UNPA: decisiones tardías a necesidades urgentes

Desde hace varias semanas las autoridades universitarias vienen llamando a reuniones con las agrupaciones estudiantiles, y recientemente con todos los claustros del co-gobierno universitario para poder debatir y llegar a acuerdos con respecto a las medidas que se llevarán a cabo durante este cuatrimestre. También venimos en asambleas constantes y reuniones abiertas entre estudiantes y agrupaciones para decidir democráticamente cómo intervenir.

En principio, las demandas inmediatas del estudiantado para poder rendir finales fueron cubiertas. Esto es un logro de nuestra insistencia y participación activa en cada espacio de debate. Sin embargo, hay otras que no han sido resueltas, o lo fueron parcialmente. Un claro ejemplo es la entrega de 45 tablets (recién en septiembre) cuando son 180 los estudiantes inscriptos para recibir algún equipo desde que trasladaron la educación a la virtualidad. También está el hecho de que aún no se ha realizado el informe oficial de la cantidad de estudiantes que han dejado de estudiar. Ni hablar de la negativa por parte de rectorado a ampliar las fechas de vencimiento de las materias, que si bien se han trasladado para febrero/marzo 2021 es insuficiente y produce una acumulación preocupante de finales. En definitiva, van cediendo a las presiones del estudiantado organizado, pero de a poco y de manera retrasada, insuficiente e ineficiente. Algo inadmisible en un contexto de crisis.

Para acceder a la educación se necesita mayor presupuesto universitario

Estas respuestas parciales se deben a las críticas que venimos realizando desde hace tiempo a las decisiones unilaterales e inconsultas de las autoridades y son fruto de la presión que hemos realizado incansablemente, pero no nos debemos dejar engañar. No sólo porque las reuniones no son resolutivas (las decisiones siguen pasando por el consejo de unidad y superior), sino porque no tienen una intención política de realizar todo lo necesario. Analicemos:

-En una reunión con las autoridades de la Unidad Académica de Río Gallegos, se trataron las cuestiones de conectividad, computadoras, becas económicas y para personas trans y la situación de la residencia universitaria. EL resultado: apenas 5 becas para identidades trans para toda la UNPA, entrega tardía e insuficiente de tablets y varios estudiantes esperando para ver si logran obtener una plaza en la residencia (ya repleta). ¿Por qué no se pueden incrementar la cantidad de becas? ¿Por qué no se entregan los equipos necesarios? ¿Por qué no se invierte en aumentar la oferta de plazas de la residencia universitaria ante el incremento de la matrícula? La respuesta a todas estas preguntas es la misma: El presupuesto no alcanza.

-En reuniones de escuelas asesoras y en el Consejo de Unidad saltó otro tema importante: la falta de plantel docente. Docentes que renuncian, docentes que no logran acaparar la cantidad inmensa de estudiantes a distancia, docentes que se jubilan. Si bien es necesario replantear la distribución de cargos, cuando nos preguntamos por qué hay escasez de docentes la respuesta es la siguiente: el presupuesto no alcanza.

– La dificultad para decidir cómo y cuándo tomar los finales se debe a una misma traba: falta de personal no docente, que se encuentra desbordado de tareas por la gran exigencia que tienen. Es este el gran limitante, junto a la falta de docentes, obviamente. Si la limitante es la falta de licencias y de recursos humanos ¿por qué no se incorpora más plantel administrativo para agilizar y disminuir el exceso de trabajo? La respuesta que nos dieron fue la misma: falta de presupuesto.

-Vamos más atrás aún, antes que inicie la pandemia. En la UARG estaban preparando un paquetazo de aumentos de hasta 500% en los precios del comedor, y otros aumentos más en la fotocopiadora. ¿A qué se debía esto? La universidad no podía mantener a raya los precios debido al insuficiente presupuesto universitario.

Ante  cada problema que existe, el factor común que impide solucionar las necesidades de la comunidad universitaria es el mismo: la falta de presupuesto universitario.

Esto no es un descubrimiento revelador, ni tampoco es producto de la pandemia. El presupuesto fue recortado durante el gobierno de Juntos por el Cambio con complicidad del CIN, el PJ y el kirchnerismo, y fue congelado bajo el gobierno del Frente de Todos. Es decir, un recorte “neoliberal” de Macri que ahora Fernández mantiene congelado. Para ajustar no hay grieta. Y menos aún en la disputa política que hay entre rectorado y decanato. Lo que hizo la pandemia fue empujarnos a una educación no presencial, revelando y profundizando la crisis que atraviesa la educación.

Ante los reclamos, sigamos organizadxs

Todas estas cuestiones las hemos dejado siempre en claro: hay que enfrentar el ajuste y organizarnos para conquistar un aumento del presupuesto universitario. Sin esto, es imposible garantizar un acceso real a la educación pública, gratuita y de calidad. Para organizar esta lucha es necesario fortalecer una agrupación combativa, independiente de las autoridades, que impulse la participación democrática  del estudiantado y que se plante ante el ajuste del gobierno nacional  y del provincial. Es la única manera de defender la educación pública. A lo largo del año, cuando las autoridades universitarias calificaban de imposibles e irresponsables los reclamos estudiantiles, fue la lucha organizada la que  logró que fueran cediendo y terminaran atendiéndolos. Para seguir y profundizar este camino  te invitamos a ser parte de la Juventud Socialista del MST.

Javier Martínez