100 años de la muerte de Lenin. El constructor del Octubre Rojo
Escribe: Carlos Carcione
El 21 de enero de 1924 moría en el pueblo de Gorki a pocos kilómetros de Moscú, Vladimir Ilich Ulianov. Pasó a la historia con su nombre de revolucionario: Lenin. Dirigente principal junto a Trotsky de la Insurrección de Octubre que, en 1917, creó la primera República Soviética de la historia. Estudioso de la realidad, desechó la interpretación metafísica de una Rusia feudal para finales del siglo XIX y caracterizó a su país como de desarrollo capitalista. Teórico del socialismo, y militante práctico fue un ejemplo vivo de la definición marxista de Praxis. Fue parte de los principales debates teóricos de su tiempo, incluso en el campo de la filosofía como cuando debatió contra el Criticismo que había penetrado en las filas de los intelectuales revolucionarios de su época oponiéndole la dialéctica. Lo mismo que de la elaboración de definiciones que sirvieron para reinterpretar el estadío concreto de desarrollo del capitalismo de este periodo, sistematizando la evolución del capitalismo mercantil a su fase senil, imperialista, dominado por el capital financiero.
Como revolucionario militante práctico participó de la Segunda Internacional cuando ésta todavía reivindicaba el marxismo, hasta 1914 en que estalló la Primera Guerra Mundial y esa organización degeneró al social-patriotismo, apoyando los créditos de guerra a sus gobiernos imperiales. Construyó en su país el Partido Bolchevique desde 1903, ala revolucionaria de la socialdemocracia de Rusia y en 1919, una vez en el poder y en medio de la guerra civil, fundó la Tercera Internacional. La enfermedad lo llevó a perder su última batalla, en la que se enfrentaba a Stalin intentando cambiar el rumbo de una burocratización del primer Estado Obrero triunfante de la historia, llevaría a la revolución a la degeneración totalitaria. A los 53 años y cuando sus más queridos camaradas lo seguían llamando El Viejo, la enfermedad apagaba su potente voz que había despertado las esperanzas de un mundo mejor a la clase obrera del planeta entero.
¿Qué Partido?
En el segundo Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso que dio comienzo en julio de 1903 en Bruselas, se produce un debate inesperado que llevará a la división del partido tiempo después. Este no sería el único incidente del Congreso. El mismo se tiene que trasladar de Bruselas a Londres donde culminaría en agosto. Los organizadores habían detectado el seguimiento policial a los delegados, por lo tanto para preservar su seguridad decidieron trasladarlo, con tal mala suerte que según cuenta Trotsky, los delegados fueron atacados por un ejército de insectos que habitaban en el establecimiento donde se realizaba el evento en la Capital inglesa. Sin embargo, el problema no fueron las pulgas.
De las distintas corrientes que participaron del Congreso la organización había quedado en manos de los iskristas, más precisamente en manos de 3 miembros del comité de redacción de Iskra, la publicación que había comenzado a editarse en 1900. Lenín, Plejanov y Martov. Además de los iskristas que contaban con la mayoría absoluta de delegados de los Socialdemócratas Rusos, participaron el grupo polaco llamado Bund, el grupo de los obreros del sur, y el grupo de La Causa Obrera.
Las primeras sesiones transcurrieron con la aprobación del programa del partido presentado por Lenin y Plejanov, los primero debates se dieron con los polacos que pretendían autonomía para su política a lo que los iskristas respondieron con la más absoluta centralización de la política. Pero el hecho no previsto surge en un debate entre iskristas sobre el carácter del partido, es decir a quiénes se consideraba miembros de la organización.
Mientras que Martov presentaba una fórmula laxa para el reconocimiento de los miembros, de tipo movimiento sin responsabilidades orgánicas para los mismos, Lenin sostenía que solo deberían ser considerados militantes aquellos que además de acompañar el desarrollo partidario, aportar a su sostenimiento, deberían disciplinarse a una organización del partido. En este debate que Lenin, luego de la ruptura, explicará en el Qué Hacer, lo que estaba en juego era la construcción de un partido de tipo movimiento sin mayores responsabilidades orgánicas para los militantes, o el que proponía Lenin construido sobre la base del Centralismo Democrático, es decir, la mayor libertad para la discusión interna y la más férrea disciplina y unidad en la acción y cuyos militantes dedicaran su tiempo libre a la revolución. Pero la ruptura se da por la integración de la nueva redacción de Iskra.
