Encuentro de mujeres y disidencias en San Luis. “Unidad” sin democracia y condicionada es maniobra
El 11 de marzo estuvimos en Villa Mercedes, San Luis, en la comisión organizadora del Encuentro Plurinacional de mujeres y disidencias. Se debatió una carta de la otra comisión, la del Encuentro Nacional de Mujeres, llamando a “la unidad”. En el movimiento feminista y disidente preocupa la división. ¿Volver al formato del ENM o fortalecer el Encuentro “pluri” y con las disidencias? Nuestra propuesta.
Escribe: Andrea Lanzette
Participamos en la reunión con nuestra compañera Franca Condori Bazán. El debate sobre qué Encuentro necesita el movimiento feminista y disidente no es nuevo. Desde hace años se plantea lo limitado del ENM al no incluir a todos los sectores, con formas burocráticas para frenar ese debate. Su dirección, que son mujeres del PCR-CCC y sus aliadas del PJ-FDT, o sea el gobierno y la Iglesia, vienen negándose a aceptar los cambios que ocurren en la sociedad. Por eso plurinacional implica reconocer las distintas nacionalidades y comunidades originarias, y con las disidencias implica incluir los avances en cuanto a identidades de género y diversidades sexuales. El cambio no es sólo de nombre, sino también del constructo real del Encuentro.
Con métodos burocráticos y maniobras, la comisión tradicional ya boicoteó los consensos para esos avances en los dos encuentros anteriores, negándose a todo método democrático para decidir. Así lo demostraron en todas las instancias posteriores al Encuentro de La Plata 2019, y también en la asamblea unitaria en San Luis, donde no aceptaron lo acordado y después de votar se retiraron. Al romper, anunciaron que ellas harían el ENM en noviembre, cambiando la fecha y con el viejo formato. Por eso el PCR y sus aliadas tienen la responsabilidad política de la división.
Hace unas semanas hicieron circular en algunos grupos feministas puntanos una carta “por la unidad” y el 8 de junio, en un comunicado, llaman a la “unidad” y dicen que el sector pluri rompió el Encuentro. Una mentira total. Proponen que en su Encuentro haya una instancia que decida… ¡lo que ya se votó y decidió! El mismo mecanismo que usaron en Trelew y La Plata, cuyo resultado no aceptaron. Siempre corren el arco de lo que ya se resolvió, para boicotearlo.
¿Cuál es el debate?
La comisión del ENM dice: “Desde la Comisión Organizadora del 35º Encuentro Nacional de Mujeres llamamos a LA UNIDAD DEL ENCUENTRO generando, durante su realización una instancia para debatir y resolver el nombre que llevará a partir del 36 Encuentro; una instancia en la que todas y todes seamos protagonistas de este debate en curso. Consideramos imprescindible la unidad sobre la base del respeto y el mantenimiento del carácter, los pilares y la continuidad de los Encuentros. Hacemos este llamamiento dispuestas a debatir lo necesario a fin de llegar a un acuerdo que consideramos indispensable”. Y agregan: “urge más que nunca escucharnos”. ¿Pero qué significa su planteo?
Hablan del debate “en curso”. El debate podrá seguir, pero omiten que ya dos veces hubo resolución mayoritaria en los últimos Encuentros. Aun en una instancia muy limitada, el “aplausómetro” final, se aprobó cambiar a Plurinacional y con las disidencias. ¡Pero se niegan a aceptarlo! Lo mismo en las asambleas posteriores, en San Luis, donde se debatió, consensuó y luego votó en asamblea cambiar a Pluri y con las disidencias. Y las del ENM se retiraron.
¿Cuál sería ahora esa instancia “en la que todas y todes seamos protagonistas”? ¿Y por qué hacerlo de nuevo? En los Encuentros previos propusimos decidir en los talleres, mucho más participativos que el acto final de aparatos. Nuestra consigna era y es “si todas venimos, todas decidimos”. También proponíamos como sede Buenos Aires, pero ellas tampoco aceptaron consultar en los talleres. ¿Por qué volver a debatir lo ya decidido y votado? Deberían aceptarlo. Pero la comisión del ENM no ofrece ninguna garantía democrática.
