Misiones sublevada: un provincialazo que marca el camino

Un conflicto docente que arrancó en febrero y se profundizó hace más de dos semanas con paros ininterrumpidos, donde también lucha la salud y lleva casi 2 semanas el mega piquete en Posadas. Las marchas, acampes, cortes de ruta y asambleas recorren la provincia, superando a las burocracias que buscaron traicionar. Un régimen político con una crisis de gobernabilidad nunca vista y la necesidad de una alternativa política de los trabajadores y la izquierda, son algunas claves de este Misionerazo que marca rumbos.

Escribe: Francisco Torres, desde Misiones

Por acá se cuenta que el misionero sería un pueblo «manso y tranquilo» como decía la canción. Pero la rebelión con que se levantó, expresa el hartazgo frente a la pobreza y necesidad, de quien está jugado y no tiene nada que perder y sí mucho por ganar. Todos hablan de un conflicto histórico porque la miseria impiadosa del ajuste provincial, junto al que descarga Milei, unió a todos en postales nunca vistas en otras luchas misioneras.
Una característica de este conflicto lo da ese ajuste que extendió la miseria salarial, transformada en rebelía, de la docencia, la salud, estatales, judiciales, y demás sectores e incluso la policía como el brazo armado de los gobiernos y patrones. Pero con la singularidad no vista antes, de que se les rebeló, montando un inédito piquete policial que se expresa solidario con la docencia y la salud que reclama.

Con un mega piquete de gomas quemadas, cortando calles y una de las principales avenidas céntricas con patrulleros y hasta una autobomba cruzadas. Con cuadras y cuadras de carpas, ollas populares, una pila enorme de leña para cocinar y calentarse en los fogones. Con incontables gazebos, carpas, lonas, plástico y toldos, armados con cañas, palos y cuerdas, que sigue firme hace ya casi dos semanas.

Esto se potenció tras el estrepitoso fracaso del tándem Bullrich, Passalacqua y Milei, al anunciar su Comité de Crisis para apelar a la represión como salida, al enviar a la Gendarmería, Prefectura y la Federal, que fue derrotado a la mañana siguiente. Eso liberó fuerzas, al marcar la magnitud de una crisis económica y social que se transformaba en política en pilares del régimen, y que dejaba en evidencia la debilidad y creciente aislamiento social y político del gobierno.

Un conflicto que hace historia

Otra particularidad de esta lucha es que la docencia no está sola, sino rodeada de participación y apoyo de otros sectores en conflicto, al aparecer como el emergente mayor de un pueblo ajustado sin piedad. Por enriquecer a esa casta política de Passalacqua, Rovira y su legislatura, junto a un puñado de corporaciones para los que gobiernan, que amasan fortunas impunemente.

Por eso asistimos a una de las manifestaciones de protesta más convocantes y radicales de las últimas décadas. Un provincialazo misionero que se subleva después de 20 años de aprietes, ajuste y miseria. Otra característica de esta lucha es que todas las burocracias sindicales que intentaron firmar acuerdos insuficientes con el gobierno, han sido desbordadas por sus bases, rechazando esas propuestas por estar lejos del 100% de aumento salarial exigido y la necesidad de mayor presupuesto, obras de infraestructura y atacar la precarización.

En el caso docente fue categórico el rechazo al último aumento que la burocracia Celeste de la UDPM (gremio de CTERA) le firmó al gobierno. Porque así, una maestra con un cargo sigue siendo indigente y con dos cargos es pobre, como se dijo en el acampe. Eso explica las manifestaciones, asambleas y cortes multitudinarios, así como la masividad del paro, con tanta docencia participando activamente a cada hora y cada día, con una fuerza, determinación y unidad como hacía mucho no se veía. Hasta con los equipos directivos que también se suman a esta rebelión ante un poder que pisotea derechos.

Además de lo salarial se reclama porque hay infinidad de docentes suplentes o en la informalidad, que sufren aprietes ante el temor de perder su cargo y no volver a conseguir nada, porque para acceder a uno, hay que recurrir o depender de alguien que lo facilite, lo que cuestiona la estabilidad laboral docente por esta instalada política del apriete.

Se reclama también porque los techos de las escuelas se llueven, literalmente, están en muy precarias condiciones, no hay lavandina ni elementos de limpieza, tampoco tizas o un registro donde hacer las actas o boletines. Y lo que es más grave, este gobierno destina apenas $ 220 por pibe para el comedor en las escuelas de jornada completa, y una miseria $ 250 en las que hay almuerzo y cena. Además de $ 110 para la copa de leche por gurí, con lo que no cubren ni el mate cocido con bizcocho. Indignante, ¿cómo no rebelarse?

