Informe Covid: 11.674 casos nuevos y 264 fallecidoss

Según el Ministerio de Salud de la Nación, en el día de hoy se contabilizaron 11.674 casos nuevos positivos para COVID-19 y 264 personas fallecidas.

El total de infectados en todo el país asciende a 589.012. La muerte avanza con prisa y sin pausa siendo la suma de fallecidos 12.116.

El 64,7% de los contagiados corresponde a la circulación comunitaria. Actualmente hay 3.118 personas internadas en Unidades de Terapia Intensiva. La ocupación de camas en dichas unidades es del 59,9% a nivel nacional y 68,2 % en el AMBA.

Mientras la pandemia no cede en el mundo y hablan de la segunda ola, en Argentina el sistema de salud entró en la franja cercana al colapso. De hecho todos los días escuchamos más casos en provincias del interior en donde no se puede internar a pacientes en camas de terapia intensiva. El problema es solo la punta del iceberg: la falta de inversión en fortalecer tanto en recursos humanos, infraestructura e insumos al sistema de salud. Agosto marcó un salto inmenso en la cifra de contagios y fallecidos.

La cuarentena se fue flexibilizando desde el comienzo ante la presión de los capitalistas, abriéndose actividades no esenciales sin un aporte económico suficiente para las familias, por lo cual cientos de miles de personas han tenido que salir a las calles para ganar el sustento diario como cuentapropistas, empleados de comercio, obreros de la construcción y trabajadores de las más de 90 % de fábricas abiertas. Como venimos diciendo desde el comienzo de la pandemia, son necesarias medidas sociales para garantizar un aislamiento real, de manera que disminuya el riesgo de contagio de las personas que en estos momentos circula para ir y volver de sus trabajos. Hay que volver a la lógica de que sólo funcionen las empresas esenciales y con protocolos para la seguridad de los y las trabajadoras, impidiendo así contagios masivos. Tal es el caso de Coto o Ledesma, de las empresas con mayores contagios.

Son los y las trabajadoras las que todos los días ponen el cuerpo en la calle y en los puestos de trabajo y quedan así a expensas de un virus que no perdona y que hace carne de cañón de cuerpos estresados y mal alimentados.

El personal de salud fallecido asciende a 120, siendo más de 31.000 los que han contraído el virus en todo el país. El número crece exponencialmente poniendo en peligro la atención en el sistema. El cansancio extremo hace que nuestros trabajadores hospitalarios estén al borde de sus fuerzas, ante jornadas largas y extenuantes, con dos o más guardias por semana para reemplazar a los compañeros que están haciendo cuarentena u hospitalizados. También quienes tienen poliempleo, debido a los magros salarios que perciben actualmente. Así, una enfermera por ejemplo corre de una clínica a otra, o a residencias geriátricas.

¿Y el aumento para los trabajadores de salud? De eso no se habla. Sí hubo dinero para engrosar fuertemente los bolsillos de la policía, a quienes necesita para reprimir cualquier resistencia o protesta de un pueblo cansado de que los gobiernos prometan y no cumplan. ¿De qué otra manera puede entrar el ajuste sino es con represión?

Argentina es el 4° país a nivel mundial en cuanto a nivel de fallecidos y en el puesto 10° de países con mayor cantidad de infectados. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera (cifras al día de ayer):

 

 

 

 

 

Estados Unidos – 6.821.533

India – 5.115.893

Brasil – 4.419.083

Rusia – 1.079.519

Perú – 738.020

Colombia – 728.590

México – 676.487

República de Sudáfrica – 653.444

España – 614.360

Argentina – 577.338

El Ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, dijo que “debemos aprender todos a recuperar actividades que necesitamos recuperar pero hacerlo de manera segura” y luego recordó las medidas de prevención de distancia, lavado de manos, tapaboca, etc. O sea, la responsabilidad  sigue siendo de las personas. ¿Qué actividades necesita recuperar, cuando ya prácticamente están todas abiertas?

El secretario de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Gutiérrez, dijo hoy, en la apertura de la 75° asamblea, que “el coronavirus está fuera de control”. Con palabras el virus no se detiene.

A nivel mundial los contagiados suman ya casi 28 millones, liderando el ranking Estados Unidos con la mayor cantidad de casos con más de 6 millones y casi 200.000 personas fallecidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en Europa se espera un rebrote para octubre y noviembre, que la vacuna no será la solución y que esta no será la ultima pandemia, por eso insta a los gobiernos del mundo a invertir en los sistemas de salud públicos. Los gobiernos, sordos y mudos. Sí levantan las banderas de esta o cual vacuna, acomodando los negocios multimillonarios de los laboratorios.

El gigante farmacéutico AstraZeneca anunció el pasado sábado que reanudó sus ensayos clínicos para la fabricación de la vacuna contra el COVID-19, luego que fueran interrumpidos debido a que un voluntario en el Reino Unido sufriera una reacción neurológica adversa. Nueve laboratorios son los que están en la loca carrera de quién la concluye antes y puede sacar mejor tajada. Esta posible vacuna, la que llegaría a Argentina.

El reporte nacional es el siguiente:

Buenos Aires: 6078

CABA: 813

Catamarca: 21

Chaco: 122

Chubut: 94

Córdoba: 691

Corrientes: 17

Entre Ríos: 125

Formosa: -2

Jujuy: 305

La Pampa: 39

La Rioja: 125

Mendoza: 682

Misiones: 3

Neuquén: 189

Río Negro: 232

Salta: 319

San Juan: 0

San Luis: 25

Santa Cruz: 84

Santa Fe: 1149

Santiago del Estero: 59

Tierra del Fuego: 46

Tucumán: 458

 

A 180 días del comienzo de la cuarentena, desde el MST seguimos insistiendo denodadamente que es imperioso que el gobierno tome las medidas económicas pertinentes que necesita la población para poder quedarse en casa y realizar así una cuarentena real con las necesidades vitales cubiertas, sin la preocupación de salir a la calle a ganar el sustento diario. Sin dilaciones se debe atacar de lleno la curva de contagios, cerrando toda actividad no esencial, testeando ampliamente y unificando el sistema de salud público y privado en uno solo de excelencia. Subsidio universal al desocupado y monotributista de $50.000, prohibición de despidos con penalizaciones fuertes para quienes no lo respeten. Aumento urgente para los y las trabajadoras de salud. Todas acciones más que posibles, si dejan de pagar la fraudulenta deuda o ponen un serio impuesto a la riqueza, no el chiste del “aporte solidario” a sólo 12.000 personas. Basta de mentiras y falsas soluciones. Las responsabilidades no son individuales, son del Estado. Estado ausente para les trabajadores y bien visible para las corporaciones y los capitalistas. Deberá dar cuenta de todas las acciones y de las omisiones también.

 

Tomás Vázquez