Dicen “unidad sobre la base del respeto y el mantenimiento del carácter, los pilares”. Es difícil hablar de respeto siendo ellas las primeras en no respetar los acuerdos y consensos. ¿Y a qué se refieren con carácter y pilares? ¿A sostener el aplausómetro y las formas burocráticas? Desde el Pluri no se pone en cuestión toda la historia de los Encuentros. Pero la transformación no va en contra de esa historia: la actualiza, la fortalece. A su vez, dicen que “las decisiones se toman por consenso”. Pero no es real: su único “consenso” es imponer su decisión. Por eso elegían la nueva sede sin importar las opiniones del conjunto, y por eso, cuando por consenso se decidió otro nombre del Encuentro, se fueron y rompieron. Y si bien nunca es fácil definir una postura mayoritaria, el consenso se puede expresar votando, cosa que nunca aceptan. En estas cuestiones, aunque falta mejorar, se ha avanzado en las asambleas del Pluri.
¿Por qué se niegan al cambio? La causa política de fondo es que nunca quieren votar un plan de lucha ni críticas al gobierno y su ajuste al servicio del FMI, al Ministerio de cartón pintado que lidera Gómez Alcorta y a la Iglesia. Por eso tampoco aceptan los nuevos modos de expresar las identidades, ni nombrarlas ni incluirlas en los talleres. Es un intento de borrar esos avances, cuando sabemos bien que lo que no se nombra no existe. Y sostener ENM es seguirlas invisibilizando. Todo para sostener un formato de Encuentro que no enoje a sus aliados del gobierno, como lo vimos de nuevo en las acciones del 8M y el 3J.
La otra condición no dicha en la carta del ENM es que las mujeres del PCR sólo quieren “unidad” en base a su propia fecha de noviembre, presionando para ello al gobierno puntano de Rodríguez Saá.
Dialogar sí, ceder no
Un pedido genuino de unidad no debe imponer condicionamientos ni desconocer los acuerdos ya alcanzados. Asimismo, dialogar no puede ser ceder. Dentro del Encuentro Pluri, algunos sectores que plantean “tener un gesto político” hacia el ENM dejan entrever que sería mejor ceder para quedar bien ante el movimiento feminista y disidente y para que el gobierno provincial nos atienda en cuanto a la organización. ¿Pero cuál sería ese gesto político?
Como les dijimos a las compañeras del Movimiento Evita y sectores de La Cámpora, nadie expulsó de la asamblea ni de los espacios del Encuentro a les compañeres del ENM y son bienvenides a sumarse a las tareas y poner a disposición las finanzas restantes de Encuentros previos al servicio de un único Encuentro plurinacional y con las disidencias en octubre.
Finalmente, la comisión organizadora del Pluri hizo público un pedido de reunión a su par del ENM, donde correctamente señala que “la unidad se construye con hechos que consolidan la lucha política del movimiento feminista, que hoy defiende a la plurinacionalidad, la diversidad y las disidencias; y en ese marco enfrentar juntas el sistema patriarcal”. Veremos si hay respuesta del ENM y si se concreta o no tal reunión.
Organizate con nosotras y nosotres
Hay que mantener las banderas de Pluri y con las disidencias, fortalecer la comisión organizadora y acelerar los pedidos al gobierno puntano para garantizar la realización del Encuentro del 8 al 10 de octubre en San Luis capital. Como dijimos con Franca en la asamblea, tenemos total disposición a colaborar en todas las instancias necesarias para ello.
Más allá de las reuniones por arriba que pueda haber, nosotras y nosotres seguimos en camino al Encuentro Pluri y con las disidencias. Por eso desde Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST en el Frente de Izquierda Unidad estamos organizando charlas, eventos y colectas para ir a levantar juntas y juntes bien en alto nuestras banderas más sentidas. Sumate y viajá con nosotras y nosotres!