Cele Fierro, Luciana Echevarría y Vilma Ripoll, en la Conferencia del FIT-U

Como parte de ir socializando en nuestra web la Conferencia Latinoamericana y de los EEUU del FIT-U que culminó el sábado por la noche, venimos publicando distintos aspectos del evento. Ya hemos reproducidos intervenciones de compañeres de diversos países en los paneles, también las resoluciones votadas y las intervenciones de apertura y cierre que a nombre del MST y la LIS realizó nuestro compañero Alejandro Bodart. En esta ocasión, dejamos para conocimiento de todas y todos nuestros lectores, las intervenciones realizadas en el plenario de la Conferencia por tres referentes del MST; Cele Fierro, Luciana Echevarría y Vilma Ripoll.

Intervención de Cele Fierro, dirigente del MST y referente del FIT-U (LIS)

Durante estos días y hoy también se debatió mucho sobre el rol de los distintos gobiernos en la región. De los de derecha, como Bolsonaro, Piñera, pero también sobre los falsos progresismos. En nuestro país, la izquierda estuvo en los últimos años en la primera línea de lucha contra el gobierno de derecha de Macri y, desde hace 7 meses, también estuvimos enfrentando la política que lleva adelante el gobierno del Frente de Todos. Volvió con un doble discurso recargado, porque mientras dice que defiende a los más vulnerables vemos que, desde que asumió, le rindió pleitesía, y lo sigue haciendo, al FMI, a los bonistas, beneficia a las corporaciones y ajusta a trabajadores, a los jubilados.

Con la llegada del coronavirus al país, hemos levantado una política completamente alternativa y opuesta a la que vienen llevando adelante los partidos tradicionales. Con el verso de “defender la salud y la vida”, fueron avanzando contra los derechos de las y los trabajadores. Esto se ve en el permiso que dieron para despedir, suspender, además de mandar a miles a las calles después de haber abierto actividades no esenciales. Tampoco garantizaron un ingreso universal de emergencia, justamente, para aquellas familias que por la cuarentena vieron cortados sus ingresos. De nuestra parte siempre hemos estado, siempre, luchando junto con las y los profesionales de la salud, que hoy siguen en la primera línea, y siguen reclamando que sean garantizados sus derechos, su salud y su vida. Acompañamos también a aquellos que luchan, como los compañeros y compañeras de LATAM contra el cierre, contra los despidos. Esta política del gobierno, permítanme decir, es sólo una muestra de lo que se viene, porque ahora se sientan a discutir la pospandemia con las grandes cámaras empresariales, la burocracia sindical, esa misma que negocio a espaldas de los trabajadores las rebajas salariales. Nada bueno puede venir para la clase obrera, si son esos sectores los que discuten por nuestros derechos.

El rechazo a la política mencionada, no viene solamente desde la izquierda. Hay chisporroteos adentro del Frente de Todos, pero fundamentalmente hay miles en la población que veían con expectativas a este gobierno. Sin embargo, están haciendo una experiencia muy rápida porque se van dando cuenta que, lejos de favorecer a las y los trabajadores trabajan para seguir favoreciendo a los sectores concentrados de la economía. Por eso no han avanzado con el impuesto a las grandes fortunas, con la expropiación de Vicentin, mucho menos en la nacionalización del comercio exterior. Además, en el marco de esta pandemia, han seguido beneficiando a los sectores empresariales que hacen negocio con la salud, en vez de pelear y avanzar en un sistema único, universal y gratuito para garantizar el derecho social a la salud a las grandes mayorías.

A lo dicho se agrega que, ahora, están discutiendo un nuevo blanqueo de capitales, porque como buen gobierno burgués defiende esos intereses. En ese marco, estamos convencidos compañeras y compañeros de que, en el mundo de rebeliones y revoluciones, son millones quienes cuestionan a este sistema desigual, la estructura del sistema capitalista. En nuestro país están haciendo la experiencia con este gobierno que, nuevamente quiere que la crisis la paguemos los y las trabajadores.

