Después del pacto gobierno–FMI

Escribe: Cele Fierro

La crisis abierta en la coalición de gobierno no puede esconder las terribles consecuencias que traerá aparejado el pacto con el Fondo que impulsó Alberto Fernández junto a la oposición patronal, para convalidar la deuda macrista. Y empiezo así, porque como verán en otro artículo, más allá de las diferencias ningún sector kirchnerista intentó impedir el acuerdo y no creo que muevan ni un dedo para enfrentar las consecuencias. Esas consecuencias que si nos van a afectar al conjunto del pueblo trabajador. Ahora bien, veamos qué significará el acuerdo puesto en marcha.

Ajuste

Lejos de los eufemismos y las falacias sobre que el acuerdo no trae ajustes, no hace falta que pasen muchos días para que sintamos con más fuerza el ajuste que ya sufrimos. Si tenemos en cuenta que la inflación hace que cada vez nuestros salarios alcancen para menos, ahí hay ajuste. Por más que dibujen que los salarios le ganaron a la inflación en el último año, la realidad es que se venimos de una perdida en los últimos años de alrededor de un 20 % de poder adquisitivo. Que es nuestro poder de compra, cada vez nos alcanza para menos. Eso es ajuste, por eso no es que ahora empieza, sino que se va a profundizar con la idea también del FMI de achicar la brecha cambiaria, que es que el dólar oficial crezca, lo que significa un robo constante a nuestros bolsillos por más que no veamos ni un solo verde.

Ajuste es el que vamos a padecer también, cuando lleven a la práctica el recorte del déficit fiscal. Ya empieza con el presupuesto 2022, que va a reducir el gasto de 3,3 % que fue el estimado en el presupuesto del año pasado a 2.5 % y hasta llegar al 0.9 % en 2024. El ajuste en los gastos del Estado va a repercutir seguramente en presupuestos para educación, salud, en salarios de trabajadores del Estado o en jubilaciones. Porque por más que digan que no hay reformas estructurales, ¿a qué intereses creen que responde la idea de revisar las jubilaciones especiales? que no especifica en ningún lado que es solo para algunos como diplomáticos y jueces, cuando hay regímenes docentes y universitarios entre otros sectores, bajo esa denominación, y que bien pueden verse afectados en sus derechos. O la idea de la “decisión voluntaria” de las y los trabajadores de extender su vida laboral ¿voluntaria? Para nada. Para poder subsistir el conjunto de los trabajadores tienen que optar en trabajar más años por que las jubilaciones son de miseria.

Saqueo

Como lo reconocen distintos sectores y la propia historia lo demuestra, las recetas del Fondo nunca generaron crecimiento económico a los países deudores, pero lo que sí hicieron crecer fue la desigualdad. Los planes de austeridad generaron más pobreza, mayor precarización de la vida, que en materia de género amplia la brecha salarial y los derechos vulnerados para mujeres y disidencias. Lo nuevo en términos relativos, es que ahora esta hoja de ruta tiene otro punto y es la profundización del modelo extractivista.
Dicho modelo permite que se logren extraer materias primas, nuestros bienes comunes, en menor tiempo a un costo catastrófico para nuestras vidas. Recién decía que era relativo lo de nuevo, porque en nuestro país conocemos bien lo que afecta este modelo productivo de destrucción. Lo conocen los ríos, la cordillera, nuestro monte, el campo y también nuestro mar. Como destruye las comunidades, las economías regionales, como envenena y mata.

Al FMI y al gobierno poco les interesa esto. En su radar solo importa la captura de dólares para pagar una estafa. Es de la mano de la explotación para extracción de litio, son las petroleras en el mar argentino, es la utilización de más transgénicos y agrotóxicos. Al servicio de esta política es que no sale la Ley de humedales y se autorizan la explotación off shore. Es la nueva ley de hidrocarburos, que desde los empresarios del sector entre que festejan producción record siguen haciendo lobby para su aprobación que los beneficiaría con menos impuestos. El saqueo de nuestros bienes comunes y la contaminación de nuestros territorios va de la mano del sometimiento político y económico al FMI para pagar una estafa.

