Editorial de Cele Fierro: Vicentin y la impotencia del progresismo
Dejamos a continuación, para conocimiento de todas y todos nuestros lectores, el video de la editorial que realizó anoche Cele Fierro, en su programa “Dar Vuelta Todo” que se emite todos los martes a las 20hs por las cuentas de Facebook y Youtube del MST en el FIT Unidad. También te dejamos la versión desgrabada de esta editorial política.
#DarVueltaTodo | Vicentin: la impotencia del progresismo
Vicentin: la impotencia del progresismo ?Entre decretos que anulan decretos, amagues de expropiaciones, salvataje a empresarios, vemos cómo los límites del progresismo ceden -una vez más- ante otro miserable. En la editorial de #DarVueltaTodo, lo debatimos ?? Recordá! Todos los martes a las 20 hs, no te pierdas #DarVueltaTodo por las cuentas de Facebook y YouTube del MST Movimiento Socialista de los Trabajadores
Posted by Cele Fierro on Wednesday, August 5, 2020
Ganó Vicentín por la impotencia del progresismo. En la ultima semana volvió a ser noticia Vicentín, ya que el presidente saco un nuevo decreto para anular el decreto que proponía la intervención de esta empresa estafadora. Quiero proponerles una reflexión, para que este hecho no quede como un acto administrativo más. Porque no lo es. Es una metáfora de una concepción, un proyecto, una política. Repasemos un poco.
Vicentín, una de las empresas lideres en el sector agroexportador, ganó con todos los gobiernos. Gano con Néstor, ganó con Cristina, ganó con Macri. Y en el ultimo período del macrismo, se zarpó. Recibió prestamos millonarios de fondos del Estado completamente injustificados, podríamos decir obsceno hasta para la propia lógica capitalista. Cuando se conoció el fraude y la empresa se declaró en quiebra, hubo reclamos de sus propios trabajadores y el Estado planteó una intervención. Una intervención que no fue. Y ahí empieza la metáfora que nosotros planteamos como “La impotencia del Progresismo”.
Se pasó de una conferencia de prensa sobreactuada donde presentaban la intervención y la expropiación, a un “ni loco nos metemos con la propiedad privada”. Después, un proyecto “superador”, que era el del reaccionario Perotti. De ahí, se empezaron a escuchar los cacerolazos, los banderazos y la enorme iniciativa mediática que tuvo la derecha, en defensa de Vicentín. Fue en ese momento en el que empezó el retroceso. El ir cada vez mas atrás, y llegó el decreto. Deróguese la intervención. ¿Pero porque sucede esto? Nos parece importante poder charlar justamente, porque se da marcha atrás. ¿Es como plantean que no hay fuerza para enfrentar a la derecha? ¿Es que no están las condiciones dadas para enfrentar a estos sectores económicos? ¿O es como dice Grabois o Santoro, que tener iniciativas en contra de ellos es hacerle el juego?
Quiero serles franca. El caso Vicentín, muestra los limites del progresismo. Su techo bajito. Porque muestra esta impotencia para dar respuesta a las crisis como la que estamos viviendo ahora, en el medio del COVID. El progresismo, es decir este proyecto que se plantea como un capitalismo distributivo, el capitalismo antineoliberal, es para tiempos cortos, excepcionales, donde hay una relación directa con la situación económica a nivel mundial, fundamentalmente para países como el nuestro que son semi coloniales. Tiene que estar dado en una situación donde hay viento de cola, mayores precios en los comodities. Y de esa forma caigan algunas migajas de los países centrales a los nuestros. Bueno, esa situación no es la que se da hoy, y es la que hace que los progresismos se derritan. Y es también en estos momentos de crisis capitalista que los grandes grupos concentrados de la economía vuelven a mirar por que parte cortar el hilo, y es siempre por la parte más delgada. Es siempre por los sectores de trabajadores, por los sectores sociales vulnerables. Y en estos momentos, el poder político tiene dos caminos para seguir: o se sigue avalando ese negociado, se siguen avalando los ajustes, la explotación; o se los enfrenta, se va en contra de estos sectores que quieren hacer que nuevamente la crisis la paguen los trabajadores y se pone, fundamentalmente como la prioridad, la vida de quienes viven de su trabajo.
El caso Vicentín es eso. La derecha agita, se moviliza a los grandes medios de comunicación y el progresismo, cobarde, agacha la cabeza. Pero ojo, no es solamente Vicentín, es una concepción. Pasa lo mismo con LATAM, una multinacional multimillonaria que hasta hace 90 días repartía dividendos entre sus accionistas, ahora quiere cerrar la persiana y dejar en la calle a más de 3000 familias. Y el gobierno dice que no puede hacer más nada. Entonces yo me pregunto ¿Para que sirve el poder político? ¿No sirve fundamentalmente para defender los derechos básicos del eslabón más débil: las y los trabajadores? Entonces no es ni Vicentín, ni LATAM, es una concepción, ese techo bajito que decía que tiene el progresismo, porque no tienen ni la etiqueta de progresistas y de populares. Es un modelo capitalista que no quiere salir de los límites de este sistema, y por eso defiende los intereses de su sector.
Aquellas compañeras y compañeros que ven con mucha desilusión el camino que esta llevando adelante el gobierno, les decimos con claridad. Que es desde la izquierda que levantamos una posición concreta, no dogmática ni abstracta, que ante estos casos, ante cada uno de esos casos, la propuesta concreta es defender los derechos de las y los trabajadores, de las mayorías. Ante estas empresas, lo que proponemos es la expropiación. Proponemos que pasen a manos del Estado y que sean controladas por sus trabajadores. Esas son medidas que un gobierno y el poder político con una decisión de avanzar en el sentido de justamente defender los derechos de las mayorías, no tendría ningún tipo de ambivalencia en relación a ir para un lado o para el otro y terminar siempre beneficiando a los mismos. Por eso un proyecto político que defiende los derechos del 99%, se tiene que encargar de concientizar, informar en el sentido de seguir movilizando a la población y haciendo que se comprenda por todos lados que el capitalismo, este sistema, está todo mal. Y de esta forma tendríamos la fortaleza y la movilización de miles y miles enfrentando a aquellos que quieren que la crisis la sigamos pagando las mayorías. Que son los sectores empresariales, la burguesía, los partidos patronales. Este proyecto es el que levantamos desde la izquierda y el que tenemos que fortalecer justamente para que de una vez por todas tengamos un gobierno que sea de las y los trabajadores, que defienda nuestros derechos y no los intereses de ese 1%.