Por eso es que, más que nunca nos tenemos que seguir postulando y poniendo mucha fuerza en el FITU. Esta es la única alternativa política que defiende de verdad la vida de los trabajadores. Lo que no podemos permitir, es que sea la derecha quien tenga la iniciativa como hizo el 9 de julio con los banderazos y ahora con la preparación de uno nuevo para el 17 de agosto. Tenemos que ser nosotros, en las calles, quienes enfrentemos las políticas de Alberto Fernández y también a la derecha.

Es necesario que convoquemos a una gran acción de la izquierda, el sindicalismo combativo, de la juventud, del movimiento de mujeres y disidencias, de los organismos de DDHH, justamente para defender todos y cada uno de nuestros derechos. En cuanto a nuestro frente, compañeros, tenemos que avanzar en intervenir de manera común en la lucha de clases, en los gremios, en el movimiento estudiantil. Tenemos que discutir y resolver todos los debates democráticamente, incluidos los electorales, para garantizar una mayor democracia para que todo el mundo pueda expresarse, aportando y haciendo que se visibilicen sus ideas. Sólo de esta manera vamos a fortalecer al FITU para una salida favorable para las trabajadoras y los trabajadores, y siempre el camino por una sociedad socialista.

Intervención de Luciana Echevarría, diputada por Córdoba del MST en el FIT-U (LIS)

Voy a abordar, en el poco tiempo que tengo, un tema que no ha sido desarrollado y que para nosotros tiene una importancia decisiva. Esto tanto a escala mundial y en particular en Latinoamérica. Nos referimos concretamente al aspecto socioambiental de la decadencia del capitalismo en esta etapa y de la forma particular, que la acumulación capitalista asume en Latinoamérica mediante el extractivismo. Como definición podemos decir que es la modalidad, específica, de valorización capitalista que tiene como eje la mercantilización de la naturaleza, de todo lo vivo. Al servicio de bajar los costos de producción y de ampliar los márgenes de ganancia y de rentabilidad, de una manera absolutamente agresiva. Al punto tal que, entendemos que en esta etapa sería más correcto hablar del desarrollo de las fuerzas destructivas, de las que hacía referencia Marx.

En mi provincia, Córdoba, tuvimos una pelea tremenda contra Monsanto. Le significó una derrota histórica a esta multinacional, que buscaba instalarse en Malvinas Argentinas con el abal político de los distintos gobiernos, tanto nacional como provincial y municipal. Al mismo tiempo, es importante decirlo, los tres gobiernos eran de distinto signo político pero que, en este, como en tantos otros aspectos, coincidían completamente.

A lo largo de todo el país se están desarrollando luchas en contra de la mega-minería, del fracking, de la cementación. Esto da cuenta que, el movimiento de masas, está tomando cada vez más consciencia de las consecuencias nefastas que tienen estos métodos para la salud y para la vida. Por eso, toman en sus manos la lucha para combatirlos. En este marco, vemos con preocupación que alrededor de este tema, exista en la izquierda ciertos tabúes, lagunas teórico políticas, vacilaciones y, también, cierto dogmatismo. Decimos esto porque hemos tenido debates recurrentes con distintas organizaciones, incluso dentro de nuestro propio frente, sobre si, por ejemplo, el control obrero resuelve por sí mismo las lógicas depredatorias de ciertas modalidades productivas. Nosotros decimos que no. La concepción de que el desarrollo tecnológico es neutro y que todo depende de la clase social que lo administra, es equivocado. Está claro que estos modos de producción son contaminantes y destructivos en sí mismos. No hay control obrero que pueda impedir la lógica del carácter depredatorio del fracking o de la mega-minería.

Por lo dicho creemos que los socialistas, de manera categórica, tenemos que plantear la completa abolición de estas prácticas, de las industrias que las impulsan, en la transición hacia una matriz de producción socialista. Por su puesto, en base a la planificación democrática, a la participación directa de trabajadores y trabajadoras, y la expropiación de los resortes fundamentales de la economía. De lo contrario, estaríamos cayendo en una mirada productivista de izquierda, que termina siendo funcional a distintas variantes, incluso, del progresismo. En este campo, tienen absoluto consenso de clase con las variantes más reaccionarias y derechistas. Desde Lula hasta Bolsonaro, desde el macrismo al kirchnerismo. En este punto no hay grieta y polarización, tal como demostró la lucha contra Monsanto. Todas estas fuerzas políticas coinciden en profundizar este modelo extractivista que, además, representa dependencia neo-colonial para nuestros países.

