Exitosa asamblea online de estatales
No podemos seguir perdiendo salario ni que crezca la flexibilización con el verso del teletrabajo. Esta fue la síntesis.
En una representativa asamblea virtual, trabajadores y trabajadoras estatales de organismos nacionales y de la CABA nos dimos cita para intercambiar sobre la realidad en nuestros lugares de trabajo y organizarnos para no dejar pasar la pérdida de más derechos, condiciones de trabajo y salario. Con presencia de compañeres de Cultura, CNEA, INCAA, INTI, INAES, Agricultura, IOSFA, AFIP, AGP, SSSalud, CDNNYA, de la salud pública como el Hospital Alvear y el Borda y trabajadoras judiciales.
Del intercambio surgió la necesidad de visibilizar la situación general de pérdida salarial crónica en el sector. La recomposición de lo perdido con Macri fue una propuesta de campaña del Frente de Todos, pero quedó en el olvido con la Ley de Emergencia Solidaria que congeló el presupuesto y partidas a los distintos ministerios. La misma además congeló las contrataciones, llevando a la nula incorporación de despedides como política oficial. En sectores como el INAES y SSSalud se expresó el recorte indirecto del salario por el no pago de items en negro que, fruto de la lucha, se transformaron en derechos adquiridos hace varios años. En el INTI la reincorporación de los 150 despedidos y despedidas se logró bajo presión, ni la gestión ni el gobierno regaló nada. En otros lugares como Agricultura prometen reincorporar de a 50 trabajadores por mes. La cuenta daría que para el segundo semestre del 2021 volverian todxs si empezaran hoy. Una completa burla.
Las condiciones de precarización e incluso avance de la tercerización fue otro de los ejes que se tocaron en las intervenciones. Lejos de concretar la promesa de campaña de “pase a planta” los y las tercerizadas en el Estado nacional superan los 70.000 trabajadores. Esto además confirma que el eslabón crítico son justamente esos sectores de compañeres donde los casos de contagio fueron apareciendo en tercerizadas de limpieza, seguridad, etc, porque sus condiciones salariales y de seguridad son mucho peores y no les permitieron ni las licencias pagas o les asignaron hoteles y hospitales en el mientras tanto.
El tema más recurrente fue el teletrabajo, trabajo remoto o trabajo de emergencia como señaló muy bien una compañera. En primer lugar, se reflejó que la extensión de la jornada laboral al hogar no es nueva y que recae sobre las mujeres junto con sostener las otras tareas del cuidado completamente impagas, que tampoco es nuevo, pero en condiciones de aislamiento se agudizan. El silencio sobre esa mayor explotación es patrimonio de las conducciones sindicales alineadas al gobierno, el mismo gobierno y lamentable también el feminismo oficial.
En todos los temas se expresaron tres grandes mitos a los que tenemos que hacer frente: «Con pandemia no se puede luchar». Falso. Lo demostraron les trabajadores de Penta, La Nirva, Mineros de Andacollo, municipales de Córdoba, les trabajadores de la salud presentando amparos, organizando ruidazos y asambleas en las puertas de los hospitales. Acciones que si no hubieran existido no tendrían ni las migajas que dio el gobierno de $5000, los insumos que siguen faltando, las licencias que siguen denegadas, los test masivos que no llegan a todo el personal.
El segundo mito es que «hay que confiar porque es un gobierno nuestro». Falso. Si desmenuzamos el conjunto de medidas desde el día uno del ASPO vemos: que el pago de intereses de deuda durante la pandemia supera veinte veces lo destinado como partida extraordinaria al sector salud, rebaja salarial desde el piso del 25% que acordó la UIA, CGT y CTAs, ATP indiscriminados a grandes multinacionales que despidieron sin ninguna sanción como Techint, McDonnalds, Ledesma, Clarín, etc., medidas de salvataje completo a los grandes empresarios, IFE que a la fecha sólo se mantiene en el AMBA y Chaco. Por eso se planteó que es necesario tener confianza cero con quienes priorizan negociar con el FMI para seguir pagando una deuda que ya se reconoció fraudulenta, ociosa e ilegitima y que ademas el mismo Fernández dijo no pagar a costa del hambre. La única orientación que se impone es la de cuidar las ganancias de unos pocos y sostener medidas insuficientes para el conjunto de trabajadores y población vulnerable. Es decir, habrá medidas favorables para este lado en la medida que haya lucha.
Y por último, el mito que repiten tanto la burocracia, oficialistas y la derecha, como si fueran una única tribuna: «no hay condiciones para exigir respuestas a nuestros reclamos». Falso. Mientras en la ecuación de la gobernabilidad, los intereses de los empresarios y el FMI primen por sobre los intereses de la mayoría, la que verdaderamente mueve el país y la economía, por supuesto que habrá frenos y desmovilización. El capitalismo en el que ganan todos es un completo verso, lo sabe Fernandez y lo sabemos les trabajadores que no podemos permitir más entrega.
La marca registrada del gobierno en los últimos meses fue de promesas y despromesas: la declaración de interés público del sector privado de salud; el impuesto a la riqueza; el freno a los despidos y suspensiones, que fue un verdadero chiste porque van más de 200.000 despidos en todo el país; Vicentin, que pasó de ser un anuncio de la expropiación para quedar en un rescate empresarial al estilo menemista.
Como conclusión destacamos que existe un sector de compañeros y compañeras que se ven aislados y aisladas por la cuarentena y la desinformación en el propio organismo y de los representantes sindicales que en su mayoría está de cuarentena. Para romper ese distanciamiento y empezar a organizarnos en torno a un pliego de reclamos comunes, votamos impulsar una campaña desde los sectores, sostener instancias asamblearias comunes para prepararnos para lo que sigue y solidarizarnos con los sectores que están actualmente en lucha como los y las trabajadoras de LATAM y apoyar los abrazos, ruidazos y cada acción callejera impulsada por les trabajadores de la salud pública.
• Rechazo al aguinaldo en cuotas, los derechos no se tocan.
• Paritarias y recomposición salarial igual a la canasta familiar.
• Incorporación al básico de todos los items en negro: horas extras, premios y gif adeudadas.
• Reincorporación de les despedides del macrismo.
• No más precarización y tercerización, pase a planta ya.
• Comisiones de seguridad e higiene con participación de les trabajadores para elaboración de protocolos. Exigencia de elementos de bioseguridad e higiene en la modalidad presencial junto con testeos masivos.
• El teletrabajo es precarización. Exigimos su regulación de manera excepcional durante la pandemia. El equipamiento, condiciones laborales, ART y conectividad deben ser remuneradas por el Estado. Derecho a la desconexión.
• No al pago de la deuda externa ilegítima e ilegal, la deuda es con les trabajadores.
• Apoyar el proyecto del FITU en el Congreso, el único presentado para gravar a las grandes fortunas.
Una plataforma de elaboración colectiva para impulsar junto a cada trabajador estatal que coincida en la necesidad de no volver a ser la variable de ajuste. Y de la mano con esta pelea sindical de fortalecer un modelo clasista, combativo, democrático y con perspectiva de género que no abandone las calles, seguir organizándonos por una alternativa política real y de fondo que luche por invertir las prioridades, los intereses de la mayoría trabajadora por sobre la de una minoría.
Ingrid Urrutia. Alternativa Estatal – ANCLA