Paritaria Pasteleros: esenciales pero con salarios de hambre

Desde el comienzo de la pandemia les trabajadores de comidas rápidas hemos estado luchando por el pago de sueldo completo, el pago de aguinaldo y condiciones laborales seguras frente al Covid-19, entre otras cuestiones. Lo cierto es que el Sindicato no ha realizado acciones por estos reclamos sin nuestra presión, sin habernos presentado en la sede de Almagro y sin las cartas enviadas donde, de forma individual y colectiva, muches manifestábamos los problemas.  Nuestras conquistas parciales, reuniones con funcionarios y lograr la visibilidad de la situación de vulnerabilidad en la que nos encontramos fue todo conseguido por  la auto-organización entre compañeres de diversos locales, todo a pulmón.

El acompañamiento de Pasteleros  fue un montaje de fantasía sin estructura y planificación de su parte. No hace mucho que decidieron dejar de asistir a les trabajadores de Green Eat frente a reclamos urgentes como aguinaldo, diferencias salariales y relocalización en sucursales abiertas.

En estas últimas semanas la novedad fue que el Sindicato cerró paritarias sin la consulta a les trabajadores. Esto implica que nos da la espalda una vez más frente a necesidades y derechos básicos. De hecho, hace unas semanas, trabajadores de Molino Cañuelas entregaron un petitorio que reclamaba, además de que se cree una rama industrial (ya que las tareas que elles realizan no se identifican en el rubro), la posibilidad de discutir sobre sus salarios. Sobre este petitorio no hubo respuestas.

Volviendo al acuerdo paritario que pactaron, fue de un aumento del salario básico de 14,8% en categorías bajas y de 13,8% en categorías altas por el mes de septiembre y en octubre un aumento del 7% para todas las categorías. Además, mencionan en el sitio oficial, que parte del porcentaje arreglado, y ahora incluido en el básico, representa lo que les trabajadores ya venimos cobrando como “incremento solidario” desde febrero/marzo, un verdadero escándalo.

Por lo tanto, si se considera que el valor de la hora trabajada que hasta agosto era de $179,18 a partir de la firma de esta paritaria en septiembre les trabajadores pasaríamos a cobrar $203,91, y en octubre $218,81, lo que significa que el aumento paritario fue de $39 pesos la hora, en concreto, el valor de dos turrones de maní.

A esto debemos agregar el pacto de miseria que ha hecho el Sindicato de Pasteleros y las cámaras del sector con la homologación del gobierno, para suspender personal y reducir sus salarios en un 30% mientras durara la cuarentena, o sea, vigente a estos días. Aún cuando se sabe que son empresas adineradas y que pueden garantizar ese 30% de los sueldos. Y no solo eso, sino que se ahorran el 70% que deben pagar, ya que, gracias al ATP, les trabajadores cobran el aporte del gobierno y la diferencia a abonar, es decir, el gasto de las empresas no es más que de un 5% de los salarios en algunos casos y en muchos de 0%. En otras palabras, el Estado subsidia las ganancias de estas empresas y da la espalda a les trabajadores al igual que el Sindicato.

Este nuevo acuerdo no llega a cubrir la inflación que atraviesa el país ni mucho menos la canasta familiar básica, que, según informes de la INDEC, se encuentra en $72.707. La verdad es que existen fondos para disponer lo que corresponde a les trabajadores, pero se destina al pago de la fraudulenta deuda externa y a la represión, como el aumento del 40% otorgado por el gobierno provincial a la policía bonaerense; también queda claro, que este Sindicato responde a sus propios intereses: por ejemplo, ya han informado compañeres de McDonald’s y Burger King que las pocas veces que Pasteleros participó en reclamos por un aumento eran en fechas cercanas a elecciones y que, incluso, les pagaban $100 la hora para ir a pegar folletos.

Por eso les trabajadores exigimos:

  • Aumento salarial con indexación automática de acuerdo a la inflación.
  • Salario igual a la canasta familiar.
  • Reincorporación de los despedidos.
  • No al cierre de las sucursales.
  • Mejores condiciones sanitarias ante el aumento de los casos de COVID y cumplimiento de los protocolos.

Invitamos a trabajadores de comidas rápidas a conversar sobre estas cuestiones que vulneran los derechos laborales y que terminan por atentar contra derechos fundamentales como el acceso a una alimentación nutritiva, vivienda y salud (física y psicológica), y para organizar un plan lucha por una nueva dirección sindical democrática.

 

Abril Berantem

Precarizada de Green Eat