Elecciones en SUTEBA. Vamos con la Multicolor

El 11 de mayo habrá elecciones en SUTEBA, con tres listas a nivel provincial: la Celeste-Violeta que va por su re-re-reelección, siendo claramente la lista del gobierno. La Azul y Blanca como lista muleto del oficialismo, que busca mostrarse “crítica”, pero ataca a la Multicolor y va con la Celeste en varios distritos. Y la Multicolor, única lista independiente del gobierno, antiburocrática y de lucha.

Escribe: Andrea Lanzette, Candidata a Sec. Gral. Lanús Candidata a Sec. de Salud Laboral provincial

Luego de oficializarse, quedarán menos de siete semanas para una intensa campaña. Más allá de todas las complicaciones, es un logro que la Multicolor provincial se presentara, reuniendo a 11 agrupaciones y docentes independientes, con candidaturas de 40 distritos y listas Multicolor en 35 seccionales.

El objetivo es hacer una extraordinaria elección provincial y superar el fraude Celeste, defender los SUTEBA Multicolor de La Matanza, Tigre, Bahía Blanca, Ensenada, Escobar, Marcos Paz y Madariaga; y pelear por recuperar más seccionales para la lucha.
Como nunca la burocracia Celeste se sumó al gobierno y defiende esa ubicación. No se trata de una “cogestión” en la DGCyE (Educación), sino que gobiernan junto a Kicillof, al ser parte de su gabinete con una ministra y funcionarios en varias áreas.

Por un SUTEBA autónomo, democrático y de lucha

Por eso y el pacto del PJ-Frente de Todos con la derecha de Juntos por el Cambio para votar el ajuste y cogobierno del FMI, pasa a ser clave la lucha por la independencia de SUTEBA. Es grave que la Celeste sea parte del gobierno que ajusta en beneficio de los ricos, los bonistas de la deuda que nos cargó Vidal y del FMI.

Porque eso condiciona todo: la política salarial, laboral, presupuestaria, de infraestructura o salud. Así, lo que pactaron con Kicillof en paritarias, con un salario inicial de una maestra por abajo de la pobreza, ya está perdiendo valor ante la inflación de diciembre, enero y febrero (12,4%).

A lo que se suma marzo (5% o 6%) y licua el primer tramo de aumento que se cobra en abril, al no ser retroactivo a enero como reclamamos desde la Multicolor. Por lo que enero y febrero fueron solo pérdida, en un ajuste salarial que se agravará con el FMI.

“Pertenecer tiene sus privilegios…” para la burocracia. Para la docencia, solo costos

La Celeste lleva 2 años sin medidas. Sería como luchar contra ellos mismos, al ser parte del gobierno, tener legisladores, consejeros, funcionarios en Educación, en Trabajo o en el ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.

Al tener también a Yasky como diputado nacional, el que dijo que iba a votar por el FMI porque “no quedaba otra”. Pero se abstuvo por la bronca que generó, cuando debía votar contra el pago de la deuda macrista y del FMI, respetando el histórico mandato de la CTA, de SUTEBA y la CTERA.

Por eso es prioridad pelear por un sindicato independiente. Ya que la Celeste avala actos públicos irregulares, con designaciones y programas que naturalizan la precariedad laboral como los ATR o FORTE. Esa metamorfosis de la burocracia tiene costos para la docencia: Si Vidal planteaba trabajar los sábados, a contraturno, sin licencias y con contrataciones a término, la Celeste hacía sonar tambores de guerra.

Pero ahora aplauden y solo piden su continuidad, sin tocar la precarización que implican. Los ATR y FORTE deben transformarse en una nueva figura docente para darles continuidad, pero con estabilidad y todos los derechos del Estatuto. Por esto y otras demandas debemos luchar y castigar al gobierno y la burocracia en la elección de SUTEBA.

