El Conurbano se mueve

Escribe: Magui Fernández/ Estudiante de Diseño de Indumentaria en la UNM/ Juventud Socialista MST

Con picos de participación históricos, el conflicto universitario se hace fuerte en el conurbano. Universidades como la UNLaM, la UNM, la UNSaM, la UNGS, la UNLZ, la UNLu o también la UNLP reciben día a día a miles de estudiantes de los barrios populares de la provincia. Son estas instituciones, que le abrieron la puerta a muchos y muchas que son primera generación de estudiantes en sus familias, uno de los blancos de agresión del elenco mileista.

La movilización por la universidad pública terminó siendo un catalizador de la bronca social acumulada. Justamente uno de los sujetos del drama social es la juventud precarizada, con altos índices de pobreza y deserción estudiantil. Una juventud que se enfrenta todos los días a las disyuntiva entre cargar la sube o comprar el apunte de una materia, y que sueña con llegar a mitad de mes. Una generación que no solo defiende el derecho histórico que hemos conquistado sino que también pelea por tener perspectiva de futuro.

Educación para el saqueo capitalista

El ataque del facho de Milei a las universidades y al CONICET es un reflejo del modelo de país que pretende imponer, un modelo académico al servicio del mercado, de carreras low cost, con convenios con mega corporaciones extractivas, muy a tono con el país que quiere: sin industria, con flexibilidad laboral, dónde prime el saqueo y la desregulación económica. Y por supuesto con represión y censura. Sin pensamiento crítico que cuestióne su plan de guerra a los trabajadores.

Además el ahogo presupuestario no sólo es para recortar, ajustar y deteriorar la calidad educativa sino que el gobierno pretende empujar a las universidades a formas de arancelamiento. Una estandarización al estilo UNLaM. Y sí, también quieren instalar un discurso xenófobo para cobrarle a los estudiantes de otros países.

Pero la gran marea universitaria le aterra a Milei, que primero tiró una propuesta de aumento previa a la marcha para descomprimir, que tuvo que acreditar el boleto estudiantil atrasado tuvo que volver a hacer una propuesta. Fruto de nuestra organización.

Hay fuerza para ganar

El estudiantado conurbanense viene protagonizando todo tipo de acciones de lucha, decididas en asambleas estudiantiles e interclaustros. Ejemplos sobran, como la UNSaM que viene llevando adelante clases públicas, ruidazos, y movilizaciónes en el distrito, la UNM que realizó ruidazos muy nutridos, radio abierta y vigilias, la UNLZ, y terciarios como el IFD 11 de Lanús o el ISFD 23 de La Matanza que también están en estado de alerta y movilizacion. También la UNLP y la UNLu, autoconvocadxs en asambleas interclaustros e interfacultades. Y la lista sigue. Esa actitud ofensiva, junto con la jornada histórica del 23 demuestran que fuerza hay y que desde abajo las ganas de salir a la calle sobran.

Superar a las viejas conducciones

Las direcciones estudiantiles del PJ y el CIN actúan como un dique de contención para frenar ese potencial de resistencia anti-milei. El CIN, que negocia las partidas presupuestarias a espaldas de los estudiantes y la comunidad universitaria, y que las fuerzas políticas que lo componen (PJ- UCR) después negocian o votan la Ley de Bases y dejan correr el DNU y el protocolo de Bullrich.

El martes 30 se volvieron a sentar para dialogar amablemente con el gobierno sin convocar a marchar ni incentivar a la continuidad de la lucha. Como freno de mano para que la cosa no desborde y los supere, planteándose incluso la derrota definitiva de Milei y todo su plan en conjunto con los demas sectores en lucha y la clase obrera.

Porque no, no da igual si los estudiantes irrumpimos en el escenario político y por eso las conducciones burocráticas bajo la consigna de unidad ocultan su rol como garantes de la gobernabilidad. Nuestro movimiento tiene que ser independiente de todos los gobiernos, no se puede estar de los dos lados del mostrador.

Para ganar esta batalla y las que vengan, es condición entonces enfrentar a las burocracias, construyendo polos de organización independiente y disputando en cada acción y cada asamblea todas las posiciones de conciliación con el gobierno nacional. Una vez desatada la «fiera» del movimiento estudiantil, no la van a poder domar ninguna burocracia podrida. Una vez liberado el movimiento obrero, nadie ni nada va a poder salvar a Milei del lugar al que pertenece: el basurero de la historia.