Conferencia del FIT-Unidad: apertura y cierre de Alejandro Bodart

Como parte de ir socializando todo el desarrollo de la Conferencia Latinoamericana y de los EEUU del FIT-Unidad, dejamos ahora, para conocimiento de todas y todos nuestros lectores, las intervenciones de apertura y cierre del evento, que hiciera en el día de ayer a nombre del MST y la liga Internacional Socialista (LIS), nuestro compañero Alejandro Bodart.

Informe de apertura en la Conferencia, por parte de nuestro compañero Alejandro Bodart, dirigente del MST y Coordinador de la Liga Internacional Socialista (LIS)

Buenos días a todos, compañeros, compañeras. En particular un saludo especial de la Liga Internacional Socialista, del MST, a todos los compañeros de las delegaciones internacionales que nos han acompañado.

Yo creo que la posibilidad de esta conferencia surgió a partir de acuerdos muy importantes, a los que no me voy a referir porque vamos a presentar documentos en común, los que convocamos a esta conferencia, en una resolución que contiene todos los acuerdos.

Sí quiero hacer centro en tres puntos que son importantes para empezar a debatir, incluso para no cerrar este debate acá sino para que podamos continuarlo posteriormente.

Uno tiene que ver con la caracterización de la situación mundial, que para nosotros es muy importante porque para definir tareas nos tenemos que poner de acuerdo en cuál es la situación actual y, a su vez, la dinámica que tiene la situación. Este debate es muy importante porque hasta en la actualidad tenemos debates con algunas corrientes escépticas. Por ejemplo, que plantean que es tal el grado de derrota del movimiento obrero y revolucionario, que no está más planteada la revolución socialista. Tampoco la construcción de partidos revolucionarios. Nosotros tuvimos un debate con el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (SU – IV Internacional), que opina lamentablemente esto. Hay otras corrientes también, que ven sólo giro hacia la derecha por todos lados y terminan cayendo en el sectarismo, en el propagandismo.

Pero afortunadamente los que estamos en este plenario, después de haber tenido muchos debates sobre este tema, que están expresados en documentos y en artículos, nos estamos empezando a poner de acuerdo de que se ha producido un cambio. Sobre todo, a partir de las rebeliones y revoluciones que se produjeron el año pasado. Esto es muy importante. Nosotros estamos convencidos que los “chalecos amarillos” provocaron un cambio en la situación mundial y que eso, en el 2019, combinado con una serie de rebeliones y revoluciones provocaron que en América Latina y Medio Oriente se iniciaran procesos revolucionarios. Que se iniciara una situación pre-revolucionaria a nivel continental, no sólo en un país u otro.

Ahora bien, creemos que la pandemia, las consecuencias brutales de la crisis económica, los golpes en la cabeza que está recibiendo el movimiento de masas y, sobre todo, la gran rebelión del pueblo estadounidense, ha provocado otro salto. Por eso los revolucionarios tenemos que empezar a discutir, si en realidad, no estamos al borde o en la dinámica de que se abra una situación pre-revolucionaria a nivel internacional. Para nosotros es muy importante que hagamos este debate. Ahora bien, ¿esto significa que estamos al borde de la toma del poder, como muchas veces, corrientes pequeño-burguesas toman este debate? Para nada compañeros, estamos lejísimos de la toma del poder. Precisamente por eso no estamos en una situación revolucionaria, para lo cual haría falta que haya grandes partidos revolucionarios con peso de masas para definir la situación. Pero lo que sí existe, a partir de todos los cambios que se están dando, es un período en donde cada vez vamos a ver más rebeliones y revoluciones en el mundo, y donde cada vez hay más oportunidades para construir las herramientas necesarias que hacen falta. Por eso es importante discutir si esto es así o no. ¿Hay más oportunidades o menos oportunidades para construir el factor subjetivo? Algo clave para definir cualquier situación a favor de los trabajadores y los pueblos explotados del mundo.

