El PJ ganó por poco en suelo bonaerense. ¿A dónde va Kicillof?
El gobernador, Massa y los intendentes del PJ aspiraban sacarle 20 puntos a Milei en la elección bonaerense, para asegurar el «triunfo» nacional. Nada de eso pasó. Pese a que Massa sacó más votos que Kicillof en octubre, fue casi un empate que golpea al PJ en el mayor distrito del país. ¿Habrá roces o acuerdo con el liberfacho ante los anuncios de ajustazo en puerta?
Escribe: Gerardo Uceda y Francisco Torres
Lejos de esa diferencia del 20% que fue objetivo del PJ en campaña, Milei ganó en 108 de los 135 municipios bonaerenses, incluyendo gran parte del Conurbano. Una paliza que aseguró la derrota nacional y golpea al PJ, a Kicillof, a sus intendentes, además de una Cristina desaparecida en campaña y a La Cámpora con Máximo, quien también se escondió en la elección. Sobre todo con el escándalo por Insaurralde, al que CFK y Máximo le habían puesto a Kicillof como Jefe de Gabinete.
El gobernador venía de ganar, al dividirse la oposición más de derecha. Esta división fue a la que apostó el PJ, con Cristina incluida, levantando a Milei para «polarizar», en una mera especulación electoralista para achicar a Juntos por el Cambio en la disputa por la mayor gobernación del país.
Kicillof intentó jugar ese resultado a favor de Massa. Pero, aunque el ministro y candidato sacó 540 mil votos más que el gobernador hace un mes, Milei subió mucho más, al sumar los votos de Juntos por el Cambio, con lo que casi «empató» la Provincia.
¿Qué explica este resultado en suelo bonaerense?
El PJ superó al liberfacho por una ínfima diferencia de 142.500 votos en la Provincia (solo 1.4% de 10 millones de votos). En los lugares de trabajo, barrios y redes sociales aparecía cierta sorpresa por este resultado y, a la vez, desánimo de sectores que militaron por Massa con la «nariz tapada», entendiendo que Kicillof no sería lo mismo.
Pero tomemos la frase que usaba «el General», emulando a Kant y Aristóteles: «la única verdad es la realidad». Para ver que ese fracaso electoral de un peronismo en declive, se debe al malestar de millones de bonaerenses que castigaron a Massa, pero también al gobierno provincial. Lo que se combina con sectores de ultraderecha que quieren levantar cabeza, pero a quienes este gobierno dejó crecer.
El gobernador había insistido que su objetivo no era convertir la Provincia en un refugio del PJ, sino en la base del triunfo de Massa. Ante la derrota, puede que vuelvan a lotear su gobierno para alojar funcionarios rechazados por ajustar al pueblo. Pero entendemos que este gobernador «estrella», en medio de un PJ derrotado, no brilla en «garantizar derechos».
Al contrario, ajustó y seguramente lo siga haciendo con un gobierno de otro signo en el país, escudándose en esta derecha que supieron alimentar con sus políticas. Por eso el PJ no va más. Ni con Massa ni Alberto ni CFK ni con Kicillof. La alternativa es hacer algo nuevo, junto a la izquierda.
Provincia rica y pueblo pobre
Porque la realidad nos muestra, como única verdad, que más allá de hacer campaña por los «derechos», ante una pobreza que trepó al 40.1% en el país, en el Gran Buenos Aires donde viven casi 11 millones de bonaerenses, esa pobreza saltó al 47%. Es la cruda realidad: casi la mitad de bonaerenses pobres, con 1.5 millones de indigentes. Además, llevaron también la pobreza infantil a un lacerante 58%, es decir, 6 de cada 10 pibes son pobres en el Conurbano.
Una catástrofe social inaceptable en la provincia más rica del país con enormes recursos, ya que genera el 35,7% del producto bruto nacional, el 39% del agro, tiene el 50% de la industria manufacturera y es la mayor provincia exportadora, con el 36% de las ventas externas del país.
Exportaciones sobre las que el gobierno se jacta de batir récords, con un acumulado de U$S 15.408 millones entre enero y julio, siendo el segundo mejor índice de los 10 últimos años. El problema es que esa montaña de plata, que en la primera mitad del año implicó 5.5 billones de pesos, se queda en los bolsillos y ganancias empresarias, de banqueros y el agronegocio. Quienes precarizan y pagan salarios de pobreza a sus trabajadores, sin que el «gobierno del pueblo» haga nada para que mejoren las condiciones laborales e ingresos de sus trabajadores.
Ajuste en salud, educación, salarios y mayor precarización
Ese enriquecimiento empresario y de los oligarcas del campo se da en paralelo a un ajuste en las partidas sociales. En Salud, el gobierno redujo al 6.5% sus partidas sobre el Presupuesto total de este año, cuando en 2022 fue del 7.1% (ver cuadro). Eso implica menos plata para atender a la gente, falta de personal y bajos salarios para enfermeras y profesionales de la salud.