Cuando el hambre es ley, la rebelión es justicia

Así se dijo en otros «azos» provinciales. Y es lo que estamos viendo. Como otra característica de este conflicto que preocupa a la Rosada y en particular a los gobernadores, por el ejemplo y posible «efecto contagio» que pudiera despertar esta pueblada. Milei se jacta de ser distinto a lo conocido y en este sentido es así, ya que con Misiones asistimos al primer «provincialazo» de su mandato, a tan solo 6 meses de asumir. En esto de «quemar los tiempos», es distinto incluso al gobierno nefasto de Menem, a quien el liberfacho considera el mejor presidente de la historia. Porque con Menem pasaron 4 años para que recién afrontara su primera gran crisis provincial. Ya que asumió en julio de 1989 asumió y en diciembre de 1993 fue la rebelión del Santiagueñazo. Después vendrían las puebladas de Cutral-Có y Plaza Huincul en 1996 y 1997 en Neuquén. Y más adelante en Mosconi y Tartagal, en Salta. El misionerazo podría estar marcando ese camino. De ahí que los ministros y voceros de Milei, pretendan desentenderse de la crisis provincial, como si nada tuviera que ver ni debieran hacer para resolverla. Y los gobernadores se alarman porque si se esto termina arrancando un aumento mayor que muestre a los trabajadores de otras provincias el camino sembrado en estas tierras coloradas, de rabia, lucha y rebeldía.

Disculpe el señor…

Días atrás, en el corte en Garupá, las charlas en Oberá o el acampe de Posadas, decíamos que pretendía jugar al desgaste, pero era un gobierno desgastado y en crisis. Por la necesidad de marcar la fuerza de la docencia y los trabajadores en conflicto, frente a un enemigo que trata de parecer inflexible, pero ha perdido el rumbo, quemó las cartas de sus burócratas amigos y no cuenta por ahora con el garrote para reprimir, ni siquiera de las fuerzas federales que se tuvieron que ir. La realidad lo fue confirmando con las acciones decididas de la docencia y demás trabajadores, al dirigirse a los centros del poder y a la casa de los principales responsables de aplicar este ajuste sin fin.

Donde no solo gana miseria una docente o enfermera, sino que un empleado municipal cobra entre 180 y 200 mil pesos, con contratos híper precarios, con camiones de basura que no andan o repartidores de agua, sin frenos ni luces, que los arreglan como pueden.
Por eso estalló cómo en aquella extraordinaria canción de Serrat: «Disculpe el señor. Se nos llenó de pobres el recibidor. Y no paran de llegar. Curiosamente, vienen todos hacia aquí…». Así lo sufrieron en carne propia Passalacqua, su legislatura corrupta y hasta Rovira, cuando las marchas enfilaron decididamente a «visitarlos». El gobernador no tuvo ni quien lo protegiera y hubo algo de Infantería en la legislatura, que tiro gases y dio algunos palos repudiables, pero más para cuidar a esos diputados que huían como ratas.
Unos días después, en un 25 de mayo que conmemoró la gesta revolucionaria con actos de lucha en las rutas y el piquete, le tocó la «visita» también a la mansión de Rovira, el verdadero jefe del poder, que solo encontró un grupo de matones de seguridad privada para cuidarle la residencia, ante la protesta docente. En Misiones nada se movía sin su consentimiento. Pero «el señor sabrá disculpar» porque hay una pueblada provincial en esto que consieraba su feudo. Que se mueve sin pedir permiso y va por todo, aunque no lo quieran ver.

