No a la prisión domiciliaria a Etchecolatz

El Tribunal Oral Federal Nº 6, integrado por les jueces Sabrina Namer, Néstor Costabel y Rodrigo Giménez Uriburu decidió concederle al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz el beneficio de la prisión domiciliaria. La decisión se basó en “consideraciones eminentemente humanitarias, consagradas con máxima jerarquía normativa”, conceptos absolutamente desconocidos por el beneficiario. Repudiamos dicha resolución.

Ahora bien, este anciano criminal de 91 años, recuperado de COVID 19 y actualmente alojado en la Cárcel de Campo de Mayo deberá seguir batallando si pretende abandonar el único lugar posible en el que puede habitar un monstruo de sus características, es decir, la cárcel común. Su “currículum” es bastante más extenso que lo que luego de investigado culminó con una condena a prisión perpetua dictada por el TOF, veamos.

Este activo e inquieto ex director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, mano derecha del entonces General de Brigada Ramón Juan Alberto Camps, a cargo de la Policía Federal Argentina, fue autor y partícipe de tan oscuros como recordados casos criminales entre los que se destacan la Noche de los Lápices, el bombardeo a la imprenta de Montoneros, las dos desapariciones de Jorge Julio López, apropiación de menores, etc.

El extenso derrotero del genocida Etchecolatz comienza en 1986, condenado a 23 años de cárcel por 91 casos de aplicación de tormentos. Posteriormente la Corte Suprema de Justicia de la Nación anuló la sentencia por aplicación de la Ley de Obediencia Debida, pero con la anulación de las leyes de impunidad retomó su recorrido por los Tribunales Federales cosechando cuatro cadenas perpetuas.

Todo ello llevó a que, si bien el TOF Nº 6 otorgara la prisión domiciliaria, reste aún que se expidan Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata y del Juzgado Federal N° 2 de Lomas de Zamora. Por lo que seguirá en su hábitat natural, la cárcel, hasta que ello ocurra.

Con independencia de lo que suceda en la vía judicial, desde el CADHU y el MST reafirmamos nuestro compromiso en la preservación y reconstrucción de la Memoria, la búsqueda de la Verdad y la persecución de Justicia.

A días de haberse cumplido la Noche de los Lápices y 14 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, nuestro más enérgico repudio a cualquier medida que otorgue modificaciones en el modo de detención de los genocidas.

CÁRCEL PERPETUA, COMÚN Y EFECTIVA PARA TODOS LOS GENOCIDAS.

ETCHECOLATZ… QUEDATE EN CASA.

Pablo Paolini