Posible y necesario. Hacia un sistema único estatal, universal y gratuito

Es utópica la postura kirchnerista de “integración” consensuada con los que tienen intereses contrapuestos. Porque son los pilares que mantienen el actual sistema fragmentado, desfinanciado y con el equipo de salud desjerarquizado salarial y laboralmente, para mantener sus privilegios y ganancias.

Sin declaración de utilidad social de todos los subsectores, estatización del sector privado, control de gestión por parte del equipo de salud y centralización nacional para planificar, no hay sistema único de salud. No se puede enfrentar exitosamente la pandemia ni por supuesto garantizar una salud gratuita e igualitaria. Por el contrario, la pandemia desnudó esas falencias y, el nivel de movilización generado y de debate que se está desarrollando demuestra que es posible y necesario avanzar hacia el sistema único.

Las medidas de emergencia que planteamos como una necesidad imperiosa para enfrentar con éxito la pandemia son también parte de una estrategia para resolver los graves problemas estructurales que arrastra el sistema y apuntar a un cambio radical, de fondo, hacia un sistema único que avance hacia la socialización completa, hacia un modelo socialista de salud. Planificado democráticamente y que incluya acciones de prevención en todos los lugares de trabajo y estudio y de atención primaria en todas las barriadas populares. Y un sistema único nacional y estatal, que fusione todos los recursos existentes.

Triplicar el presupuesto, pero como un paso hacia un sistema que funcione enteramente financiado desde rentas generales a cargo del estado, y basado en fuertes impuestos progresivos y permanentes a los ricos y, al no pago de la deuda.

Aumentar los planteles y los salarios en la emergencia, pero marchando hacia una jerarquización global de todo el equipo de salud con una Carrera Sanitaria Nacional Única. Reconocimiento profesional y laboral de la enfermería como prioridad. Con condiciones laborales sin exposición al riesgo y con salarios actualizables que permitan su capacitación continua en horario laboral para que no necesiten practicar el poliempleo.

Declaración de utilidad pública sujetos a expropiación de todos los insumos y la capacidad instalada del sector privado, avanzando en su estatización bajo control social y la incorporación al sistema único.

Incautación de los medicamentos e insumos necesarios, fijando su precio en base al costo real de producción y avanzar en la producción pública de medicamentos, sueros, vacunas e insumos en general. Utilizando toda la capacidad instalada disponible y reconvirtiendo las ramas productivas que hagan falta, en el camino hacia la nacionalización de los laboratorios de especialidades medicinales. Y su funcionamiento bajo control obrero, en estrecha relación con las universidades nacionales y sus proyectos de investigación. Así como la anulación de las patentes. Es la única manera de que el medicamento sea un bien social, accesible y gratuito y no una mercancía. Planificar la producción pública de vacunas contra el Covid es una prioridad. Partiendo de expropiar los laboratorios de Sigman y Richmond, para disponer ya de vacunas para todas y todos.

Democratización de todas las obras sociales, que hoy le meten la mano en el bolsillo a les trabadores, generan mala atención y enriquecen a dirigentes sindicales vendidos, e incluyéndolas progresivamente al sistema público unificado.

Avanzar hacia un sistema único de salud a cargo del estado para garantizar un shock en la oferta de prestaciones universales y absolutamente gratuitas para todes. Para terminar con una salud para ricos y otra para trabajadores y sectores populares. Nacionalizando las clínicas, sanatorios y todo el complejo médico industrial. Necesitamos sumar a todos los subsectores en un solo sistema estatal, controlado y administrado democráticamente por trabajadores y usuarios.

Este modelo socialista de salud es incompatible con el capitalismo, donde las ganancias de unos pocos valen más que nuestra salud y nuestras vidas. Su desarrollo y consolidación será posible en el marco de una pelea más general, como la que estamos dando desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad y de la Liga Internacional Socialista (LIS), hacia una sociedad socialista. Queremos extender y profundizar este debate y discutir con todos y todas estas propuestas de emergencia y de fondo.