Certeza post electoral. Vienen por las conquistas laborales

Como venimos denunciando, hay una ofensiva sobre las condiciones laborales y vienen por más. Las patronales tienen el plan estratégico de «bajar el costo laboral» para imponer una mayor explotación y garantizar sus ganancias. En el debate electoral fue un punto de referencia. Bullrich y Milei incorporan explícitamente la discusión de la reforma laboral y la reducción del empleo estatal. Por su lado, el peronismo, ante su debacle, da manotazos de ahogado en el marco de un ajustazo salarial vía inflación y devaluación preparatoria del mayor ajuste que se viene.

Escribe: César Latorre

Hay un plan estratégico de las patronales y sus candidatos de cambiar estructuralmente las condiciones laborales y salariales en la Argentina. En ese contexto, viene en desarrollo una ofensiva ininterrumpida que se encontró distintos niveles de resistencia a cada paso. La discusión está en los ritmos y estilos en las opciones de los partidos patronales pero, en el fondo, todos acuerdan con la estrategia. Esta ofensiva tiene por objeto aumentar los niveles de explotación de la clase trabajadora para incrementar y conservar márgenes de ganancias.

Es por esta razón que históricas conquistas laborales y de los sectores populares, conseguidas con enormes luchas, están en peligro.

La doble vía del ajuste laboral

Bajo el argumento de la reducción del déficit fiscal en donde todo se simplifica a la categoría de «gasto» se pretende reducir el empleo estatal, aumentar la flexibilización laboral y desfinanciar la salud y la educación públicas.

Por otro lado, en el sector privado con el pretexto de mejorar la competitividad y generar empleo: flexibilización laboral, peores salarios y reducción de los aportes patronales.

Reforma laboral por decreto: el plan de Bullrich

En el encuentro de IDEA y en declaraciones, la ex ministra de trabajo de De La Rúa y exministra de seguridad y defensa de Macri se despachó con todo. Su plan implicaría una reducción del 60% del «costo» de las indemnizaciones. Llegó a decir que este derecho «es una espada de Damocles sobre todas las empresas». Para ello derogaría la LCT (Ley de contrato de trabajo) en el congreso o como dijo: «hago un DNU y te la derogo en un minuto».

Para contemplar una rebaja y subsidio a las empresas harían compatibles los planes sociales con el empleo en blanco. Es decir, subsidiarían a las patronales en el pago de los salarios.

Además explicitó que reduciría el empleo público. A todo esto sumó las declaraciones de que con ella se iban a terminar los paros. Más claro, échale agua.

La libertad de algunos basada en la esclavitud de la mayoría: el proyecto Milei

Un punto sustancial de su programa laboral es reducir las cargas patronales al máximo. En el plano de las indemnizaciones propone reemplazarlas por una auto-indemnización. ¿Qué sería esto? En vez de que las patronales tuvieran que pagar al despedir, cada trabajador debería aportar un porcentaje de su sueldo según su antigüedad para su propia indemnización (sistema que ya funciona en la UOCRA). Además, la propuesta de Milei es que estos fondos los maneje alguna aseguradora privada, sin dudas un negoción para ellas.

Sobre el sector público, además de las declaraciones que tienen mucho eco en la voz del candidato capitalino, Marra, sobre una reducción del 33% de los estatales, en su plataforma habla directamente de una política de retiros voluntarios para achicar el empleo público.

Pretende declarar servicios «esenciales» al transporte y la educación para prohibirles el derecho a huelga.

También habla abiertamente de una flexibilización de los contratos de trabajo para «adaptarse a los cambios tecnológicos». Esto es contratos basura que, como se han hecho en otros países, llegan a ser diarios. El monotributo, al lado de estas medidas, parece un poroto.

