Rechazamos las calumnias de la Organización Sionista Argentina

Frente a los ataques que la Organización Sionista Argentina (OSA) realizó a nuestra legisladora Luciana Echevarría con motivo de su voto negativo a una norma legal que, aprobada por la Legislatura de la Provincia de Córdoba, determina que criticar al Estado de Israel constituye un acto de antisemitismo que debe ser penado por la ley, desde el MST señalamos que:

1- Las críticas al Estado de Israel desde su fundación en 1948, por constituir un enclave imperialista y genocida del pueblo palestino, no son patrimonio exclusivo de nuestra corriente, ni siquiera de la izquierda política. A lo largo de estos años, innumerables instituciones y organizaciones democráticas han condenado sus prácticas y sus acciones propias del terrorismo de Estado. Ya que no puede calificarse de otra forma al desplazamiento mediante la ocupación militar y a las masacres a poblaciones indefensas de miles de habitantes palestinos, que durante cientos de años vivieron en paz con otros pueblos en los territorios que hoy ocupa el Estado de Israel. La “diáspora” palestina producto de esta persecución ha dejado a aproximadamente cinco millones de palestinos refugiados, hacinados en precarias condiciones de vida en los países vecinos, y ha colocado en una situación de apartheid a los que viven en los territorios de la Franja de Gaza, en la Cisjordania ocupada y al interior de las fronteras actuales del enclave israelí.

2- Las prácticas del Estado sionista contra el pueblo palestino son tan salvajes que han obligado a instituciones como la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea a condenarlas, instituciones a las que nadie podría tildar de izquierda. La ONU, por ejemplo, ha dictado un importante número de resoluciones condenando el abandono del Estado de Israel de gran parte de los acuerdos internacionales sobre sus relaciones con el pueblo palestino. Los representantes de la UE por su parte, se han pronunciado -por sólo mencionar los últimos atropellos- contra la declaración avalada por Trump, de establecer a Jerusalén como capital de Israel, la declaración de Israel como estado-nación del pueblo judío, o la reciente política que, siguiendo los lineamientos del llamado “Acuerdo del Siglo”, pretende incorporar el 30% de la ocupada ilegalmente Cisjordania al territorio israelí.

3- La cadena de masacres contra un pueblo palestino indefenso frente al monstruoso aparato militar israelí, generosamente financiado por EEUU, han terminado por correr el velo sobre los elementos “socialistas” o “democráticos” que los defensores del Estado de Israel sostienen. Un botón de muestra de estas incursiones militares dentro de la Franja de Gaza fue la operación militar llamada “Margen protector”, que dejó el luctuoso saldo de 2.300 palestinos civiles muertos – de los cuales 550 han sido niños-, 18.000 viviendas destruidas y 108.000 familias sin hogar.

Estas aberraciones han conmocionado al mundo entero y han generado por ejemplo que numerosas personalidades independientes, de la intelectualidad y del arte se sumen a las campañas internacionales contra las atrocidades perpetradas por el Estado israelí. En esta larga lista, podemos mencionar desde el conocido artista Roger Waters, vocero de la campaña internacional por el Boicot, desinversión y sanción (BDS) al Estado israelí, hasta personalidades de origen judío, como el conocido director de orquesta Baremboin, que pese a su posición de apoyo a la fundación inicial del Estado de Israel, ha titulado un artículo: “Por qué hoy me da vergüenza ser israelí”, denunciando las masacres y la situación de apartheid en perjuicio de la población palestina. También podemos mencionar los trabajos del intelectual judío Norman Finkelstein, cuya familia fue víctima del Holocausto, injustamente perseguido y desplazado por acción del sionismo, pese a su larga y prestigiosa trayectoria como profesor universitario en EEUU, al denunciar las atrocidades cometidas contra los palestinos; o para mencionar una referencia local, las afirmaciones del joven jugador de fútbol Juan Cruz Komar, que denunció en una entrevista en 2018 la persecución, comprobada con sus propios ojos, que sufren los palestinos y su rol de “ciudadanos de segunda”, en su visita a ciudades como Jerusalén, Hebrón o Belén.

 

4- La afirmación de las autoridades de la OSA de que “en dicho país [Israel] conviven con todos los derechos ciudadanos judíos, cristianos, musulmanes y de otras religiones”, oculta la situación de “ciudadanos de segunda” que ocupa la población árabe que vive en el Estado de Israel, que pese a constituir el 20% de sus habitantes sufre una constante discriminación.