Ya no hay «intocables» en la Misiones sublevada

Rovira es el hombre fuerte del «misionerismo» y la Renovación, aliado de todos los gobiernos, con Cristina, Macri, Massa y ahora pacta con Milei por lo que sus diputados y senadores bancan el DNU y la nefasta Ley Bases. Pero ya nada será como antes. Después de esa marcha, el que fuera dos veces gobernador, tuvo que montar un mega operativo con camiones, combis, camionetas, personal municipal y de tránsito y vallados, junto a seguridad privada para cortar las calles y accesos a la exclusiva zona que rodea su mansión. El otrora dueño del poder, debe protegerse aislado y con temor del pueblo que dice representar. Dicen que la renovación convoca a su militancia para salir a defender el gobierno. Hasta ahora nada de eso pasó. Y no van a tener paz, porque este Misionerazo avanza en tomar conciencia -al calor de esta lucha-, de su fortaleza, de quiénes son sus aliados y de la debilidad de sus enemigos. Hay una inmensa unidad y fuerza social por abajo, y una crisis, desgaste y aislamiento del poder político, que golpeo como nunca antes a la cabeza misma del Frente Renovador de la Concordia. Esa fuerza provincial que gobierna Misiones hace 20 años, compuesta originalmente por dirigentes del PJ y de la UCR, que han sabido estar con todos los gobiernos del ajuste nacional.

En estas protestas y en el amplio apoyo social que tiene este conflicto, se encuentra seguramente buena parte de la población que los votó hace apenas un año, para ganar con el 64% de los votos (incluyendo al PJ que fue con la Renovación), contra el 26% de Juntos por el Cambio (UCR y PRO) y cerca del 5% de PAyS (el Partido Agrario y Social, con el Partido de la Victoria, Unidad Popular y el PTP).

En esta crisis de gobernabilidad abierta, al no encauzar una protesta que se les fue de control, donde ninguna fuerza del régimen capitalista tiene autoridad para encaminar o intentar contener la protesta, apareció la Iglesia llamando a «evitar la confrontación» e invitar a misa a rezar para «que se conceda a todos la sabiduría del diálogo». Pero quien no «dialoga» y busca reprimir, es el gobierno.

La lucha sigue hasta ganar

Si bien no hay una conducción unificada, la lucha resuelta democrática y diariamente en las asambleas, genera una creatividad que lo va resolviendo todo. Los gremios combativos buscan ponerse al frente de esta marea que reclama el 100% de aumento. Ahí están UTEM de la FND (Federación Nacional Docente) y el FTEL (Frente de Trabajadores de la Educación en Lucha), Autoconvocados, además del otro gremio de la FND, el MPL (Movimiento Pedagógico de Liberación).

La fuerza de la lucha obligó al gobierno a llamar una reunión de emergencia del gabinete este lunes y abrir la mesa salarial para este viernes y sábado. Para triunfar es clave sostener esa coordinación de los sectores en lucha, seguir decidiendo democráticamente cada acción, y la necesidad un paro provincial y nacional urgente de la CGT y las CTA.

Plata hay: el problema y la salida es provincial, y también nacional

Entre quienes protestan hay un debate sobre a quien le cabe la responsabilidad del conflicto: si solo al gobierno provincial o también la tiene Milei. Y esto no es menor porque hace a quién reclamar la plata. Es lógico responsabilizar a un gobierno que ajustó por 20 años, pero detrás están quienes buscan quitar responsabilidad a Milei.

Cuando ese ajustazo nacional tuvo efecto directo: Según el estudio de IARAF, en base al INDEC, surge que desde enero Milei le recortó a Misiones más de $ 88.000 millones por coparticipación. Eso permitiría aumentar $ 163.000 mensuales, pero por todo el año a cada uno de los 45 mil docentes. Sin contar con la restitución del Incentivo que, en estos 6 meses, implica que Milei le quitó $ 344.400 a cada docente. Además de lo que dejó de enviar por la caja de jubilaciones, el transporte o la obra pública.

Por eso se debe exigir que abran los libros contables de la provincia, bajo control de una comisión de docentes, salud y demás trabajadores, para que estén claros los ingresos y ver lo que debe aportar la Nación.

El ajuste lo tienen que pagar las corporaciones extractivistas, asentadas en las pastera y los grandes aserraderos, que extranjerizan la tierra y comprometen cientos de miles de hectáreas aptas para la agricultura, pero que desplazan a los cultivos más tradicionales como la yerba, el té o tabaco que generaban empleo. Además del turismo como industria extractiva.

Están también los molineros de la yerba mate, concentrados en 4 o 5 grandes, siendo el principal Las Marías (Navajas Artaza), que produce la yerba Taragüí. También están Pagani, de Papel Misionero, Eurnekián, Pérez Companc, Sigman o la familia Werthein. Con un impuesto a esas grandes fortunas, sobra para resolver la demanda docente y del pueblo misionero.

