko!

El Sindicato Independiente Bielorruso- BNP e IndustirALL han llamado a una campaña para exigir a la empresa Redpath Deilmann la reincorporación del activista sindical Nikolai Volodko. Fue despedido luego de crear un sindicato local para defender los derechos laborales. Nos solidarizamos con el reclamo.
Firmarlo en: www.labourstartcampaigns.net.

Rusia: ¡Basta de persecución política a Dmitriy Tsarenko!

El compañero Dmitriy Tsarenko, también conocido como Morozov, del Movimiento Socialista Ruso fue falsamente acusado por las autoridades del Ministerio del Interior de «incitar disturbios» y «justificar el terrorismo». Su condena sería un peligroso precedente para los activistas solidarios con las causas justas. Exigimos el retiro de todos los cargos en su contra. #HandsOffMorozov #SolidarityIsNotaCrime.