Nuevo año, nuevos ataques, nuevas luchas… Para toda la izquierda, el desafío es la unidad

En el 2018 prosiguen los ajustes, tarifazos y “reformas” del gobierno de Macri, ahora con decretazos. También crecen los conflictos por despidos, la resistencia en muchos lugares. En ese contexto, hay debates en la izquierda sobre las tareas planteadas. Para el MST, la prioridad es la unidad.

El panorama con el que arranca este 2018 ratificó en gran medida algunas apreciaciones que hicimos desde el MST tras las jornadas de lucha de diciembre. La sanción de la reforma previsional fue para el gobierno un triunfo pírrico, con un costo político altísimo para su imagen y su relación con amplias franjas de la sociedad. Las encuestas así lo confirman:

  • Según Clarín del 6 de enero, la última encuesta del gobierno nacional indica que su imagen positiva cayó 10 puntos en diciembre por los aumentos de precios y la reforma jubilatoria.
  • Según Synopsis, la imagen positiva del gobierno cayó casi 14 puntos, de 52 en noviembre a 38 en enero. El 63% considera negativa la reforma previsional y cree que las medidas de Macri afectan más a los que menos tienen. Y el 43% cree que la situación económica va a empeorar.
  • Según la última medición semanal que hace Management & Fit, su “índice de optimismo general” ha caído tres puntos.

El clima político y social sube de temperatura. Estos porcentajes de descontento abarcan a votantes de Cambiemos y además hay resistencia a la seguidilla de despidos en el Estado y el sector privado, que no cesan desde que empezó el 2018. Después del pico de diciembre, en enero hubo movilizaciones importantes en número y peso político.

Es el caso de las movilizaciones en Mar del Plata y otras ciudades contra el privilegio de la prisión domiciliaria concedida a Etchecolatz y otros genocidas o la marcha unitaria del 11 de enero a Plaza de Mayo del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia contra la represión y el ajuste. Este clima de lucha se centra en CABA y Gran Buenos Aires pero se extiende a todo el país, con perspectivas a profundizarse ante cada nuevo anuncio de despidos o ajustes.

Preocupación burguesa

Esta situación le preocupa notablemente a Macri y a toda la burguesía, que intentan disciplinar a la CGT y a toda la casta sindical como aliada necesaria para lograr la reforma laboral, que tuvieron que postergar pero sostienen. También nos obliga a que, desde la izquierda, repensemos sobre la perspectiva y nuestras tareas pendientes. En especial, responder a los debates que se dan en los plenarios, reuniones y acciones en la vanguardia y el activismo independiente, debates que atraviesan todos los conflictos y son una buena oportunidad para intercambiar ideas y construir acuerdos.

Lamentablemente, los conflictos actuales aún se encuentran atomizados. En muchos casos hay ausencia de la dirección sindical, que debería ponerse a la cabeza de esas luchas, o los sindicatos referentes deciden hacer la plancha o dividir. Ante los despidos, negocian listas mínimas para reincorporar y así le restan fuerza a la lucha sin convocar a medidas fuertes y centralizadas. Aun en ese contexto difícil, en muchos lugares surge una incipiente organización de activistas y trabajadores/as dispuestos a luchar. Inclusive algunas luchas desbordan a sus direcciones, como pasó en Azul. Muchos de esos compañeros y compañeras ven en la izquierda un referente, pero también con limitaciones.

No al escepticismo y al divisionismo

Con escepticismo, la dirigencia de Unidad Ciudadana y sus sectores gremiales afines plantea que el gobierno “avanza y avanza” con sus medidas porque “es fuerte” y “no hay con qué darle”. No ven, o lo ven pero no quieren decirlo, que en realidad a Macri la posibilidad de avanzar se la están dando el PJ y las burocracias sindicales cómplices que le votaron la reforma previsional y otras leyes de ajuste. También se les escucha decir que “la gente no da”. No es verdad. Como bien lo demostraron las grandes marchas y cacerolazos contra la reforma previsional, y las encuestas posteriores, el gobierno macrista se ha debilitado.

Pero no se puede “enfrentar” a Macri rehuyéndole a salir a las calles o limitándose a pensar un posible armado electoral para el 2019. Por más reciclado político que se haga, no hay ningún 2019 prometedor si Cambiemos tiene “paz social” y “orden” en la calle. Desde ya, menos aún si el modelo K que promueven es el mismo que gobierna en Santa Cruz, con Alicia Kirchner que le firma el pacto fiscal a Macri, ajusta y reprime como él, como ocurrió no hace muchos días. Tampoco será rezándole al Vaticano y pidiéndole al Papa que se enfrente a Macri. Si toda la fuerza organizativa de los movimientos sociales que en estos días viajan a Chile a ver al Papa se pusiera al servicio de las luchas, crecerían los problemas para el gobierno.