Baradel, 18 años en el sillón. Basta, 2 mandatos y a trabajar

A nivel provincial hay 3 listas, pero una sola expresa un proyecto antiburocrático, combativo y de independencia de los gobiernos: la Multicolor. La Celeste-Violeta va con un Baradel eterno, quien en mayo cumplirá la “mayoría de edad” como burócrata, al estar atornillado en SUTEBA por 18 años. Lo que equivale al 50% de los casi 36 años de vida del sindicato.

Baradel asumió en mayo de 2004, al reemplazar a Yasky. Y suma varias reelecciones: 2006, 2009, 2013, 2017 y ahora, en 2022, va por 4 años más para sumar 22 años en el sillón. Por eso planteamos una profunda reforma del Estatuto para acortar los mandatos a 2 años. Con un tope de dos mandatos y la vuelta a trabajar, con cargos revocables y el control por las bases.

Si a eso le sumamos que Yasky condujo SUTEBA desde 1994, por casi 10 años, surge que el 78% de estar comandando SUTEBA se lo reparten dos varones burocráticos: Baradel y Yasky. Por eso queremos la representación proporcional de género en las directivas, en un gremio con 80% de mujeres, donde se integre a la diversidad y quienes encabecen seamos compañeras, con la mayoría de los cargos.

Azul y Blanca, colectora de la burocracia y el gobierno

Como lista provincial también corre la Azul y Blanca (PCR-CCC) del Frente de Todos. Hablaron de una “unidad” para “cerrarle el paso a la derecha reaccionaria encarnada por el macrismo”, aunque ninguna lista responda a la derecha.

Por eso son un muleto de la burocracia y el gobierno ya que centran su ataque en la Multicolor diciendo que, por cuestionar “al gobierno Nacional y Provincial”, seríamos “funcionales a la derecha macrista”. ¡Inaceptable! Sobre todo de quienes reconocen ir con la Celeste en distritos como Gral. Pueyrredón, Ensenada y Moreno, mientras armaron con la Celeste la Junta Electoral de distritos como Quilmes.

Lo único “funcional” a la derecha es ir con la Celeste, junto a sectores del PJ y los K, mientras se niegan a romper con el gobierno que pactó con la derecha macrista pagar su deuda al FMI. O seguir en el frente junto a Kicillof que plantea salarios de pobreza que la Azul y Blanca dice rechazar. Son lamentablemente una colectora del PJ.

Vamos con la Multicolor para recuperar SUTEBA

Eso se expresa en La Matanza, distrito estratégico al tener una matrícula igual a 16 provincias. Hay 3 listas y dos que hablan de “unidad”, pero expresan el divisionismo y crisis del Frente de Todos. Como la lista “Unidad Docente” del PJ local, la Azul y Blanca (PCR) y grupos K que encabeza el “Chino” Schvartzman, expresidente del Consejo Escolar matancero. Y la Celeste en el “Movimiento de Unidad Docente” junto a otros sectores del PJ. Ambos son fracturas de la lista Azul-Turquesa de 2017.

También vamos con la Multicolor, con 12 agrupaciones, docentes independientes y gran peso en las escuelas. Presentando el mayor número de avales: 2.841 y con Alternativa Docente aportamos entre las 5 principales agrupaciones, pese a presentarnos por primera vez. Más allá de la negativa sectaria de Tribuna Docente (PO) a reconocernos un lugar más acorde a nuestro desarrollo, de cara a la nueva directiva. Porque avanzamos en nuestro trabajo, expresando garra y juventud para aportar.

Vamos entonces a una campaña que plantee la necesidad de recuperar el sindicato provincial, a defender y fortalecer las seccionales Multicolor y a sumar nuevas. Desde Alternativa Docente (ANCLA, MST en el FIT Unidad), sumamos nuestro aporte con distintas ubicaciones. Con la Secretaría General de la Multicolor en Lanús que encabezo y también la de Avellaneda. Además de la Secretaría Gremial y otros cargos en La Plata y San Isidro.
También en la directiva de La Matanza, las distintas candidaturas de la lista provincial o en las listas de Tigre, Bahía Blanca, Quilmes, Merlo, San Miguel, Malvinas Argentinas, Tres de Febrero, Pilar, Lomas, 9 de Julio y otros distritos.

