21S: Enfermería persiste y resiste

El 21 de setiembre se vertirán ríos de tinta y millones de palabras sobre la enfermería. La gran mayoría con mucha hipocresía. La pandemia del Covid-19 puso al desnudo la crisis de los sistemas sanitarios de los diferentes países. Los planes de ajuste y las políticas privatizadoras aplicadas gobierno tras gobierno fueron desgastando el sistema de salud, pero la pandemia definitivamente lo hizo colapsar. 

El sistema público en nuestro país esta desfinanciado, fragmentado, con un sector privado que se encuentra en expansión, con un gobierno que prioriza las ganancias capitalistas, dejando de lado al equipo de salud que se encuentra desjerarquizado en salarios y condiciones laborales.  Con estos graves problemas estructurales se enfrentó la pandemia.

Pero no hay batalla que esté perdida, si hay una clase trabajadora decidida a luchar. Y ahí estamos nosotrxs, lxs protagonistas de esta pelea, el personal de enfermería, que estuvimos  desde un principio en primera línea y que con orgullo, este 21 de septiembre, llenaremos calles y abrazaremos centros de salud en defensa de nuestros derechos.

Pero… ¿qué significa ser enfermera?

Ser enfermera es un orgullo difícil de explicar.  Es difícil porque a un enfermero o a una enfermera, nos reconforta hasta un mínimo gesto de algún paciente. Sabemos que somos parte de la recuperación de miles de personas y eso no tiene precio porque estamos ahí, en los peores momentos y situaciones más críticas. Tenemos la suerte de que los pacientes no se olvidan nunca de nuestro trabajo, de nuestras palabras de aliento y de nuestra forma de acompañar. En algunos momentos nos convertimos, quizá sin querer, en una madre o padre que cuida de sus hijxs con amor, dedicación y cuidado o una amiga que escucha y da alivio a su dolor, porque sabemos que eso es lo que necesitan. El personal de enfermería es ese que te da la bienvenida al mundo cuando apenas naces, que te acompaña en tu crecimiento, te previene de las enfermedades y está presente a lo largo de tu vida. Es el personal que está tomando tus manos en el momento del último suspiro y es el mismo, que cruza la puerta y tiñe de amor el consuelo a los familiares. Es un orgullo ser enfermerx, un orgullo que llevaremos de por vida en la sangre.

Para la enfermería, esta pandemia mundial significa que llegó el momento de mostrarle al mundo entero cuál fue siempre nuestro rol en el sistema de salud, desplegando todos nuestros conocimientos adquiridos en la práctica diaria y en el perfeccionamiento académico, esas dos cosas se suman a nuestra gran capacidad de comprender los sentimientos y emociones del otro, resolviendo esas problemáticas que no son físicas, pero que también duelen. Estamos dando lo mejor que tenemos, como profesionales y seres humanos. El mundo tiene los ojos puestos en  nosotrxs, lo sabemos y asumimos la responsabilidad que eso significa.

La salud privada: mercaderes de vidas ordenados por las ganancias

En el Centro Médico Talar, de Gral. Pacheco, Tigre,  hubo más de 37 casos de Covid-19. Fuimos nosotras las que representamos a nuestrxs compañerxs e hicimos conocida esta situación, que lamentablemente no difería mucho de las demás patronales explotadoras, que decidieron exponer nuestras vidas antes de perder un solo peso de sus ganancias. Desde un principio nos pusimos al hombro esta gran batalla contra un virus desconocido, estuvimos en los lugares que había que estar y exigimos equipo de protección personal. A nuestras exigencias, nos respondieron con despidos, cuando lo único que queríamos era protegernos y no morir.

A pesar de esta situación y después de tantos meses, seguimos contando muertes entre nuestrxs compañerxs, mientras el gremio ATSA nos devuelve silencio y el gobierno se ocupa de reforzar el aparato represivo para utilizarlos al servicio del “control social”, o mejor dicho, para enfrentar las luchas de los trabajadores que se alzan en contra de este ajuste.

21 S. No queremos homenajes. Queremos nuestros derechos!

Este lunes, 21 de septiembre, es sumamente necesario salir a las calles en unidad para mostrarle a la sociedad que no somos héroes ni heroínas como intentaron hacernos creer, somos laburantes, que significa mucho más que eso. Toda la sociedad debe saber por la situación que nos están haciendo pasar, esos mismos que nos aplaudieron largas horas, nos pagan sueldos de miseria, nos obligan a trabajar en dos o tres lugares porque no podemos vivir dignamente con un solo salario, nos exponemos al virus y exponemos a nuestras familias, trabajamos de manera informal. No tenemos licencias y nuestros derechos laborales cada vez están más vulnerados.

Por eso, es muy importante que toda la comunidad, a la que nosotras cuidamos con tanto amor, nos acompañe a esta gran movilización del 21 de septiembre, que este día en cada centro de salud se levante nuestra voz de la forma que sea. Es el día la sanidad, el día de la enfermería, es el día para exigirle al gobierno que nos reconozcan todos nuestros derechos y que de una vez por todas se nos respete como pieza fundamental del sistema de salud. Por paritarias y aumento salarial. Ningún salario por debajo de la canasta familiar. Bono equitativo para todo el equipo de salud. También exigimos el reconocimiento profesional para enfermería y la inclusión en la carrera. Licencias para los grupos de riesgo y unicxs cuidadorxs.  Nos dirán que es imposible, que el país está mal, que pedimos cosas utópicas. Mentiras y más mentiras! Si se aplicara un verdadero impuesto a la riqueza y se dejara de pagar la deuda externa, se podría aumentar considerablemente el presupuesto de salud. Ese es el homenaje que queremos. Ningún otro!

Ruth Leites y Alejandra Sotelo. Enfermeras despedidas del Centro Médico Talar.

Alternativa Salud zona norte