Sometimiento

Ya sabemos que el mecanismo de usura de los organismos internacionales de crédito tiene relación directa con el control político y económico de los países deudores, y que la clave de su éxito es seguir endeudando a los Estados y cobrar más intereses. Podemos decir que lo que hizo Macri y ahora legalizó Fernández le viene como anillo al dedo a FMI.
No solo que el macrismo volvió luego de 13 años a golpear las puertas del Fondo y contrajo el préstamo más grande la de historia de la entidad haciendo que sea ilegal e impagable, sino que ahora el gobierno del Frente de Todos se sigue endeudando para pagar esa deuda, un círculo vicioso, solo virtuoso para el FMI.

El cuco del Default no se terminó, porque por más que ahora acordaron, en la letra chica de ese acuerdo dice que el nuevo préstamo se entregará en cuotas previo a una revisión trimestral. Es decir, el FMI cada tres meses estará sentado a la mesa para ver si cumplieron o no con las medidas necesarias para pagar la deuda: más ajuste, más precarización, más extractivismo, es decir menos derechos. Entonces, en este monitoreo que como se dio a conocer más que trimestral es diario, solo que viajarían cada tres meses antes de desembolsar, si no le parece que se hicieron bien las cosas podemos estar nuevamente al borde de la cesación de pago y que presionen para políticas económicas más regresivas para las mayorías.

En definitiva, la receta del Fondo es: soberanía nada, sometimiento mucho, ya que para tomar cualquier decisión el gobierno antes que nada tiene que levantar el teléfono y consultar a Washington.

Fortalecer la resistencia

Las consecuencias que traerá si logran aplicar el pacto gobierno-FMI son de mayor vulnerabilidad de derechos para el conjunto del pueblo trabajador. Mientras se le paga al Fondo crecerá la deuda social, climática y de género. Pero acá me detengo, porque decir solo eso es entregarnos a un destino ya escrito, y en nuestra historia, en nuestras vidas no hay nada escrito. Ellos votaron y aprobaron este pacto, pero ahora lo tienen que aplicar, y ahí no se la van a ver tan fácil.

Es cierto que la burocracia traidora les hace la tarea más difícil, que es la de contener a las y los trabajadores. Pero muchas veces hemos visto como se superar esos puentes de contención. Hemos visto como a pesar de los partidos patronales, de los lobistas y patotas el pueblo enfrentó y ganó contra las políticas extractivistas en Chubut, en Mendoza. Hemos visto como nosotras salimos a las calles y enfrentamos a los antiderechos y las iglesias y conquistamos nuestro derecho al aborto. Vimos hace pocos días al movimiento piquetero independiente marchando y acampando por trabajo digno. Ahora, a pocos días del 24 de marzo, también recordamos a las madres y abuelas que las llamaron locas, pero no frenaron y con la lucha popular tenemos genocidas en la cárcel.

Lejos de la mentira del “no se puede”, “no hay correlación de fuerzas”, la realidad demuestra que se construye, con organización con información, con un programa realmente soberano, que patee el tablero de este sistema generador de desigualdades. Por eso desde el MST y el FIT Unidad venimos impulsando espacios de coordinación para las acciones contra el pacto, esto lo tenemos que mantener para enfrentar las consecuencias.
Y a su vez, tenemos que seguir insistiendo en fortalecer la alternativa política para enfrentar a todo el arco político patronal, desde el falso progresismo, como la derecha de Juntos por el Cambio como así también a los libertarios. Y esa alternativa es el Frente de Izquierda y de trabajadores Unidad de la que somos parte y estamos convencidas que hay que ampliarla y así fortalecerla, manteniendo nuestro programa anticapitalista y socialista.