La declaración de Israel como estado-nación del pueblo judío –que como parte de las “leyes fundamentales” del Estado, juega el rol de un plexo constitucional- representa un verdadero acto discriminatorio para una quinta parte de la población del Estado que no tiene origen judío. Lo que se expresó en una votación dividida (62 votos positivos y 55 negativos) y en una importante manifestación de habitantes judíos y árabes que se pronunció en su contra. Dicha ley, entre otras cuestiones, impone el hebreo como único idioma oficial degradando el uso tradicional del idioma árabe, ratifica a Jerusalén “completa y unida” como la capital del Estado sionista y apoya los asentamientos ilegales de las colonias sionistas en la Cisjordania ocupada, entre otras disposiciones.

Lejos de poseer “todos los derechos”, la situación de los árabes israelíes es muy desigual: el 55% de las familias que viven bajo el umbral de pobreza son árabes, sus salarios son en promedio un 30% inferiores al de los judíos, el presupuesto gubernamental destinado al sector árabe osciló desde 1952 con el 0,02% hasta un “pico” de apenas del 4% en 2008, desde la fundación de Israel en 1948 se construyeron 600 municipios judíos y ninguno árabe, los beduinos no tienen ningún tipo de asistencia, para mencionar sólo algunos datos de un informe presentado por el escritor judío Yaniv Reich. Si para muestra bastara un botón, así describe el consulado israelí en Houston la situación social de los árabes: “la comunidad árabe de Israel constituye predominantemente un sector obrero en una sociedad de clase media…”

La “democracia” israelí es en realidad la democracia de un enclave colonial. De un estado artificial, fundado sobre la base de una población importada para ser utilizada para desplazar con métodos de guerra civil a los pobladores palestinos originales y servir de herramienta al servicio de los intereses imperialistas en la región. Un enclave tan antidemocrático como el estado Boer en la Sudáfrica del apartheid o la población pirata que habita nuestras Islas Malvinas.

 

 

5- Desde el MST tenemos una larga tradición de lucha contra el fascismo, el racismo y todas las variantes dictatoriales, discriminatorias o xenófobas, subproductos de la sociedad capitalista imperialista en la que vivimos. Consecuentemente, somos parte de una tradición que enfrenta todas las prácticas anti semitas y muchos dirigentes de origen judío han sido parte de nuestra historia política. En nuestro país, por mencionar un solo ejemplo, seguimos reclamando una investigación profunda y veraz sobre el atentado a la AMIA, que los sucesivos gobiernos han encubierto. Incluso nuestra legisladora, ahora insultada por sionistas, ha acompañado repudios contra declaraciones antisemitas en la Legislatura de Córdoba. Por eso, no permitimos que se nos endilgue ninguna posición “antijudía”. Haciendo propias las palabras del profesor de origen judío Norman Finkelstein refiriéndose a las víctimas del Holocausto, consideramos “que no hay nada más despreciable, que usar el sufrimiento y martirio de ellos, para intentar justificar la tortura, la brutalidad, la demolición de hogares, que Israel comete diariamente contra los palestinos”.

 

6- La OSA pretende asimilar nuestra oposición a los dictados de la corriente sionista, con una posición antisemita contra los que profesan el judaísmo. El sionismo, una corriente política ideológica generada por un sector de la burguesía judía con muy buenas relaciones con el imperialismo inglés, pretende con esta vulgar trampa para los que desconocen del tema, confundir y hacer pasar esta antidemocrática ley. Lamentablemente esta norma, que el presidente Alberto Fernández empuja luego de su encuentro reciente con Netanyahu, da pie para que esta organización cuya ideología justifica el racismo, la xenofobia y el apartheid que hoy sufren los palestinos, pretenda acallar las voces de los millones que, en todo el mundo, incluido Israel, condenamos las atrocidades llevadas a cabo por ese verdadero Estado Genocida.

7- Desde el MST seguiremos peleando por una verdadera paz para los pueblos de Medio Oriente que habitan el territorio de Palestina. Una paz imposible si el Estado de Israel continúa con su política genocida y expansionista, como lo demuestra la intención de anexarse el territorio de Cisjordania, lo que ha generado una movilización de miles de israelíes en Tel Aviv, de otros tantos palestinos en los territorios ocupados y el repudio mundial a esta nueva agresión. Sólo desarticulando ese Estado gendarme al servicio del imperialismo en su lucha contra los pueblos árabes y fundando otro, laico, democrático y no racista, podrán vivir en paz los pueblos que junto a los palestinos quieran habitar esa región. Un Estado que seguramente, cumpliendo los sueños de muchos revolucionarios judíos, será un estado socialista.

 

Comité Provincial MST Córdoba