Relanzar la Multicolor, por un nuevo modelo sindical

El desafío es poner la Multicolor a la altura de las expectativas. Superar las equivocadas pretensiones hegemonistas y autorreferenciales, frente a una oposición heterogénea y sin un mismo proyecto sindical y político. Lo que era posible respetando la representación genuina, trayectoria y construcción de cada corriente.

A nivel provincial y por primera vez, logramos poner en debate los criterios para armar listas, en especial luego de una pandemia que evidenció rupturas y retrocesos en Tribuna Docente-PO, en el espacio provincial que impulsara la Verde desde Tigre, el debilitamiento del Encuentro Colectivo que se referencia en la Granate de Bahía Blanca.

Incluso en sectores menores como Marcos Paz o la Roja, que terminan convalidando prácticas equivocadas y balances de Seccionales que no han estado a la altura y dejan bastante que desear en las prácticas del modelo sindical. A su vez, con estas alianzas, Tribuna-PO privilegió a sectores contrarios a desarrollar el Plenario del Sindicalismo Combativo y la alternativa política que es el FIT Unidad como tercera fuerza nacional.
No compartimos el proyecto Celeste, burocrático y aliado al gobierno. Pero para superarlo, no va el modelo autoproclamatorio y aparatista de estos sectores que reproduce, por “izquierda”, los vicios de la burocracia que se dice combatir.

Debemos practicar un nuevo modelo basado en la democracia sindical, sin subordinar lo conquistado a proyectos mezquinos. Porque las seccionales Multicolor son triunfos colectivos, no de uno. Y son puestos de lucha, no cotos privados que se preservan como un fin en sí. Cuando deberían ser vanguardia en jugarse en una lucha a fondo contra el gobierno y la burocracia. Que exija a la Celeste, pero a la vez impulse iniciativas cuando la burocracia frena. Porque la tibieza conservadora diluye el potencial de lucha Multicolor, al punto de condicionar incluso que se pueda llamar a paros y medidas de carácter provincial.

Son corrientes que reproducen el mismo y equivocado esquema. Por eso y pese a haber más cargos en las listas para esta elección, los acaparan como propios, en vez de buscar una integración más participativa, equilibrada, democrática y plural. En particular de quienes tenemos desarrollo provincial para la elección.

Por eso insistimos con relanzar a la Multicolor sobre otras bases y alertamos ante esas concepciones hegemonistas y de aparato. Con actitudes contrarias a la práctica democrática en Bahía Blanca como el único distrito donde la Granate se negó a hacer una reunión de todos para la lista. O impugnaran una agrupación Multicolor, forzando a una tercera lista. Y definir cargos por mensajito, lo que llevó a un alejamiento a parte de la militancia con reconocida trayectoria.

En Tigre, la Verde tensó hasta el último con un orden cerrado que no reflejaba la realidad y podía forzar a dos listas. Solo por eso se revirtió en parte, aunque no hacia nuestra corriente por debates políticos, pese a aportar por años a construir la Seccional y haber avanzado en este tiempo.

A pesar de tantas mezquindades, consideramos la formación de las listas Multicolor como un avance, no exento de problemas y debilidades que se deben revertir. En el debate por los criterios para las listas, avanzamos con la Marrón (PTS), con quienes venimos acordando propuestas hacia la Multicolor.

Como la necesidad de reforzar su carácter de lucha, más que de un sindicato “de gestión”. En defensa también de los mecanismos democráticos, pidiendo que se pueda votar en los plenarios cuando hay diferentes mociones y que se expresen las propuestas de mayoría y minoría, si de nuevo modelo sindical hablamos.

