Basta de persecución y precarización laboral en el ADOP-ADOPI

Entrevistamos a Dolores, Trabajadora Social del Programa ADOP-ADOPI que viene siendo atacado sistemáticamente por el GCBA y actualmente se encuentra en conflicto.

MV: Hola Dolores. Contanos qué es el ADOP-ADOPI y porqué es importante en este contexto de Pandemia.

D: El Programa ADOP-ADOPI es un Programa de Atención Domiciliaria de Salud Mental, dependiente de la Dirección General de Salud Mental, cuyo objetivo es garantizarles el tratamiento a todas aquellas personas que por un impedimento psíquico o físico, no pueden asistir a tratamientos ambulatorios. Somos 18 equipos en total, distribuidos en toda CABA y de carácter interdisciplinario. Están conformados por Psicologxs, Psiquiatras y Trabajadoras Sociales. Todos trabajamos con una perspectiva de Salud Mental Comunitaria y eso quiere decir que consideramos que los lazos sociales, familiares y la comunidad son centrales para el mejoramiento de la Salud Mental de las/os usuarias/os y consideramos que somos un recurso fundamental en contexto de pandemia porque tenemos amplia experiencia en trabajar con personas que se encuentran en confinamiento domiciliario.

MV: ¿Y cuáles son sus reclamos hoy?

D: El Programa tiene más de 15 años de funcionamiento y desde hace años, 46 de los 52 profesionales cobramos mediante la modalidad de Guardias comunes o “aplanadas”, esto implica que nuestro salario no ingresa a paritarias desde el 2013. O sea, hace 7 años que nosotros/as no tenemos aumento de salario, no tenemos licencia por enfermedad, maternidad o licencias ordinarias. Nosotros/as cobramos un salario bruto de 10500 pesos que equivale a un valor de 112 pesos de hora de trabajo profesional y a esto se suma que todos los gastos de logística como traslados o teléfonos, lo costeamos de nuestros bolsillos.

Venimos desde hace años reclamando las mejoras de las condiciones laborales y salariales y estos reclamos fueron desoídos sistemáticamente por las diferentes gestiones de la Dirección General de Salud Mental y por el Ministerio de Salud de CABA. En el último período, a partir de la gestión del Dr. Persano, empezamos a recibir una serie de amenazas y acciones persecutorias. Llamaban a los/as usuarios/as preguntando por la frecuencia y la calidad de nuestro trabajo, indagando acerca de quienes son los/as profesionales que los realizaban. Posteriormente nos amenazaron con no cobrar el salario o sujetarlo a la cantidad de pacientes que atendiéramos.

También nos presionaron para asistir a los Paradores del GCBA y nos negamos, entendiendo que los Paradores son un foco de contagio de COVID-19, cuando el GCBA no nos garantiza ni siquiera la licencia por enfermedad.

Finalmente en este último período nos exigieron que informáramos la franja horaria de trabajo, sabiendo ellos muy bien que la distribución horaria es flexible en función de las necesidades y disponibilidad de las/os usuarios/as, sus referentes y de las instituciones con las que tenemos que articular para la atención.

MV: Claro, esto es parte del vaciamiento y ajuste general que tenemos en la Salud de la CABA. ¿Cómo pensás que debería funcionar el Programa hoy?

D: Yo considero que este posicionamiento histórico de la Dirección General de Salud Mental y el GCBA de mantener a los/as trabajadores/as en totales condiciones de precariedad, en definitiva es un ataque al Programa, a su abordaje interdisciplinario, al respeto de la subjetividad de cada usuario/a, a sus lazos y vínculos comunitarios y a un dispositivo que, en muchos casos, logra evitar internaciones. Es un Programa que en definitiva es contrahegemónico y que el ataque a los/as trabajadores/as es un ataque al Programa mismo. Lo que está en juego es su sostenimiento. Por eso para el mejoramiento del Programa, deben mejorar nuestras condiciones salariales y laborales, una reparación salarial que no tenemos desde el 2013.

MV: ¿Cómo se están organizando y que acciones están pensando?

D: Estamos deliberando los pasos a seguir en reuniones que hacemos de forma virtual, por la situación de pandemia. Logramos visibilizar nuestro reclamo en algunos medios pero es clave avanzar más.

Lo que necesitamos es la más amplia difusión de lo que nos pasa y acompañamiento de todas las organizaciones y sectores que nos quieran acompañar frente a esta ofensiva de la Dirección General de Salud Mental. Hoy tenemos un fuerte acompañamiento, por ejemplo de la APSS (Asociación de Profesionales de  Servicio Social del GCBA) pero tenemos que ampliarlo como garantía para ganar el conflicto.

MV: Muchas gracias Dolores por la entrevista, estamos en contacto para acompañar las acciones que hagan falta y difundir a fondo este conflicto y defender el Programa, que es tan fundamental para el sostenimiento de la Salud Mental comunitaria.

D: Gracias a ustedes.

Entrevistó: Mariano Veiga, Alternativa Salud MST