Chubut | No es desahogo, es violación

«Desahogo sexual» fue la expresión que utilizó el fiscal Fernando Rivarola de la ciudad de Puerto Madryn en la causa conocida como violación en grupo. Repudiamos rotundamente esta expresión, una violación en grupo no es ningún desahogo, por el contrario es un crimen y aberrante por contar con cómplices y encubridores. Una expresión así, es aún más repudiable por provenir de un miembro del Ministerio Público Fiscal y el sistema judicial de nuestra provincia. A la vez, denunciamos que la calificación de «desahogo sexual» para describir una violación podría sentar un precedente para otros crímenes, atenuando la gravedad de los mismos, al sugerir que la violación de una niña de 16 años, prácticamente inconsciente, por parte de uno o más hombres es un «desahogo» es decir, ponerle fin a un padecimiento, a algo que ahoga. De esta manera los victimarios de transforman en víctimas de tal padecimiento, desresponsabilizándolos de sus actos. Se intenta aliviar la pena que les corresponde a estos hijos del poder económico y del patriarcado. ¡No podemos permitir de ninguna manera que esto quede así!

No es un fiscal, es la Justicia patriarcal

El fiscal Rivarola es reconocido en la provincia por haber sido partícipe del espionaje ilegal a militantes y activistas contra la megaminería en la cordillera. Premiado con un sobreseimiento en esa causa, sigue ejerciendo y ahora con dichos que generan repudio nacional. Por eso lamentablemente no nos sorprende su escandalosa expresión, que va en sintonía con la «Justicia» que tenemos en nuestra provincia. Este nefasto personaje fue varias veces premiado y ascendido a jefe de fiscales, demostrando la impunidad de la que goza.

Fiscal Fernando Rivarola

En ese marco, no nos olvidamos de la defensora Leyba que inoportunamente en un caso de violación dijo que a una persona obesa no se la podía violar, tampoco nos olvidamos del juez Donnet por sus múltiples expresiones misóginas y racistas hacia las personas y las mujeres en particular, puntualizando que la mujer se tiene que dedicar a los hijos y a la familia como mandato de vida. Es decir no se trata de un solo fiscal o de un solo juez sino de toda una justicia patriarcal, que amparada con sus privilegios tiene la impunidad para dictar fallos vergonzosos y predicar expresiones aberrantes.
En igual medida repudiamos el cinismo con el que el hambreador Arcioni sale ahora a decir que está «analizando los planteos correspondientes para no dejar esta causa impune» en un intento ultra oportunista de lavarse la cara. La (in)justicia de nuestra provincia está diseñada a imagen y semejanza de quien la gobierna. No hay contradicción entre fiscales, defensores y jueces patriarcales, y un ejecutivo que no destina el presupuesto para combatir la violencia de género, que no garantiza la aplicación de la ILE y que no impulsa de verdad la implementación efectiva de la Ley Micaela.
Por eso desde Juntas y a la Izquierda exigimos jury al fiscal, que sus dichos aberrantes no queden en la tibia defensa de que se utilizó la palabra para no repetir «abuso sexual», ni que sienten un precedente para determinar un fallo y poder calificar de desahogo otros crímenes. Proponemos terminar con los privilegios de la justicia machista, que se aplique inmediata y obligatoriamente la ley Micaela para capacitar con perspectiva de género a todo el poder judicial y junto con esto proponemos que los jueces sean electos por voto popular que no tengan cargos vitalicios.

Emilse Saavedra, desde Chubut