Otro debate, es el que para nosotros no tiene nada que ver con partidos amplios sí o partidos amplios no. Eso parece un debate simplista, de verdad de bajo nivel, porque para nosotros el problema de los problemas, es ¿cómo construimos los partidos revolucionarios? Compañeros, el SU no está representado en esta conferencia, ellos son los únicos que tienen la estrategia de construir partidos con reformistas y no revolucionarios, partidos amplios. Y por eso han abandonado a la estrategia de construir partidos revolucionarios, porque no creen en la revolución socialista. Los que estamos acá coincidimos todos en que hay que construir partidos revolucionarios, partidos bolcheviques, partidos leninistas. Entonces lo que tenemos que discutir, el debate de los debates, es si los revolucionarios le tienen que dar la espalda a procesos objetivos de reagrupamiento de la vanguardia y el movimiento de masas, que se desarrollan independientemente de nosotros en una serie de países. Estamos convencidos de que, quienes les den la espalda a procesos objetivos, reales, de re-organización de la vanguardia del movimiento obrero en países donde se producen giros a izquierda, no van a construir partidos revolucionarios y ese es el debate que tenemos.

En Estados Unidos, hablar de que se va a construir un partido revolucionario con cierto peso, no un grupo de 5 o 6, al margen de una política hacia los miles y miles que han girado a la izquierda, y se reagrupan en el DSA, es una utopía lamentable, para nosotros. No hay posibilidad de construir un partido revolucionario sin tener una política para esos miles de jóvenes en Estados Unidos. Tampoco si desperdiciamos la tradición y la formación de cientos de cuadros que se formaron al interior de la ISO, y que a partir de su estallido están buscando una salida y reorganizarse para volver a encarar la tarea de construir un partido revolucionario.

En Brasil, hablar de que se va a construir un partido revolucionario, al margen de los procesos de reorganización que se dio la clase obrera brasileña, hace muchos años en el PT y cuando el PT colapsó alrededor del PSOL, es otra utopía completamente falsa. Nadie ha podido demostrar que puede construirse al margen de todo eso. Hoy, no organizarse alrededor del Bloque de Izquierda del PSOL para dar pelea contra el liquidacionismo de la dirección mayoritaria, es renunciar a construir partido revolucionario en Brasil. Miren, hay un ejemplo categórico de esto: el que quiso construirse al margen completamente del PSOL, fue un partido importante del trotskismo, el PSTU. ¿Qué le pasó al PSTU? ¿Se construyó como partido revolucionario al margen del PSOL? No, se dividió. En masa huyó parte de su dirección, sus cuadros más importantes y parte de su estructuración del movimiento obrero hacia el PSOL. El sectarismo, negar la realidad, sólo lleva al retroceso, no a construir partidos revolucionarios. Queda lindo en los debates internos, en los debates que hacemos en los locales, pero no tiene nada que ver con la intervención en la realidad. Podríamos dar más ejemplo. En España no nos vamos a construir y en particular en Cataluña sin tener una política, por ejemplo, hacia la CUP. No tengo más tiempo porque hay muchos otros ejemplos.

Ahora bien, no se puede de una manera nacional-trotskista, decir que vamos a exportar la experiencia argentina por todo el mundo, como si en todo en el mundo pasara lo mismo. El Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (FITU), que es una conquista, no es una receta como una torta, que se aplica en cualquier país y sale. No es así, hay que ir a la realidad de cada país. Tenemos que tener una visión más internacionalista, conocer más la realidad de otros países para poder discutir una política. Ahora bien, lo que sí tenemos que discutir, es que hay países en donde hay condiciones de hacer frentes de izquierda y lamentablemente tenemos que discutir por qué ahí no se hacen. Por ejemplo, en Chile y en España, hay condiciones de que entre algunos de los partidos que estamos acá, demos un paso. Por eso hay que dejar de hablar de partidos unificados, otra irrealidad para ganar una o dos personas, que no tiene nada que ver con lograr construir realmente un partido.

Tenemos que discutir en Francia, si a partir del estallido del NPA, que se aproxima, vamos a volver a reagrupar a la izquierda revolucionaria. En Venezuela, si vamos a hacer un tercer bloque, sin seguidismo a Maduro, pero tampoco sin seguidismo a las estructuras sindicales que están con Guaidó. Tenemos que discutir incluso en Argentina, cómo cuidamos el FIT Unidad, cómo buscamos mecanismos democráticos para que no explote. Es decir, tenemos que discutir a partir de la realidad.

