Trump ¿Nobel de la Paz?

Por segunda vez consecutiva el legislador noruego, Christian Tybring-Gjedde, del Partido del Progreso, nomina a Trump candidato. Ambos comparten su odio por los inmigrantes y promueven un capitalismo ultraliberal.

No es fake news, Trump vuelve a estar entre los elegidos para el premio Nobel de la Paz que se entregará en 2021, en pocos minutos los memes y el repudio se hizo viral. El enorme rechazo que generó en millones de jóvenes que un racista y pro bélico sea premiado en nombre de la paz entre los pueblos, no tiene precedentes.

La postulación al premio la realizó, Christian Tybring-Gjedde, un adherente de  las políticas antiinmigrantes y racistas, actualmente es legislador noruego. La justificación es el papel de mediador que ha jugado Trump entre el acuerdo alcanzado entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, que será firmado en los próximos días. Otra de las similitudes que ambos protofascistas comparten es la defensa de estado genocida de Israel y los crímenes del sionismo sobre el pueblo palestino. En las redes sociales expresó “Ahora es de esperar que el Comité Nobel sea capaz de considerar lo que Trump ha logrado internacionalmente y que no tropiece con los prejuicios establecidos contra el Presidente de los Estados Unidos”. Además sostuvo que: “…ha intentado crear la paz entre las naciones más que la mayoría de los nominados”.

Recordemos que Trump viene de convocar en sus actos electorales a referentes de las agrupaciones políticas que reivindican la supremacía blanca, y que ha promovido un enorme apoyo al gobierno israelí de Netanyahu trasladando la embajada estadounidense a Jerusalén, lo cual generó un enorme malestar en la población palestina y el mundo entero.

Un provocador del odio racial y liberal  

Es por eso que la nominación de Trump, además de bizarra, merece el repudio total a quienes la justifican y la avalan. El organismo internacional de premiar a noveles luchadores de la paz debería rápidamente retractarse si sus intenciones son genuinas, pero los hechos de la realidad exponen que sus intereses son antagónicos a la paz entre los pueblos del mundo entero.

El gobierno de Trump desde hace año viene incentivando una confrontación bélica con China, la llamada guerra comercial tuvo puntos álgidos y no se descartan mayores provocaciones entre ambos. Recientemente dejó de financiar a la OMS en un claro mensaje de confrontación con el régimen autoritario chino, pero que en plena pandemia mundial aceleró las hipótesis conspirativas y anticuarentena.

En el plano interno ha celebrado la represión de la Guardia Nacional contra el movimiento Black Lives Matter y sigue insistiendo en la construcción de un enorme muro en la frontera con México para “frenar la inmigración ilegal y dar fuerza su política de “tolerancia 0 con la inmigración”. En el mes de junio había publicado en sus cuentas oficiales de redes sociales un video con canticos supremacistas blanco y que luego tuvo que borrar. Todos elementos que exponen su carácter de protofascista y la necesidad de que colectivamente lo tiremos al basurero de la historia universal.

Por último, cabe mencionar que los Premios de la Paz pocas veces premiaron a personalidades dedicadas a llevar adelante un real esfuerzo universal por el cese de la violencia. Desde hace años las nominaciones resultan ser un verdadero escándalo y rozan lo bizarro. Por ejemplo en 1973 fue premiado Henry Alfred Kissenger, político estadounidense dedicado a las relaciones internacionales, un instigador del golpe militar de Pinochet sobre el gobierno democrático de Allende y que ayudó a terminar la guerra de Vietnam para evitar más desprestigios que por salvar vidas. En el año 2009 fue Barack Obama con un gran cinismo, el apodado “señor de los drones”, por financiar y avalar la mayor cantidad de bombardeos por aviones no tripulados en Medio Oriente, obtuvo el premio.

Gaston Baldomir