Neuquén: no a la represa en el río Nahueve

Escribe Liliana Lopez

Durante la pasada semana se presentó un Recurso Ambiental Colectivo para que se suspenda la construcción de la llamada Represa de “Aprovechamiento Multipropósito” sobre el Río Nahueve, en el norte neuquino. Proyecto desarrollado por el gobierno provincial del MPN y sus organismos ejecutivo y legislativo, a espaldas de les pobladores y de las comunidades directamente afectadas y de todes les que venimos trabajando, denunciando y defendiendo el agua, los territorios, los bienes comunes, avasallando y violando diversos derechos humanos universales y del ambiente.

Es sabido que las centrales hidroeléctricas generan cambios y graves perjuicios en el ecosistema, incidiendo en las condiciones climáticas, en la flora y en la fauna autóctona, en el caudal de los ríos, en la calidad del agua, además del impacto ambiental y socio-económico, familiar, laboral, cultural y arqueológico para las personas, grupos y pueblos. No se pueden dejar de mencionar las altísimas inversiones que exige su construcción, funcionamiento, mantenimiento y distribución de la energía, llamando la atención que ella no estaría destinada ni siquiera a esas poblaciones, sino a intereses extractivistas.

La producción capitalista ha prosperado desde hace siglos mediante la explotación de la naturaleza, como fuente “inagotable” de recursos para convertirlos en mercancías, sin importar los efectos devastadores sobre la cantidad y calidad de la tierra, el agua, el aire, la vida silvestre, etc., etc. Desde la Red Ecosocialista y el MST creemos que esa contradicción capital-naturaleza requiere ser superada para poder avanzar en un desarrollo energético que considere y desarrolle otras fuentes renovables alternativas de energía que contemple modalidades de consumo y de producción sostenibles, fomentando el uso eficiente de los recursos y de la energía, reduciendo la degradación y la contaminación y posibilitando el desarrollo digno y pleno de la sociedad. Es decir, cambiar la matriz productiva, decidiendo democráticamente qué, cómo y para qué producir.