Santa Fe: Trabajadores de salud marcharon a casa de gobierno por paritarias

La marea blanca tuvo su eco en Santa Fe, enfermeros, camilleros, servicios generales, médicos realizaron una caravana en reclamo de mejoras salariales. 

En el día de hoy miles de trabajadores de salud salieron a calles y las imágenes de la enorme movilización de CABA recorren el mundo a través de los portales de noticias. El actual contexto de pandemia mundial agudizo las condiciones laborales en el sector de salud público y privado. Mientras los actuales gobiernos siguen negando derechos básicos.

En la ciudad de Santa Fe hubo una enorme caravana de casi un centenar de autos que partió del Hospital José María Cullen hasta Casa de Gobierno, donde docentes nucleados en el Frente 4 de Abril y la Asamblea de Trabajadores Precarizados Estatales de Santa Fe esperaban con canticos de “unidad de los trabajdores y al que no le gusta se jode”.

La convocatoria surge un sector de trabajadores de enfermería, de servicios generales y algunos médicos que comenzaron a autoconvocarse en rechazo al acuerdo paritario firmado por las conducciones provinciales de ATE (Lista Verde y Blanca) y UPCN. Las sumas que acordaron las burocracias sindicales con el gobierno de Perrotti no contentaron a nadie en la administración pública, mucho menos en salud ya que se tratan de sumas no renumerativas y no bonificables de 4.000 pesos y llegan a 5.500 en Noviembre para las categorías más bajas. Y la promesa de debatir nuevamente en diciembre.

En dialogo con este medio Facundo Kirschink, enfermero de Hspt Cullen hace seis años, manifestó: “al principio de la pandemia no nos querían dar los elementos de bioseguridad correctos, producto de las exigencias que le hemos presentado al directorio del Hospital hoy podemos decir que en ese aspecto estamos un poco mejor. Luchamos por eso y producto del debate entre compañeros lo logramos. De parte de las autoridades nunca hubo muchas respuestas. Por eso ahora se cumplen muchas medidas”.  Además señaló: “La demanda de trabajo aumento exponencialmente, en el sector de urgencias que es donde desempeño mi trabajo, estamos muy estresados y las horas de trabajo se hacen mucho más agotadoras ante la falta de personal y por los equipos que llevamos puestos de cuidado. Nos han recortado licencias, vacaciones, no damos abasto literalmente”.

Sobre la movilización enfatizó: “Hoy nos movilizamos en total disconformidad por el acuerdo que firmaron los gremios, que nos tendrían que representar pero no lo hacen. Desde salud arrancamos esta movida en contra del bono que es negro, que  es solamente hasta diciembre y después no sabemos qué va a pasar. Y como todos sabemos la situación del país está cada vez peor. Nuestro reclamo es totalmente genuino convocado por cada compañero de todos los hospitales de la ciudad. La propuesta a futuro es que nos escuchen, que se abran las paritarias y que un representante genuino de los trabajadores pueda estar participando de esa negociación. Que se discuta una paritaria real que contemple la inflación y demás”.

La marea blanca comienza a crecer:

Cientos de trabajadores de salud y del sector estatal que construyen el MST en el FIT Unidad fuimos parte de la enorme marea blanca que comienza a crecer al nivel nacional. Estamos frente a un gran hito que señala la necesidad que tenemos quienes estamos en la primera línea de extender la solidaridad entre trabajadores y los espacios deliberativos de asambleas para organizar la bronca que crece día a día.

Los pronósticos más optimistas hablan de que recién para el 2022 habrá una vacuna confiable para contener los contagios de COVID-19, y no podemos permitir que nuestras condiciones sigan empeorando. Si somos esenciales e importantes, como les gusta decir a los funcionarios de turno, entonces que escuchen nuestros reclamos y tomen medidas efectivas para frenar el ascenso exponencial de casos positivos.

Ya no hay excusas para que las inversiones en el sistema de salud  sigan siendo a cuenta gotas. Venimos señalando lo positivo que sería unificar todo el sistema de salud nacional para comenzar a recortar la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen.

En un contexto nacional con cifras de pobreza que duelen, la salida es avanzar con el impuesto a la riqueza de empresas y bienes personales, terminar con los privilegios de la casta política y sus altas dietas que cobren como una directora de escuela. Pero además comenzar a ampliar espacios democráticos de debate de cómo seguir la lucha por nuestros reclamos, no podemos confiar más en las actuales conducciones sindicales que se atrincheraron en los sindicatos. O los dirigentes van al frente, o vamos al frente con la cabeza de los dirigentes.