También en Educación (DGCyE) rebajaron las partidas al 26.4% del Presupuesto total, pese a las enormes carencias estructurales del sistema educativo. Con un porcentaje por debajo del 27.8% que destinó Vidal en 2015. Y más bajo que el 33.2% que Scioli destinó en 2008 (ver cuadro). Además de ajustar los salarios, condiciones laborales, infraestructura, falta de cargos y de atacar el derecho de huelga de la docencia que lucha con la Multicolor (ver nota).
No solo faltan de cargos en Educación, sino que Kicillof redujo los de planta permanente y horas cátedra titular para pasarlas, en igual cantidad, a planta transitoria y horas cátedra provisional y suplentes. Una mayor precarización que incluye los programas de contratos a término (FORTE, FinEs, CITE, COI y otros como ATR), sin estabilidad ni otros derechos del Estatuto Docente.
Festival de deuda: más pagamos, más debemos
Aunque denunciaron el endeudamiento de Vidal, asistimos a un nuevo salto en la hipoteca provincial. Al reconocer y pagar esa estafa que nos cargó Cambiemos y que el PJ avaló, ya que se necesitan los dos tercios de ambas cámaras para votar la exponencial deuda tomada entre 2016 a 2019.
Y sigue el festival de la deuda, más allá del relato. En sus informes sobre la deuda bonaerense, el gobierno criticó que «el stock de deuda pasó de 9.362 millones de dólares a 10.913 millones de dólares», en los 4 años de Vidal. Pero en el último informe de deuda de fines de junio, se ve que creció a 11.179 palos verdes. Pese a que pagaron1 cientos de miles de millones entre capital e intereses. Por eso decimos: más pagamos, más debemos.
Este gobierno denunció también que «la deuda de la Provincia se dolarizó fuertemente», al alcanzar el 83,7% del total, pero hoy sigue en ese altísimo nivel de dolarización, condicionando las cuentas provinciales por décadas. También denunciaron que el 69% de la deuda de Vidal estaba en bonos bajo ley extranjera, pero esa deuda bajo legislación extranjera la subieron al 83%, dando un salto en la dependencia y entrega de recursos y soberanía. Así no se va «derecho al futuro» como decían en campaña, sino que condicionan el presente y el futuro, con fuertes pagos hasta el 2037.
Esto es así porque, para evitar cirugía mayor y apostar a su proyecto reeleccionista, Kicillof pateó los vencimientos de deuda con los bonistas y organismos multilaterales, con una renegociación muy costosa. Ahora deberían cortar con esa carga, pero insisten en pagarla con mayor ajuste. Por eso su última oferta salarial fue tan baja, que generó dos rechazos de los gremios, algo inédito en estos cuatro años.
Ajustar a los de arriba, la deuda es con el pueblo
Por esa «renegociación» con los bonistas buitres, los pagos entre 2024 y 2027 por capital e intereses de la deuda, suman más de $ 1.3 billones (ver gráfico). Con esa montaña de plata se debería poner en marcha un «mega» plan de construcción de 75.500 nuevas viviendas populares, que generaría 380 mil puestos genuinos de trabajo. Para poder dimensionarlo, esas nuevas viviendas equivalen a construir de cero 4 municipios bonaerenses, al equipar la suma total de viviendas de Ensenada, Berisso, Dolores y Castelli.
Por eso desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad enfrentamos esta política de ajuste, a la medida de los bonistas, el FMI y las corporaciones. Rechazamos también sus leyes impositivas y luchamos por cambiar la matriz tributaria, poniendo impuestos reales y progresivos a los «dueños de la Provincia» y a las 1.300 familias que tienen el 33% de las tierras bonaerenses.
Milei quiere eliminarles todas las retenciones e impuestos a los ricos, y el PJ seguro va a pactar ese rumbo. Por eso las felicitaciones y la «transición» armónica que están encarando Alberto, Massa y Cristina, pero también Kicillof. Cuando nada tenemos para «reconocer» ni «felicitar» a este liberfacho, como sí hizo el gobernador. Porque viene a arrasar con los recursos de las provincias, sus trabajadores y el país. Por eso llamamos a enfrentarlo, en la más amplia unidad de acción, exigiendo a la CGT, las CTA y sus gremios que convoquen de una vez a luchar.
Al contrario de lo que plantea Milei y lo que vino haciendo Kicillof, más allá de su relato, planteamos anular todas las privatizaciones (gas, luz, agua, petróleo, minería, telecomunicaciones). Para recuperar esos recursos estratégicos y poner esas empresas bajo control de sus trabajadores y usuarios.
Además de no pagar la estafa la deuda a los bonistas y organismos internacionales. Porque la deuda es con los salarios, el trabajo, la docencia, enfermeras, profesionales de la salud, estatales y los sectores populares, con sus necesidades más acuciantes.
1 Entre 2021 y 2023 el gobierno reconoce haber pagado U$S 784 millones, pero la deuda subió no menos de U$S 178 millones.