Miren, otro debate importante, es qué tipo de organizaciones internacionales hace falta construir. Estamos convencidos de que muerto Trotsky, el revisionismo hizo estallar la IV y surgieron mini internacionales a partir de un partido más o menos desarrollado, que se cree que es el padre, el tío, el abuelo de pequeños grupos por el mundo, los cuales los puede adoctrinar y hacer que hagan lo que quieran. Opinamos que ese modelo de partido madre fracasó, es parte de la crisis que tiene el trotskismo hoy. Tenemos que discutir cómo logramos empalmar con grandes partidos, que no quieren seguir ni al PTS, ni al MST, ni a Izquierda Socialista y mucho menos a partidos nacionales. Lo que quieren discutir es como hacemos una internacional en igualdad de condiciones, como respetamos las distintas tradiciones de las que vienen, como aprendemos a convivir con diferencias, como vamos a hacer una nueva tradición los revolucionarios que nos permita realmente construir una internacional . Eso es lo que estamos queriendo hacer desde la LIS. Por eso trabajamos con los compañeros de La Lucha de Pakistán, el partido más importante del trotskismo en el subcontinente indio. Por eso estamos trabajando con los compañeros de Turquía, compañeros del Líbano, Irán, Irak, que reflejan otras realidades distintas a las de Argentina, a las de Londres, a las de París. Es muy importante incorporarlos en la construcción de una internacional, para ver si de una vez, el trotskismo se transforma en un polo de referencia de las masas.

Para terminar, ante el planteo de una nueva conferencia, queremos ser francos. No porque no lo veamos, entendemos la necesidad del PO, un partido nacional, de hacer más eventos de este tipo. Los haremos en su momento. Pero venimos la semana pasada de un Foro Mundial de nuestras juventudes, vamos a varios foros más, tenemos nuestra propia agenda. La semana que viene hay una conferencia internacional de la LIS. Vamos a un pre-congreso, tenemos que viajar apenas se abra la posibilidad, a Ucrania donde vamos a fundar un partido, a Bielorrusia, al Asia. Somos una organización internacional, no latinoamericana ni argentina. Tenemos que consultar con los compañeros. Y sobre el boletín, por que quiero responder a eso, les decimos que no nos parece ¿saben por qué? Porque desde la semana que viene se abre el pre-congreso de la LIS, con un Congreso hacia fin de año, tenemos que hacer nuestro propio boletín con el desafío de hacerlo en 14 idiomas, que es lo que reflejamos nosotros desde la LIS. No nos da para hacer otro boletín para discutir entre nosotros. Pero si podemos utilizar nuestras prensas para hacer algún debate.

Muchas gracias compañeros y compañeras. Sigamos debatiendo porque así vamos a construir mas unidad. Nos comprometemos, a llevar adelante la resolución general que vamos a votar y en cada país que estamos juntos trabajar por la unidad sindical y política de nuestras organizaciones. Muchas gracias.

Intervención de cierre de Alejandro Bodart, en la Conferencia del FIT-U:

Después de los largos debates que hemos tenidos estos días, y la larga jornada de hoy, voy a tratar algunos de los debates mencionados. Sin embargo, en primer lugar, quiero reivindicar la declaración que hemos puesto a votar, que ha sido fruto de un trabajo colectivo y de un consenso. Este tipo de evento, de distintas organizaciones nacionales, internacionales, sólo puede desarrollarse a partir de tener coincidencias y consensos. Por ejemplo, nos hemos puesto de acuerdo en que no vamos a poner a votación ninguna conferencia más, por ahora, ni ningún BDI. Para avanzar sobre esto necesitamos avanzar a partir de los acuerdos sin violentar nada y nosotros tenemos una agenda que nos lo impide, de todas formas, esto no quiere decir que no podemos seguir haciendo debates a través de nuestras prensas. Sí podemos pensar hacia el año que viene, la posibilidad de efectuar otro tipo de evento. De la conferencia vamos a salir con una serie de resoluciones políticas muy importantes, que delimita a todos los que estamos acá de las distintas direcciones reformistas y de otros sectores de izquierda que, lamentablemente, no se han sumado a esta convocatoria. Salgamos con fuera a aplicar las resoluciones, las campañas y sigamos avanzando en un proceso de unidad.