A pelear el voto a la Multicolor. Sumate y anotate como fiscal

El ajuste del gobierno y el alineamiento Celeste nos da a la Multicolor una oportunidad. Para aprovecharla se necesita otro modelo gremial, que no reproduzca vicios burocráticos y permita construir de la forma unitaria. Porque el debate y el disenso fortalecen, no complican. Permite superar todo pensamiento único y procesar matices en las directivas. Para definir las posibles mociones apelando a las bases, si no se logra consenso.
La apuesta es poner en pie un SUTEBA amplio, de lucha, democrático y autónomo del gobierno, con perspectiva de género y ecosocialista. Te invitamos a sumarte a la campaña por el voto Multicolor y a que te anotes como fiscal para defenderlos el 11 de mayo.

 

Un programa integral ante la crisis educativa

 

Escribe: Francisco Torres

Es importante que la Multicolor se presente en SUTEBA, superando estas tensiones y equivocados intentos hegemonistas. En un proceso que dejó fricciones y malestar, pero permite salir a enfrentar al gobierno y la burocracia. Sobre todo con el programa de lucha votado en noviembre para el Congreso Ordinario de SUTEBA como “Política Gremial 2021 y 2022”.

Porque ahí están todas las demandas y propuestas por salario y condiciones laborales, de presupuesto, infraestructura, salud y obra social, el IPS y las jubilaciones, sobre cargos, estabilidad o régimen de licencias. Pero también las medidas para una transformación radical del sistema educativo, incluidas en su punto 2: “Política educativa. Por la recuperación de la escuela pública”.

Porque allí se plantea muy correctamente un sistema nacional único educativo y una “educación que debe estar integralmente a cargo del Estado, asegurando los derechos laborales de la docencia y el sostén y financiamiento”.

Con un presupuesto nacional único, “definido por docentes, estudiantes, familias, comunidades educativas que permita resolver la fragmentación, desigualdad y precarización actual de las escuelas”. Y sostenido por impuestos progresivos a las grandes empresas, el no pago de la deuda y la eliminación de los subsidios a la educación privada, tanto religiosa como laica. Lo que permitiría aumentarlo al 10% del PBI.

Además, la necesidad de un Congreso Nacional de Educación donde seamos docentes, estudiantes y el conjunto del pueblo quienes decidamos qué educación necesita nuestro país. Desde Alternativa Docente batallamos por años en soledad para que la Multicolor lo incorpore. Y levante con fuerza la eliminación de los subsidios a las privadas.

Ante la negativa de agrupaciones que se limitan a un sindicalismo reivindicativo, economicista y de sesgo corporativo. Cuando la Multicolor no puede centrar en la gestión o lo reivindicativo, sino levantar una política integral hacia el pueblo trabajador.

Con orgullo vemos que esa “Política Gremial” fue un punto de inflexión que resuelve el debate por un congreso pedagógico o educativo de carácter nacional. Valoramos también que se incorporara la necesidad de democratizar el gobierno de la educación y las propias instituciones, según las necesidades de sus trabajadores y las mayorías sociales.

Nos enorgullece que nos dijeran “minoría” y escuchar el rechazo de agrupaciones como Docentes en Marcha, al expresar su “cansancio” porque reclamamos un Congreso Pedagógico donde definir las políticas educativas, cosa que no apoyaban. Para avanzar buscamos formulaciones de consenso que -más allá del nombre- expresen esa necesidad de una instancia democrática nacional donde la docencia, estudiantes y familias definamos qué hacer con la educación. Y no los gobiernos con los lineamientos del Banco Mundial, la OCDE, UNESCO y el FMI.

Además, reapropiamos del debate educativo y pedagógico, sobre todo en pandemia. Porque se necesita avanzar en una educación contra hegemónica de los intereses de las clases dominantes. Que apunte a las transformaciones en sentido emancipador y socialista. Y ponga en valor la educación estatal y la construcción democrática de conocimiento, avanzando a un sistema educativo único, estatal, gratuito, laico, con perspectiva de género y una pedagogía ecosocialista.