Editorial de Cele Fierro: lo esencial es invisible al Estado

Compartimos la Editorial de Cele Fierro, en su programa de anoche «Dar Vuelta Todo». Allí profundiza sobre el alzamiento policial y explica nuestras opiniones y propuestas. Te dejamos su video y el texto desgrabado a continuación

?Editorial de #DarVueltaTodo: Lo esencial es invisible al Estado

Lo esencial es invisible al EstadoEl conflicto con la policía bonaerense destapó un debate crucial de la actualidad: ¿qué hacemos con las fuerzas de seguridad y militares en el país? ¿Por qué el gobierno cedió tan rápidamente a su reclamo? En la editorial de #DarVueltaTodo, lo abordamos. A estas fuerzas, no hay reforma que las cambie.

Posted by Cele Fierro on Tuesday, September 15, 2020

La bonaerense esa que, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, venimos denunciando por la desaparición y muerte de Facundo, por el asesinato de Lucas y tantos más, en la última semana dio un paso más para mostrar que no es la policía de cercanía que algunos sectores del gobierno trataban de vender.

La semana pasada una parte de los agentes de la bonaerense salieron a protestar en varios puntos del conurbano y luego un sector decidió rodear, armados y usando los patrulleros la Quinta de Olivos, para exigir un aumento salarial. Pero esa razón en realidad esconde que también pedían el fin de las «represalias» algo que huele a impunidad frente a los crímenes en su accionar represivo. Una actitud corporativa para defenderse entre ellos porque no es un policía suelto el que mata, reprime y desaparece; es toda la institución

Todo esto se produce después de que Berni, pero también  Kicillof y Alberto arengaran y elogiaran a la bonaerense desde el comienzo de la pandemia. Con videos institucionales, discursos y un desembolso millonario, incluso después de la identificación del cuerpo de Facundo.

Los policías de la provincia de Buenos Aires fueron viendo que el gobierno le daba vía libre para actuar, los declaraba esenciales contra la pandemia y contra la inseguridad, les daba el control de la cuarentena. Aunque todos sabemos que la policía es parte del problema: transan con las mafias, coimean, liberan zonas y hacen negocios con los narcos, desarmaderos y proxenetas. Ese delito económicamente organizado prospera gracias al amparo del Estado. A veces la cana hasta obliga a los pibes a robar para ella, recordemos por ejemplo el caso de Luciano Arruga, que se negó a hacerlo y lo terminaron matando. Y lo mismo el sistema penitenciario que en vez de ayudar a la reinserción social, alienta más delito y violencia.

El gobierno siguió la misma línea toda la cuarentena; empoderar a la yuta. Y es por esto que desde la izquierda y los sectores de Derechos Humanos lo dijimos desde le inicio, advertimos una y otra vez del poder que le estaban dando y del intolerable crecimiento de la violencia policial durante el aislamiento,y ahora el presidente y Kicillof en vez de enfrentar a estos sectores reaccionarios decidieron concederle cada uno de sus reclamos,  y la pregunta es ¿por qué? Y saben porqué lo hacen; porque saben que necesitan a la policía para reprimir la resistencia al ajuste que ya están aplicando. Y que todo hace entender que se va a profundizar con la reducción del gasto público que implica pagar la deuda que quieren seguir pagando. Y por supuesto la necesidad de reactivar la economía en la pospandemia.

Esta orientación queda muy clara con ver la represión por ejemplo, en una toma de tierras en La Matanza porque los vecinos se negaron a pagar una coima a la bonaerense o la represión que realizaron a vecinos que se manifestaban contra la planta contaminadora de Klaukol, al mismo tiempo que reclamaban el aumento salarial.

Para poder justificar esta entrega frente a la presión mafiosa de los miembros de esa institución represiva, sectores cercanos al gobierno que llegaron a hablar de una situación crítica y compararon esta movilización con un golpe de Estado. Si esto realmente hubiera sido así en vez de dar todo lo que pedían estos sectores todo lo que pedían, el gobierno debería haber llamado a una amplia movilización para demostrar que no hay lugar para ceder a presiones antidemocráticas, en nuestro país hay reservas de sobra para hacer este tipo de acciones. Pero además junto a esto tendría que haber empezado por desmantelar la cúpula del aparato policial empezando por el ministro Berni. Pero no, cedieron al chantaje en toda la línea. Porque no hubo tal ataque a esta limitada democracia. Y ceden porque buscan tener lo más aceitado que puedan al aparato represivo.

Las Fuerzas Armadas y policiales no traen ninguna “seguridad” para la gente, solo mantiene la seguridad del delito, están para  reprimir a la clase trabajadora, a esta juventud rebelde y a todo el pueblo para ayudar a  los políticos tradicionales a defender la propiedad privada capitalista.

No es nuevo que cuando se  agudiza la crisis, los gobiernos burgueses tienden a acentuar sus rasgos autoritarios, represivos  y a reforzar el rol policial y militar para el control social.

Nosotros somos claros, no hay solución para esta fuerza, no van las reformas. A esta policía, tal como a las demás fuerzas de seguridad y militares, hay que disolverlas.

La policía es una de las fuerzas represivas del Estado, del orden social impuesto por los capitalistas. En ese sentido, como decía Trotsky “el obrero, convertido en policía al servicio del Estado capitalista, es un policía burgués y no un obrero”. Y los revolucionarios,  revolucionarias si debemos tener una política hacia la policía, las fuerzas armadas y de seguridad, en el camino de debilitarlas, dividirlas, neutralizarlas y derrotarlas. Y es por eso que lo que proponemos es de fondo hacen falta otras instituciones de seguridad, preventivas y no represivas, democráticas, con participación y control social y por supuesto tiene que tener como una de sus primera leyes prohibición de reprimir la protesta social.

En lo inmediato, rechazamos el megaplan Centinela. Alberto, ya nos dijo que hay que “dar vuelta la página” de la dictadura genocida, ya elogió una y otra vez a las FF.AA, ahora despliega más policías y gendarmes en los barrios populares, aumenta el salario y las equipa con 38 mil millones, a eso nosotres decimos que no!  Y rechazamos todo este plan.

En su lugar nos preguntamos; ¿y las y los esenciales? ¿No es a ellas y a ellos a quienes hay que aumentarles el salario? ¡Claro que sí! Por eso proponemos que hay que otorgarles ya mismo un aumento general de salarios a todas y todos los trabajadores, en especial a los profesionales de la salud y por supuesto aumentar el presupuesto. Porque para la primera línea, tenemos que dar todo, porque la pandemia no paso y seguro no la resuelve la yuta.