Si bien, fiel a su tradición proempresarial, la burocracia sindical apoya a Massa, uno de los sectores más rancios como lo es Barrionuevo se juega públicamente por Milei. El liberfacho también tuvo encuentros con Gerardo Martínez de la UOCRA, elogiando el modelo de indemnizaciones que impuso en su gremio. Incluso, luego de estos encuentros, el pretendido anticasta ya salió a decir que con la «casta» de la burocracia sindical no se iba a meter, tirándole un gancho al resto de las cúpulas. Conoce que son fieles solo hasta «la puerta del cementerio, pero no entran».

El peronismo y el ajuste agónico

Más allá de las últimas iniciativas que son claramente una maniobra desesperada ante el golpazo de las PASO y no una política permanente y sostenida, la realidad es que con el peronismo en el gobierno, se viene garantizando una rebaja salarial en términos reales de la clase trabajadora. Vía devaluación e inflación es que hemos llegado a la situación de ser pobres laburando y, en términos de dólares, alcanzano los salarios más bajos de la región, eso es objetivo. También flexibilizando las contrataciones laborales en el Estado o por convenio como en el SMATA de Toyota (donde cambiaron los francos que no son más el fin de semana, con obligación de trabajar los sábados) y rebajándole a las patronales el «costo laboral» vía exenciones de las cargas patronales o directamente subsidios con los fondos jubilatorios (ATP, REPRO I y II y FESCAS) de los trabajadores.
Como vemos, a «cuenta gotas» pero en una dirección inalterable el peronismo, hoy Unión por la Patria, viene garantizando el avance estratégico de las patronales.

El debate de la reducción horaria: reclamo sentido y anuncio pomposo

Como parte de la política de recuperación de votos, el oficialismo definió volver a poner en discusión un proyecto de ley de reducción laboral. Cabe aclarar que hay 11 proyectos de ley al respecto y tienen años de presentados. Lo cual muestra también este aspecto del momento en que se trata. Hay varias que tienen algunas diferencias como 40, 30 o 36 hs y también con 4 o 5 días laborales. Si bien cualquier reforma sería beneficiosa en relación a las 48hs semanales de jornada legal actual, la limitación y parcialidad del planteo muestra que es algo que no podría sostenerse en el tiempo porque no está ligado a un proyecto más concreto para generar puestos laborales. De hecho, si bien la jornada laboral tiene hoy un límite por la vía del doble empleo o las horas extras por los bajos salarios la jornada es más extensa.

Reparto de las horas de trabajo y plan económico para sustentarlo

Nuestro planteo es que habría que repartir las horas de trabajo entre la globalidad de la población activa para eliminar de un plumazo la desocupación obligándo a las patronales a que absorban esta disminución de la jornada laboral a 6 horas sin reducciones salariales.
Esto debería estar acompañado de un plan de obras públicas como lo pueden ser las viviendas (cuyos insumos se encuentran en el mercado local) y además de resolver el terrible problema del déficit habitacional generarían puestos genuinos de trabajo. También obras de infraestructura como la recuperación de las vías férreas bajo transporte eléctrico sustentable, entre muchas otras tan necesarias.

El ajuste hay que enfrentarlo en la calle

Tenemos que preparar desde cada gremio, lugar de trabajo y barrio, la movilización para resistir esta nueva escalada. Ya lo había intentado Macri y lo derrotamos en diciembre de 2017. La burocracia cómplice en esa oportunidad dejó pasar como si nada porque la habían pactado. Los únicos que denunciamos y estuvimos presentes en ese momento fuimos las conducciones junto a la izquierda.

Se viene una nueva etapa de enfrentamientos más fuertes. Acá no puede haber medias tintas, tenemos que enfrentarlos hasta derrotar su plan de hambre y miseria. Es por esas razones que desde cada lugar de laburo tenemos que ir preparando el terreno, discutiendo en cada sector lo que se viene y prepararnos sabiendo que es necesario superar a las direcciones traidoras y forjando una nueva dirección sindical y política que realmente esté a la altura de las necesidades de nuestra clase.