Rosario: precarización de McDonald’s contada por sus trabajadorxs

Compartimos el testimonio de trabajadorxs de la casa de comida rápida de la ciudad, que se dispusieron a contarnos cuál es su situación actual en el marco del conflicto que tienen con la empresa por recortes de salarios y aguinaldo. Desde ANCLA y el MST lo difundimos como impulso a que más compañerxs se animen a denunciar, y al momento en que estamos lanzando un nuevo agrupamiento de jóvenes precarizadxs para organizarnos.

Somos empleadxs de Mc Donlad´s. Esto somos. 

Empleadxs que completamos capacitaciones virtuales desde casa en “nuestro tiempo libre” que en ocasiones superan las 60 horas entre cursos y evaluaciones, por los cuales no pagamos, pero tampoco somos remunerados.

Empleadxs que asistimos a reuniones fuera del horario laboral, GRATIS, porque “la productividad no da” para pagarnos las horas extraordinarias, entonces tenemos que agradecer y conformarnos con algunas medialunas y café.

Empleadxs que debemos saber que vamos a descomponernos o tener un imprevisto con 6 horas de anticipación, porque si avisamos después de ese lapso, somos INJUSTAMENTE SUSPENDIDOS, ya que ni siquiera nos envían médicos a domicilio para corroborar la causa de nuestro ausentismo.

Empleadxs que somos contactados a último minuto vía whats app, si MILAGROSAMENTE nos quieren agregar horas y, en caso de aceptarlas, tenemos que salir LITERALMENTE corriendo para “llegar cuanto antes”, pero si no podemos, SEGURAMENTE lo veamos reflejado en nuestra próxima publicación de horarios.

Empleadxs que NO DEBEMOS MOLESTAR A LOS GERENTES A SUS TELÉFONOS PARTICULARES bajo ningún concepto y/o necesidad, pero DEBEMOS ESTAR SIEMPRE DISPONIBLES EN LOS NUESTROS, para recibir actualizaciones de promociones, productos o procedimientos, A CUALQUIER HORARIO DEL DÍA, Y EN CUALQUIER DÍA DEL MES.

Empleadxs que nos sentimos agradecidos si nos regalan 2 entradas al cine, cupones para canjear combos o capuccinos con torta “a cambio” de organizar eventos exclusivos tales como Gran día, Family Day, Día Mc Feliz, CrewMeeting´s o Happy Findes; decorando los locales fuera del horario laboral con amor, dedicación y entrega… (Casi siempre de madrugada, sabiendo que al otro día tendremos que volver a cumplir con nuestro horario publicado) porque lo primero que nos enseñan es a ponernos la camiseta de la empresa, y a formar parte de “UN GRAN GRUPO DE TRABAJO”.

Somos lxs empleadxs que salimos a la calle con frío, lluvia o un sol que raja la tierra (y ahora también en medio de una pandemia mundial) para preguntar a los negocios cercanos si alguien quiere consumir algo, ofreciendo además de tomarles el pedido, hacerles de delivery a pie (puesto inexistente entre los que la firma ofrece), con toda la exposición que eso trae aparejado, porque a la empresa la levantamos nosotros, los negreados. Y porque “mientras más ventas, más horas de trabajo” nos dicen.

Estxs somos, lxs que nos entusiasmamos con nuestro laburo, lxs que nos encariñamos y le ponemos más que el pecho y el cuerpo; le ponemos toda la onda, porque somos jóvenes y tenemos todas las ganas de crecer. Porque somos jóvenes y soñamos con hacer carrera en la empresa. Porque somos jóvenes y tenemos todas las energías puestas en generar. En generar ventas, en generar “buenos momentos siendo nosotros mismos”, en “generar sonrisas a nuestros clientes”, en generar productividad que se traduce en más horas de trabajo para seguir generando…

Somos los que conseguimos que ingresen “los papelitos de colores”. Los que los tocamos, los olemos, los vemos pasar y los entregamos en cada cierre de caja… pero a la hora de percibir nuestros haberes, no vemos ni la milésima parte de lo que generamos en un sólo turno de 4 horas miserables.

