Villa María – Córdoba Sin legitimidad del Pueblo villamariense nadie debe gobernar

­Convocatoria ya a nuevas elecciones a Intendente y a Convencionales Constituyentes para reformar la COM

Otra vez Villa María es víctima de su régimen político. Siempre al servicio de los intereses, negociados y conveniencias personales de la casta que, desde hace más de 20 años maneja la Municipalidad a su antojo como un bien ganancial con la complicidad de la oposición con representación en el Concejo Deliberante. Muchos Partidos, una sola política.
Toda la población sabe que el Intendente Martín Gill electo en 2019 en comicios generales está ausente porque aceptó ocupar un cargo ofrecido por el Presidente a nivel nacional. La ciudad está acéfala, es decir sin gobierno. El Intendente abandonó su responsabilidad en plena crisis sanitaria y económica que no se detiene.
Mientras los abogados discuten si lo de Gill es licencia o acefalía, las necesidades básicas y reclamos de las mayorías de esta ciudad que viven de su trabajo siguen sin atenderse ni mucho menos resolverse.

En todas las instancias, hemos denunciado el proyecto retrogrado de la COM y la necesidad de transformarla en el reflejo de Democracia al que aspiramos los, las y les socialistas.
En el punto del Régimen Político sostenemos que la Democracia conseguida en 1983 no es una concesión graciosa de los poderosos capitalistas que aún siguen dirigiendo el Estado y viviendo a costa de sus privilegios, sino una conquista que costó mucha sangre de la clase trabajadora movilizada en las calles. Y que la Democracia se perfecciona con más Democracia, nunca con retrocesos y restricciones a la participación de la ciudadanía.


La imposibilidad de controlar y la impracticabilidad de destituir por Juicio Político al Intendente una vez electo (pues tiene asegurada mayoría automática en el Concejo Deliberante); lo chistoso y trágico de que la/el Auditor General sea del mismo Partido que iba en la misma lista sábana que el Intendente; la inviabilidad de poder cortar boleta y votar Intendente de un Partido y Concejales de otro; la proscripción de la juventud de su derecho político de elegir desde los 16 años y de ser elegido como autoridad desde los 18 años.
Todo esto no puede dar otro resultado que el que tenemos a la vista: un concejal, Pablo Rosso, elegido dos veces por sus pares para desempeñarse por períodos de seis meses como intendente interino, en una de las dos ocasiones por sólo 4 votos. Una burla al Pueblo, y van…
Desde el MST-Nueva Izquierda exigimos que se llame a nuevas elecciones. Pero no solo a Intendente sino también y conjuntamente a Convencionales Constituyentes, para reformar la Carta Orgánica Municipal (COM), ese engendro inspirado en el Pacto de Olivos entre el PJ y la UCR, que data de 1996, y que en nombre de la gobernabilidad eliminó en la realidad la posibilidad de la participación ciudadana y permite estas maniobras.
Sin legitimidad del Pueblo nadie debe gobernar.
Es hora de rediscutir todo: qué ciudad y que tipo de gobierno queremos, cómo controlarlo y cómo reemplazarlo si no cumple el mandato y las expectativas.
Necesitamos y exigimos el llamado a una Convención Constituyente, sin límites, libre y soberana.

MST- Nueva Izquierda de Villa Maria