Uno de los debates, en el que se ha insistido, tiene que ver con la caracterización del conflicto de Estados Unidos y China. En cuanto a esto, creemos un error muy importante minimizar la disputa interimperialista que se viene desarrollando entre estas dos potencias. Lo consideramos un error porque, esta disputa es parte de la situación internacional que se está desarrollando. Refleja por un lado un hecho de la realidad, la decadencia del imperialismo yanqui que, aunque sigue siendo hegemónico, es evidente que se ha deteriorado en su rol de gendarme internacional. Al debilitarse cada vez más, plantea una dinámica en la que van a existir más roces y no podemos descartar absolutamente nada. Incluso, lo que sí tenemos que estar seguros, es que esto va a incentivar los conflictos, las agresiones. Nosotros tenemos que actuar en esta realidad, porque detrás de este conflicto tenemos que fijar una posición muy importante y principista. Los revolucionarios tenemos que disputarle al campismo, que intenta en los procesos mostrar a China como una alternativa revolucionaria frente al imperialismo estadounidense. Lo tenemos que hacer porque es muy importante llevarle al movimiento de masas claridad sobre esto. El campismo no sólo actúa en todo proceso mostrando alternativas que no son tales, sino que actúa en Venezuela, actúa en Nicaragua, en Siria para plantear que las alternativas a apoyar son a las supuestamente menos malas frente al imperialismo. En realidad, efectúa un trabajo de pinzas contra el movimiento obrero y la juventud. Por lo tanto, este es un punto muy importante.

En segundo lugar. Compañeros y compañeras, tenemos una coincidencia en que ha cambiado la situación, ahora tenemos que discutir cómo la definimos. Nosotros creemos que hemos entrado en una dinámica, que puede plantear la apertura de una situación pre-revolucionaria a nivel internacional. Es muy importante, más allá de esto, el haber dejado atrás una definición defensiva que veía una etapa de noche negra, ya que estamos en una etapa en donde la relación de fuerzas comienza a ser favorable a los trabajadores. Esto no implica que no haya contradicciones, que no haya polarización y otros fenómenos.

Ahora bien, el debate que tenemos es sobre cómo actuar en esa situación. Creo que es un debate falso, entre los que estamos acá al menos, si la estrategia es el partido revolucionario o no. Precisamente, la resolución que estamos votando parte de ese acuerdo, sino no podríamos estar acá haciendo esta conferencia. Entonces, en realidad, el debate es cómo construimos esos partidos revolucionarios, ese es el debate real que tenemos entre nosotros y que también es mundial. Hay que partir de una realidad, no le hemos encontrado la vuelta los revolucionarios a este problema. ¿Cómo nos construimos? ¿Cómo pegamos saltos en la construcción en una etapa que, cada vez, va a brindar más oportunidades y multitud de contradicciones?

Nosotros creemos que existen corrientes que tienen una concepción evolucionista de la construcción de partido. Esta concepción evolucionista es más tremenda en el plano internacional. Compañeros, si los revolucionarios no empalmamos con otros no vamos a poder construir grandes partidos revolucionarios y pegar saltos en nuestra construcción para resolver el problema de los problemas, que cada vez se va a hacer más agudo mientras la rebelión crezca en el mundo. Por lo tanto, lo que tenemos que discutir es que no podemos, en determinados países donde hay procesos, ponernos al margen de los procesos organizativos de la vanguardia y el movimiento de masas, que son captadas por direcciones contra-revolucionaras, reformistas, buscando llevar para otro lado la situación.

A nosotros nos gustaría mucho que, en Estados Unidos, el giro a izquierda que se ha producido y la enorme vanguardia juvenil y una franja de masas viniera con nosotros, a la LIS. Pero eso no pasa, porque el gran problema que tenemos, es que ese giro a izquierda ha sido capitalizado por el DSA con una dirección completamente reformista, que gira cada vez más a la derecha. Si los revolucionarios no tenemos una política frente a ese fenómeno, nos aislamos, le facilitamos a esas direcciones que revienten el proceso. Ojo porque el sectarismo y el oportunismo son dos caras de la misma moneda. Renunciar a batallar, es facilitarles a las direcciones reformistas que terminen reventando los procesos.

En Brasil pasa lo mismo, no dar batalla desde el Bloque de Izquierda contra el giro liquidacionista de la dirección mayoritaria del PSOL, es permitirle a esa dirección mayoritaria que logre reventar ese proceso de reagrupamiento. Y eso, no va a contribuir a construir ningún partido revolucionario.