Somos los que hacemos que los de arriba, ganen lo suficiente como para andar de vacaciones por el mundo sin resignar nada, puedan cambiar de vehículo las veces que les plazca, y vivir en cómodos y lujosos espacios sin pasar necesidades, ni tener qué pensar con qué van a darle de comer a sus hijos.

Pero frente a una pandemia mundial, NOSOTRXS, LOS EMPLEADXS, revisamos nuestras cuentas sueldos y tal como en una cajita feliz, nos encontramos con un mundo de sorpresas: desde recortes salariales, incoherencias porcentuales y ajustes de presentismo, hasta la solicitud (no notificada) de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) cuya supuesta finalidad principal es la ayuda del Estado para que los empleados no pasemos necesidades, pero con la cual nos hemos visto ampliamente perjudicados por el modo en el que la empresa decidió llevar a cabo su devolución. Presentando el pago del ATP como un adelanto de haberes, el cual fue descontado de forma inmediata y sistemática a lo largo de varias quincenas. Haciendo que muchos de los empleados AUN HOY ESTÉN “DEBIENDO” DINERO A ARCOS DORADOS en concepto de devolución al Estado de dicha ayuda e incumpliendo así con el Artículo 130 de la Ley de Contrato de Trabajo nacional.

Somos los empleadxs que estuvimos yendo a laburar dos meses como pudimos, frente al paro de transportes urbanos, o peor, bajo el perjuicio de, al no tener como asistir, no cobrar nuestras horas publicadas ni el presentismo sobre las mismas porque la empresa se desentendió de esta problemática y no se les movió un pelo cuando se les planteó que estaban incumpliendo con el artículo 103 de la Ley de Contrato de Trabajo nacional.

Somos los empleadxs que cada vez que se nos ocurre plantear algunas de todas estas injusticias que fueron mencionadas con anterioridad, somos tildados de conflictivos e invitados lisa y llanamente a renunciar, ya que, en palabras de algunos de sus supervisores, Mc Donald´s no es un buen lugar para trabajar si tenemos hijos o casas a cargo.

Soy empleadx en Mc Donald´s, y acá estoy arriesgándome a perder el trabajo, por haber firmado un contrato de confidencialidad para que el mundo no se entere cuáles son nuestras condiciones laborales reales, o si alguna vez se me llega a ocurrir hacer un descargo en MIS PROPIAS REDES SOCIALES no pueda mencionarlos, ni dar indicios siquiera con imágenes o videos, pero si la empresa lo requiere, tengo que participar activamente de hashtags o menciones que hacen referencia a lo cool que somos y lo bien que nos llevamos entre todos.

Hartx de sentirme un número, y sin posibilidades de cambiar de trabajo, acá estoy. Expresando mi descontento, mi decepción y mi angustia. Otra angustia de tantas, porque todxs lxs empleadxs que alguna vez pasamos por Mc, sabemos muy bien de angustias… angustias por no llegar a los objetivos, angustias por no tener horas de trabajo, angustias porque nos roben el presentismo inventando apercibimientos inexistentes, angustias por tener que estar controlando que nos paguen la totalidad de horas y minutos quincena tras quincena, angustia por el favoritismo que se da en cada local, angustia de saber que se jactan de ser una empresa que nos ofrece “flexibilidad horaria, para articular el trabajo con nuestras otras actividades”, pero cuando solicitamos turnos dentro de nuestra disponibilidad, POCAS VECES es respetada y nos vemos forzadxs a mover cielo y tierra para no perder las horas (del presentismo en estos casos, mejor NI HABLAR). Angustia de tener que agachar la cabeza y seguir, porque ante todo “es un trabajo, trabajo al que tantos miles de personas desearían acceder y debemos valorarlo como tal y no ser tan CONFLICTIVOS” y adaptarnos… porque “Los buenos se quejan, pero los mejores se adaptan”