¿Y después del Paro Internacional del 1° de julio?
Fue emocionante la repercusión internacional que tuvo el Paro que hicimos. En varios países, con movilizaciones, bien combativas. En Brasil, fue directamente enorme. Claro, el recontra-facho de Bolsonaro es un impulso a movilizarse, a ir al frente. Diarios y revistas del mundo empezaron a registrar el movimiento de los precarizados, la juventud que trabaja, que se rebela contra la terrible explotación que sufrimos. Porque, aunque dicen que somos “esenciales”, los gobiernos y las empresas, nos tratan como si fuéramos “descartables”. Pero eso, no va a quedar así.
¿Y por casa cómo anduvimos?
El paro en Argentina, fue más bien una jornada de lucha con acciones en CABA, Rosario, Córdoba y La Plata fundamentalmente. Fueron protestas que tuvieron el mérito de poner nuestros reclamos en las calles, pero a la vez no tuvieron la fuerza que podrían haber tenido. En esto, pensamos que, por un lado, la cuarentena generó una presión y cierto temor en un sector de compañeros. Pero francamente estamos convencidos que un factor de mucho peso es que faltó jugarse con mucha más decisión por parte de las agrupaciones y sectores que venimos activando en el sector. En esto, hay que sacar conclusiones y cambiar para reactivar las acciones con fuerza. La postura de hacer un “tuitazo” en lugar de la acción callejera (esto lo planteó la Red-PTS), llegando incluso a cuestionar la única acción de calle convocada en Córdoba por los precarizadxs del MST-ANCLA, fue un error. Esto que relatamos, tiene el sentido de abrir un debate constructivo hacia la perspectiva de nuestra lucha, y en ese modestamente, tenemos algunas propuestas para hacer.
Hay que priorizar la unidad del movimiento de lucha
Desde que nos tocó participar de las primeras reuniones y asambleas de repartidores, pero también de iniciativas de lucha de otros precarizados, como los compas de las casas de comida rápida, vimos las distintas posturas de las agrupaciones y sectores. Algunos queriendo separar a los repartidores del resto de los precarizados, que nos debilita tal como lo discutimos con los compas de ATR-PO. O también, quienes como la Red-PTS, en lugar de clarificar que son la agrupación orientada por un partido (lo cual no tiene nada de malo), lo ocultan y pretender actuar como si fueran una especie de sindicato e imponer forzadamente su dirección al proceso de lucha. También debatimos las posturas de sectores anarquistas, que se tiran contra las agrupaciones o partidos de izquierda, que al final es lo más normal del mundo: no tener pensamiento único, que es lo más burocrático que hay. La verdad, es que para que la lucha por todos nuestros reclamos progrese en serio, el movimiento tiene que ser más potente en las calles, y bien, bien unitario. Esto no significa bloquear los debates, las distintas posiciones e ideas, pero la clave pasa por debatir democráticamente todo lo necesario y al final, luchar unificadamente contra los enemigos comunes: los empresarios, los burócratas de los sindicatos ausentes y los gobiernos que dejan correr la precarización. Y aunque las redes sociales sirven para comunicarnos y difundir, nada reemplaza la acción callejera: el paro y la movilización.
Construyamos una gran Coordinadora Unitaria de Precarizados
Los precarizados tenemos reclamos comunes. Por supuesto, dentro del movimiento de trabajadores hay particularidades: repartidores, fast-food, call center, etc. Pero, sin ningún sindicato que nos represente y todavía, arrancando el proceso de organización, la clave no es dividir por sectores, ni tampoco por las ideas políticas que cada precarizado o agrupación pueda tener. Tenemos que combinar el debate democrático de ideas, la libertad de que cada uno integre la agrupación que quiera, pero todo eso al servicio de un movimiento unitario de lucha. Y lógicamente, en el ámbito de las asambleas cada agrupación planteará sus ideas y propuestas, lo cual es muy positivo. Y al final, votando como hace la clase obrera combativa, lo que decida la mayoría impulsamos todos. Por todas estas razones, pensamos que es fundamental impulsar una Coordinadora Unitaria de Precarizados, donde podemos estar todos, sin dejar tirado a nadie: repartidores, fast-food, call-centers, repositores, todos.
Si te van estas ideas, el 11 de julio: Asamblea Nacional de Precarizados.
Los reclamos que tenemos son muy básicos, y totalmente justos. Para los repartidores, está claro:
*ART y seguro de vida y robo a cargo de las empresas. Licencia por enfermedad
*Obra Socia y Elementos de Seguridad e Higiene también a cargo de las empresas
*100% de aumento en el pago por pedidos. Salario equivalente a la canasta familiar.
*Reactivación y normalización de las cuentas bloqueadas/anuladas
*¡Basta de discriminar a los compañeros migrantes!
*Somos trabajadores, no “socios” ni “colaboradores”
Para los fast-food, lo básico:
*Reincorporación de los despedidos.
*Pago total del salario y aguinaldo. ¡Y aumentarlos hasta llegar al costo de la canasta familiar!
*Testeos por COVID y licencias pagas al 100 %.
*Por el derecho a la representación gremial, por nuestros reclamos.
Todas estas banderas de lucha, todas las causas de nosotros y nosotras, como precarizados, importan. Por eso, pensamos que los que tenemos estos puntos de vista, nos tenemos que organizar, sí o sí. Para luchar por la Coordinación Unitaria, nacional y en cada provincia, para luchar por la más amplia libertad ideológica entre los compañeros, para unir nuestras peleas a otros sectores obreros que también luchan. Y claro: para preparar nuevas acciones y jornadas. Porque nuestra pandemia son los empresarios, los políticos tradicionales y los dirigentes vendidos de los sindicatos. Porque nuestras vidas valen, de verdad.
Si estás de acuerdo, si te caben estos planteos, el próximo sábado 11 de julio, 16 hs. hacemos una Gran Asamblea Nacional de Precarizados. ¡Dale, que tiene sentido!
Carlos, repartidor