Córdoba: del fuego, el humo y las cenizas a la lucha en defensa del ambiente

La ciudad amaneció con una niebla oscura. Al respirar, el olor delataba que no se trataba de humedad ambiente, sino del humo y las cenizas que bajaron desde las sierras para recordarnos que lo poco que queda del monte nativo está en llamas.

Los incendios están en las noticias desde el fin de semana en que desbordaron,  destrozaron viviendas y provocaron más de 150 evacuados. Son los más grandes de los últimos 12 años. Todavía no se puede calcular la pérdida total porque el fuego, pese a los esfuerzos de bomberos -que increíblemente siguen siendo voluntarios-, continúa ardiendo.

Con la indignación de saber que, mientras las sierras siguen en llamas, los gobiernos nacional y provincial quieren profundizar el modelo extractivista que provoca estos desastres ambientales, nos convocamos desde las 8 de la mañana en Plaza España.

Distintas organizaciones socioambientales y de izquierda salimos a la calle para exigir la Emergencia Ambiental, un freno inmediato al desmonte y las quemas en los humedales, bosques y montes nativos, rechazar el acuerdo con China para instalar megafábricas de cerdos y en contra de la megaminería. Convocamos en el mismo día en que también lo hacían muchas ciudades del país, como parte de una jornada nacional de lucha ambiental.

Desde Plaza España marchamos hasta la sede local del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, para hacer una vigilia que duró hasta las 20hs con carpas, música,  intervenciones y hasta un alto guiso vegano. Si bien hubo un intento por parte de la Policía de Córdoba de desmovilizar, amenazando con imputaciones, para que sólo se corte media calzada frente al Ministerio, por unanimidad las agrupaciones socioambientales y la izquierda decidimos hacer valer nuestro reclamo y cortar toda la calle. Y lo logramos.

Además, pudimos hacer que desde el Ministerio nos reciban para presentarles una carta elaborada colectivamente, donde exigimos información sobre el acuerdo con China por las granjas de cerdos. También planteamos la necesidad de un cambio en el modelo productivo por la agricultura agroecológica, sin maltrato animal y que respete nuestro derecho a la salud.

Nos indignó la respuesta de las autoridades: dijeron que esperaban con ansias ese acuerdo porque traería más trabajo y producción. ¡Una gran mentira! Sabemos bien que el extractivismo no genera más puestos de trabajo, sino que trae más contaminación y destrucción del ambiente. De todas formas, se comprometieron a darnos información sobre cómo será el acuerdo en Córdoba y alguna respuesta a nuestras demandas.

No somos ingenuos. Sabemos que no podemos confiar en gobiernos que nos quieren vender como catástrofes del cambio climático lo que en realidad es una expresión más de un sistema que prioriza la ganancia empresarial por encima del ambiente y nuestras vidas. Por eso, seguimos organizando toda esta bronca, sabiendo que la movilización es el único camino. Así fue como echamos a Monsanto y frenamos la Ley de Bosques de Schiaretti o la autovía de montaña. Y de esta forma tenemos que seguir luchando por un modelo productivo completamente diferente al que hoy nos deja saqueo, destrucción y contaminación. Queremos una producción planificada democráticamente, sustentable, que cuide la salud, la vida y el ambiente. En definitiva, un modelo ecosocialista. En ese camino seguimos andando.