Que se vaya a Passalacqua y decida el pueblo

Como Passalacqua, Rovira y toda su legislatura no dan la cara ni una salida, como se cantó en la legislatura el jueves 23, reclamamos ¡que se vaya Passalacqua y se vayan todos! ¡Y que decida el pueblo trabajador! Junto a la lucha gremial y social, es necesario avanzar a una alternativa política de los luchadores y la izquierda. Desde el MST planteamos un Congreso Abierto del FIT Unidad, donde puedan ser protagonistas decenas de miles de luchadores. Junto a un plan de lucha, con paro provincial y nacional de la CGT y las CTA para que Misiones triunfe. Esta lucha sigue, hasta ganar.

Voces del Misionerazo

Omar, docente de Oberá: «Este 28 de mayo, realizamos una olla popular en la Normal 4 que salió excelente, a pesar de las complicaciones y algunas trabas. Con respecto a la lucha docente, el gobierno tuvo que convocar para este 31 de mayo y 1° de junio, donde va a realizar una oferta salarial. Personalmente espero una buena propuesta, pero estimo que no estará mas allá del 30%, como sucedió en mayo con el 34%. Estos montos son solo gracias a la lucha, porque si no hubiese existido este proceso, la oferta hubiese sido del 8%. Esta propuesta no será la óptima, pero que exista esta posibilidad para la negociación de junio, es únicamente gracias a la lucha».

Orlando Medina, profesor de filosofía: «Las condiciones salariales son muy bajas. El aumento no se vio reflejado, mi sueldo pasó de $ 405 mil a $ 540 mil, lo que no se acerca al costo de vida. Viendo la realidad material del docente, hoy gastamos más en materiales para la escuela que para comer. Además de esto, las condiciones de las escuelas son infrahumanas, donde a veces corre peligro la integridad de nosotros y de los alumnos. Otra cuestión que se suma al conflicto son los lineamientos del gobierno nacional. Si bien hay discursos que tratan de esconder esto, lo primero que se dio de baja fue el FONID y los fondos coparticipables. Hay una combinación entre lo nacional y lo provincial».

Lucas Gómez, profe de filosofía en Oberá: «Trabajo desde el 2016 y el proceso de paritarias a la baja se repite hace mucho. La experiencia del 2020 con el FTEL, fue uno de los pocos años donde empatamos al proceso inflacionario. Con la última devaluación y la liberación de precios, nuestros salarios fueron recortados. Este proceso generó una bronca que se generalizó y se expresa en esta lucha».

María Rosa, docente: «En la escuela donde trabajo nos están faltando elementos para el funcionamiento cotidiano. Además de faltarnos elementos de limpieza, también nos falta personal para limpiar, es una escuela que tiene 3 pisos y solo un portero. A esto se le suma la falta de tizas, registros y libretas, cuestiones que necesitamos para hacer nuestro trabajo como corresponde».

Mauricio, enfermero de Posadas: «Con respecto al conflicto, hay que saber que Misiones tiene tradición de luchas largas, sobre todo en estos sectores como educación y salud. Pero estos procesos, por como son las luchas, le tuercen el brazo al gobierno. Los cortes de rutas, llevan a que el gobierno se quede sin recursos con el paso del tiempo por la falta de recaudación en su aduana paralela, y por eso llaman a negociaciones. Para mí la solución va a llegar cuando se radicalice el proceso, ahí es cuando los funcionarios que gobiernan hace 20 años empiezan a tener miedo. Lo digo porque los ofrecimientos que hoy están haciendo no solucionan ningún problema».

Alejandra, docente de Campo Viera: «El conflicto por el salario comenzó a principios de año y cuando arrancaron las clases, ya había paro, porque no estábamos de acuerdo con el aumento que daban. La mayoría de lo que cobramos es en negro y a eso, los jubilados no lo cobran. Desde noviembre que nos deben plata. La situación en muchas escuelas es muy triste porque no cuentan con la infraestructura adecuada para la educación de calidad que se necesita. A eso se suma que en muchas no hay alimentos para dar la copa de leche a los chicos. Es una vergüenza que los docentes y demás empleados estatales tengamos que salir a cortar ruta para que nos paguen un sueldo digno. Hoy no queda otra solución».

Claudia, docente de San José: «Está muy feo. Desde el gobierno están jugando con nosotros. Especulando con que nos cansemos. Llueve, hace mucho frío. Hace mucho que estamos en la calle, antes que la policía. Si quisieran arreglar, hubieran citado para mañana a una reunión, no para fin de mes. Pero tenemos confianza en que va a mejorar nuestra situación».