Ante esta parálisis de UC, la izquierda de conjunto gana reconocimiento entre los trabajadores y en las luchas, aunque no sin contradicciones. Existen hoy en cada conflicto y en la vanguardia intercambios y nuevos posicionamientos. Es preciso tomarlos y debatir fraternalmente sobre el rol y la responsabilidad de la izquierda.

Un ejemplo: el plenario de los Suteba opositores

En todos lados crecen los reclamos a la izquierda, dirigidos sobre todo hacia un sector: el FIT. Y la mayoría de esos reclamos apuntan a la unidad. Y no sólo en favor de un único y amplio frente de  toda la izquierda, como les propusimos una y otra vez desde el MST e Izquierda al Frente -el frente que integramos junto al Nuevo MAS- y que el FIT rechazó, sino como una necesidad concreta y actual de los luchadores y las luchadoras en esta coyuntura compleja.

Esto nos exige el esfuerzo para encarar con toda seriedad esta cuestión. El reclamo es tan profundo que en varios plenarios sindicales, convocados para discutir los conflictos del sector, han surgido críticas por la división de la izquierda. Así sucedió en el último plenario provincial de los Sutebas opositores (Lista Multicolor), realizado en La Matanza el 26 de diciembre con la participación de unos 200 dirigentes, delegados y activistas docentes.

Al problema de la falta de unidad de la izquierda algunos docentes allí le pusieron nombre y apellido. En varias intervenciones, compañeras y compañeros independientes les reclamaron a los dirigentes del FIT por “ser la losa para la unidad”. O que “buscan convocar a acciones para lucir a sus diputados y hacerse publicidad, pero no pensando en cómo encarar el conflicto para que triunfe”. Esas críticas expresan la responsabilidad que le cabe al FIT, como principal referencia de izquierda, en dejar de lado su sectarismo y aceptar la unidad al servicio de las luchas.

Por la unidad, sin hegemonismos

Desde el MST venimos insistiendo con nuestra propuesta de organizar un gran plenario de toda la izquierda y el sindicalismo combativo para fortalecer las luchas hoy en curso y organizar la pelea contra la burocracia sindical y el gobierno de Macri. A fines del año pasado se hicieron un par de plenarios unitarios, que permitieron dar pasos adelante y hacer importantes movilizaciones conjuntas, pero el PO los boicoteó y este año el PTS se negó a hacer nuevas convocatorias.

Es una postura equivocada, que llamamos a cambiar. No se puede seguir haciendo oídos sordos a los reclamos de los trabajadores, encerrarse en discusiones internas y hasta llevar sus enfrentamientos a la lucha de clases. ¿Cómo es? ¿La burocracia divide y el FIT rechaza la unidad?

Muchos activistas honestamente también cuestionan las prácticas burocráticas en sectores sindicales de izquierda, que en vez de aplicar un modelo democrático se acostumbran con rapidez a los cargos del sindicato. No sorprende que la burocracia niegue la palabra o maniobre las mociones. Pero en la izquierda no caben esos métodos. Hay que transformar la discusión de unos pocos en la discusión de todos, integrar a todas las agrupaciones y los luchadores independientes, y proponer, debatir y decidir desde abajo las acciones a seguir.

Ahora, cuando proliferan los despidos, el gobierno va a volver con su reforma esclavista, se vienen paritarias a la baja y la burocracia sigue traicionando, más necesario que nunca sería un gran plenario del sindicalismo combativo y toda la izquierda.

Sumate al MST para impulsar la unidad

Consideramos que hay un mayor espacio para organizar, coordinar y ganar los conflictos, parándoles la mano al gobierno y las patronales. Pero para superar el aislamiento de las luchas lugar por lugar hay que presionar y obligar a la dirigencia sindical a llamar a asambleas, plenarios de delegados y medidas de acción unificadas, y para lograr eso -o incluso superarlos- es imprescindible la unidad de toda la izquierda y los sectores combativos.

Desde el MST en Izquierda al Frente fuimos protagonistas de las jornadas del 14 y 18 de diciembre en primera línea. Llevamos nuestra solidaridad a todos los sectores en lucha y participamos activamente de todas las acciones unitarias. Junto a activistas sindicales independientes, formamos la Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática: ANCLA. También estamos en las marchas contra los genocidas, por la libertad de los presos por luchar y demás reclamos justos. Somos anticapitalistas, feministas y ecosocialistas.

Por todas estas razones de fondo te invitamos a vos, a las y los luchadores de los distintos gremios y de la juventud, a sumarse a nuestro partido para fortalecer este proyecto político, socialista, revolucionario y consecuente en la batalla por la unidad de toda la izquierda.

Andrea Lanzette,

Alternativa Docente en ANCLA/MST