Se ha discutido Venezuela, que daría para una charla. En Venezuela lo que hay, es una derrota del movimiento de masas. Hubo un proceso revolucionario que fue derrotado. Entonces, no se puede discutir nada que en primer lugar no parta de esto. ¿Qué fue lo que pasó? La derrota, es lo que explica el retroceso de los revolucionarios, de conjunto. Es más, podríamos discutir qué táctica utilizamos unos y otros. Yo para su información les digo que está escrito, nosotros nunca consideramos el gobierno de Chávez como nuestro gobierno. Ahora, lo que sí tenemos que discutir ahí es que, lamentablemente, todos hemos retrocedidos. Yo quisiera que me diga algo, algún compañero de la corriente del PTS, que dice que alguno de nosotros que participamos con todo en el proceso revolucionario, no crecimos por las tácticas que aplicamos. Los compañeros de la LTS/PTS, que no participaron del proceso revolucionario venezolano, ¿crecieron? Yo veo que son un pequeño grupo. No me vengan con que tienen muchos lectores, porque nosotros también tenemos, en Venezuela, muchos lectores en la página Aporrea que influenciamos nosotros. Estoy hablando de militantes. Son un pequeño grupo y se explica porque hubo una derrota. Ahora lo que tenemos que discutir es ¿cómo nos reagrupamos para enfrentar al gobierno de Maduro y a la derecha, algo que a algunos compañeros (lease PSL-UIT) les cuesta más. Hay que hacer un polo revolucionario para intervenir mejor, ahora que empieza a verse un poco de reanimamiento.

El tema del evolucionismo, en el terreno internacional, es peor. ¿Saben por qué? Porque no vamos a construir una gran internacional desde grupos fundacionales. Es importante hacer los grupos fundacionales, pero una gran internacional la vamos a hacer si empalmamos con grandes partidos. Y existen grandes partidos, pero tienen sus tradiciones propias, tienen su bagaje teórico y político. Partidos del trotskismo, con cuadros formados. Pero saben algo? No quieren que lo dirijamos los argentinos. Por ejemplo, nosotros empalmamos con La Lucha de Pakistán y no quieren que los dirijamos los argentinos, son un partido grande con 2000 militantes, con mucha elaboración, participa nacionalmente y tienen relación en todo el sub continente. Los compañeros del SEP, también una de las principales organizaciones de Turquía no quiere que los dirijamos. En Australia no quieren. Pero sí quieren sumar a una internacional en la que puedan discutir de igual a igual, sin partidos madres, sin nadie que les diga qué hacer. Quieren una nueva internacional, una nueva tradición y nosotros creemos que eso es lo que hay que hacer en este momento.

Para finalizar, yo le hago un aporte a los compañeros de Izquierda Diario. Nosotros, sinceramente, estudiamos Izquierda Diario, creemos que es un aporte. Ojo, no tenemos que negarnos todo. Es un aporte el que han hecho los compañeros y nosotros lo estamos estudiando, es una cosa muy interesante. La elaboración colectiva tiene que servir para eso a los revolucionarios, para que colaboremos entre todos. Ahora, les damos una simple opinión. No nos confundamos que muchos lectores quiere decir adhesión política a nuestro programa o que se relaciona con la militancia. Sigo creyendo en el leninismo, hace falta un partido estructurado que milite en la clase obrera, que lleve su periódico de papel, que haga el trabajo gris y cotidiano. Lo otro ayuda. Tampoco desde ninguna iniciativa de la izquierda vamos a superar a los medios burgueses tradicionales, que son los que arman el sentido común. Lo vamos a hacer con mucha militancia, con mucha estructuración, si acertamos políticamente.

Por último, nos hemos alegrado mucho en nuestra organización que haya compañeros como el PTS, incluso como el propio PO que hayan superado la soberbia de creerse que eran la única fuerza de izquierda. Hay muchos soberbios acá, nosotros tendremos nuestra cuota, pero hay otros que tienen otra. Haber abandonado la idea de que eran los únicos revolucionarios, fue lo que permitió que el MST entrara al FIT Unidad. Creo que saber que no somos los únicos, es la clave para avanzar en unidad entre todos nosotros.

Salgamos de aquí juntos, tratemos que hacer frentes de izquierda donde esté planteado, por supuesto que donde no esté planteado no lo vamos a lograr aunque quisiéramos. Pero hay lugares como España, Chile y Venezuela donde es posible dar pasos en este sentido. En Francia tenemos que discutir si podemos avanzar juntos. Ahora, salgamos en unidad a impulsar las luchas, a impulsar la unidad del clasismo y a impulsar la unidad política de la izquierda para batallar contra todas las variantes del sistema, contra el reformismo y contra la burocracia sindical. Muchas gracias.