Para terminar, desde la experiencia de construcción de nuestra Red Eco-socialista, desde la participación activa y protagónica de cada proceso de lucha en materia ambiental, queremos pensar y proponer respuestas por otro modelo de producción. Con una planificación agroecológica de todo el circuito de alimentación, con otra matriz de energías no contaminantes, por mencionar sólo unos aspectos. Esto es fundamental, en esta fase histórica, para todo programa que se pretenda anti-imperialista, anti-capitalista y socialista.

Intervención de Vilma Ripoll, dirigente del MST y Juntas y a la Izquierda (LIS)

Voy a intervenir haciendo un aporte sobre un aspecto de la situación, que es el rol que tienen las mujeres en los procesos de lucha y de rebeliones que cruzan en nuestro continente. La verdad es que, desde Chile, pasando por Colombia, llegando a Brasil, desde Estados Unidos hasta a Argentina, estamos en todas.

Somos el 40% de los trabajadores y tenemos reclamos como trabajadores. Y participamos en las luchas, en las luchas docentes, en las fábricas y en las luchas de salud, donde mis compañeras enfermeras y las médicas y las trabajadoras están en la primera línea, exponen la vida y tienen que bancar incluso patronales que las despiden por reclamar elementos de protección. Estamos también en la lucha de las trabajadoras de LATAM, que reclaman por su puesto de trabajo y estamos también junto a la juventud precarizada que ha llegado para quedarse.

Bueno, con desigualdades, en el 2015 apareció una ola feminista disidente que cruza el planeta. ¿Por qué? Porque el capitalismo en su crisis va contra todos los derechos, incluidos nuestros derechos de género. En respuesta a ese proceso surge la ola feminista más amplia, combativa, juvenil que cuestiona todo, cuestiona los gobiernos, la burocracia, la iglesia, los partidos patronales, absolutamente todo.

Su mayor expresión son las luchas que están llevando adelante, internacionalmente todos los 8 de marzo, que son paros. Es decir, tomando los métodos de lucha de la clase trabajadora.

En ese proceso que la pandemia atenuó, pero no paró, hay hitos. En Argentina, en Chile la lucha por el aborto, es decir, la ola verde es un hito. Por supuesto teniendo en cuenta en Argentina la trampa que nos ha trazado Alberto Fernández.

En Estados Unidos con las personas trans negras que han salido a la calle. En toda América, porque desde el Ni Una Menos que salió de aquí y llegó a Europa, hasta la coordinación de Marielle Franco en Brasil.

Esto nos plantea grandes desafíos, desde avanzar en las movilizaciones hasta construir una dirección revolucionaria, siempre con un programa de transición adecuado sin caer en el movimientismo oportunista ni en el economicismo sectario. Como es un movimiento policlasista, entonces debemos dar sistemática batalla política compañeros, desde una perspectiva de clase en contra de los sectores patronales, reformistas y el feminismo radical que muchas veces termina siendo funcional.

Si la izquierda revolucionaria se une logramos quebrarle el brazo, como pasa muchas veces en las actividades de coordinación en nuestro país. A la vez, hay una amplia vanguardia feminista que se expresa en contra del sistema y que además puede coincidir con nuestras ideas. Por eso nosotros vemos mucho espacio para fortalecer nuestro partido y creemos que, desde ahí, lamentablemente hay otras organizaciones que también pertenecen a movimientos de izquierda que están estancadas o han retrocedido, no es nuestra experiencia.

Nosotros desde Juntas y a la Izquierda en el Movimiento de Mujeres y desde Libre Diversidad que es el movimiento LGBTI, creemos que hay un avance que está asentado en tácticas de unidad enfrentamiento, en intervenciones audaces, en elaborar políticas y además creemos que hay que aprovechar la ola para construir partido.

Compañeros, para cerrar lxs invitamos a que el 28 de septiembre impulsemos una actividad común que sea por el aborto, en el día latinoamericano y del caribe, que vallamos contra la unidad de la iglesia y el Estado y por la anulación de los subsidios de toda educación religiosa. Esos son los desafíos.