No obstante, había quedado había quedado establecido que esas diferencias eran irreconciliables y se mantuvieron hasta el momento mismo de la Revolución de Octubre. Y no solo en las cuestiones de la organización partidaria sino también en los distintos hechos revolucionarios, por ejemplo, cómo enfrentar la Revolución de 1905, la guerra mundial de 1914 y otros hechos políticos de gran importancia. Trotsky que en principio había quedado del lado de los mencheviques, luego se apartó de ellos y quedó en una situación intermedia intentando, hasta que se unifica con los bolcheviques de Lenin en 1917, buscar una unidad que luego reconocería que no era posible.
Las Tesis de abril y el viraje hacia la revolución socialista
En los primeros 17 años del Siglo XX hubo en el imperio de los Zares 3 revoluciones. El ensayo general fue en 1905, donde surge el primer Soviet: el proceso dura casi todo el año, y termina en una derrota que dará con la mayor parte de los dirigentes de los partidos obreros y sus fracciones en la cárcel, el destierro y el exilio, entre ellos Trotsky. Las otras 2 se dan en un lapso de nueve meses en el año 1917 empujadas por las calamidades de la guerra mundial. Una en febrero que derrumba al zarismo e instala un gobierno provisional y la de Octubre que comienza la construcción del primer Estado Obrero triunfante.
Los debates sobre el balance de la revolución de 1905 establecen 3 concepciones de la futura Revolución, que grosso modo eran las siguientes: los mencheviques plantean que sería una revolución burguesa y que tendría que dirigirla la burguesía con sus partidos mientras que los socialdemócratas tendrían que hacer una tarea de organización de la clase obrera y prepararse para que en un futuro indeterminado se pudiera construir el socialismo. Por otro lado, los bolcheviques y Lenin particularmente, sostenían que, aunque la revolución tendría carácter burgués por las tareas que debería afrontar, para que pudiera triunfar su dirección tendría que ser obrera y campesina, aunque no identificaba los sujetos políticos que la conducirían. Y la tercera, la que sostenía Trotsky en una primera elaboración de su teoría de la revolución permanente, explicaba que una vez comenzada la revolución, la clase obrera no podría detenerse en las tareas democrático burguesas y avanzaría hacia las tareas socialistas.
Pero cuando estalla la Revolución de Febrero de 1917, Lenin exiliado en Suiza logra llegar a Petrogrado el 3 de abril y desde su arribo va planteando una nueva perspectiva. Sostiene una visión distinta de la que hasta entonces tenían los bolcheviques, ahora afirmaba que la revolución sería obrera y que las tareas que debería emprender eran esencialmente socialistas y de un gobierno de los Soviets que estaban formándose apresuradamente. Ese cambio de perspectiva, acercándose a la de Trotsky sorprende a la dirección bolchevique, pero en apenas un mes logra ganar a la mayoría del partido y presenta las Tesis de Abril definiendo esta perspectiva, el carácter de la guerra y las medidas revolucionarias que son necesarias aplicar. Triunfa el viraje y se comienza a preparar la insurrección con la principal de las tareas “explicar pacientemente a las masas”. Se demuestra una de las grandes virtudes de esta personalidad singular, su enorme sensibilidad para los procesos revolucionarios.
¿Hubiera sucedido el Octubre sin Lenin?
Esta pregunta parece contra fáctica, una especulación intelectual. Pero Trotsky se la hace en su hermoso y potente trabajo histórico sobre la Revolución Rusa y la contesta: no, no habría habido Octubre sin Lenin. Pero ¿qué quiere decir el dirigente del Comité Militar Revolucionario del Soviet que conduce la insurrección?. Alguien que estuvo siempre alejado del culto a la personalidad.
Así como Lenin modifica su perspectiva del tipo de Revolución con las Tesis de Abril, Trotsky cambia en 1917 su posición opuesta a la de Lenin en la evaluación de la necesidad de la construcción del partido, tomando la de este último y hasta el final de su vida define como tarea primordial de un revolucionario la construcción del partido y la internacional.
Trotsky, que solo confiaba hasta entonces en la espontaneidad de los procesos revolucionarios y temía el conservadurismo de la actividad partidaria, reconoce que, sin ese partido bolchevique construido a pulso firme y determinado por Lenin, no hubiera sido posible octubre, pero sin Lenin y sus Tesis y el partido o quizás mejor dicho su dirección, no hubiera salido del estado de conservadurismo en el que se encontraba hasta su llegada en abril de 1917. Por eso mismo su compañero podría afirmar como dice el título de este texto: Lenin fue sin dudas el constructor del Octubre Rojo y al construirlo junto al partido se construía a sí mismo como factor indispensable del proceso histórico.