¡Justicia para Laura!

Un nuevo femicidio conmueve a la provincia de Córdoba, se trata de Laura Taborda de 44 años y madre de otra víctima de la violencia machista en nuestro país: Daiana Moyano. Su muerte se constató luego de un incendio en la casa que compartía con Mario Moyano en Ciudad Mi Esperanza, el pasado miércoles.

Mario se encuentra internado en el Hospital de Quemados de la ciudad de Córdoba y fue imputado por la fiscal Betinna Croppi por homicidio calificado por el vínculo luego de rociar con combustible y prenderse fuego en la vivienda donde se hallaban Laura y su hijo de 14 años que fue rescatado por vecinos.

Los primeros días de enero del 2019 nos conmovía la historia de Daiana Moyano, una joven de 24 años, madre de dos niñas pequeñas, quien fuera abordada por Dario Alejandro Coronel al bajar del colectivo que la había dejado a más de 10 cuadras de su recorrido habitual por el mal estado de las calles de tierra.

Daiana le avisó a su pareja que la espere pero jamás pudieron encontrarse. Tras un intenso rastrillaje, impulsado por su familia y vecinos, encontraron sin vida a Daiana abandonada en un descampado de barrio Ciudad Mi Esperanza, luego de ser abusada y asesinada.

Tras este grave hecho, su mamá, Laura, se sumó incansablemente a movilizaciones, Encuentros de Mujeres, concentraciones y todas las acciones necesarias para impulsar la exigencia de Justicia para Daiana. Horas antes de que entrara en vigencia el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en el país, recibieron la noticia de la perpetua para Coronel por el femicidio de su hija en los tribunales cordobeses.

Hoy, el grito de justicia para Laura se hace eco en cada rincón de la provincia, de la misma forma que ella lo exigía para su hija. Con Laura, ya son 9 los femicidios en Córdoba durante el 2020 y su muerte conmueve hasta los huesos. Las exigencias de acompañamiento estatal a las familias atravesadas por los femicidios, la efectiva implementación de la Ley Brisa, como también la habilitación de refugios y asistencia integral para las mujeres y disidencias siguen siendo una deuda con todas y todes.

Maru Acosta