La crisis de Europa y el cruce de caminos griego
Alejandro Bodart viaja a Grecia para las elecciones del 17 de junio
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Estamos a menos de dos semanas de las elecciones en Grecia, y el marco general es de profundización de la crisis capitalista en el viejo continente. No solamente por lo imprevisible del futuro griego, como es visto desde los ojos del poder financiero europeo por un posible triunfo de la coalición de izquierda Syriza. Sucede que a la vez la crisis en Europa se desarrolla también por la no solución de los problemas económicos y financieros en todos sus países, y porque va creciendo en la mayoría de ellos, un proceso de luchas y resistencia a los ajustes.
Durante estos días, se ha ido confirmando un nuevo salto en los números de desocupación que ya superan el 11% en toda la U.E., una profundización colosal de la crisis española que ya tienen niveles impensados recolocando la posibilidad de tener que activar los mecanismos de salvataje económico por parte de Europa. Y en medio de este proceso el malestar social se multiplica por el continente. Al mismo tiempo, entre la resistencia griega y la posibilidad de una nueva derrota de los partidos del ajuste en ese país y las movilizaciones que crecen en otros países, lo que están entrando en zona de fracaso es la receta orquestada por Alemania y Francia de ajuste salvaje sobre todo el continente. Los propios dirigentes de la burguesía tienen que repensar su estrategia, tras las elecciones griegas y las legislativas de Francia, vendrá la Cumbre de Bruselas los días 28 y 29 de junio, donde se tendrá que reafirmar la política de ajuste irrestricto “a lo Merkel” o un cambio obligado de política.
La crisis europea, incluyendo el ingreso a recesión de varios de sus países coloca un nuevo momento de la crisis global. Detrás de la crisis larga de la eurozona se alimenta la cada vez más tenue recuperación estadounidense, la desaceleración económica de China, la baja del crecimiento de Brasil y su importante caída de producción industrial. En este nuevo momento, ha comenzado la crisis de los países emergentes que la venían resistiendo. Y en este contexto se inscribe también la realidad de Argentina, que ya no mira la crisis desde lejos sino como parte integrante de su cotidianiedad.
Es en medio de este mundo en crisis que el pueblo griego irá por segunda vez a elecciones, tras la caída de los partidos del ajuste en las elecciones de mayo y el salto hacia adelante de Syriza. A pocos días de la segunda contienda, la coalición de izquierda ha seguido su curva ascendente en medio de su propuesta de no pagar el ajuste acordado por el gobierno saliente. Y cosechando a su favor la bronca de una franja de masas que busca una salida alternativa. Pero el poder político europeo y griego también actúa, y hacen todo lo posible por levantar a la opción conservadora para evitar el triunfo de Syriza. Con encuestas y pronóstico de elecciones reñidas, Grecia vive hoy una disyuntiva, y en pocos días se sabrá de este cruce de caminos, por cual se habrá optado.
Desde el MST vamos a llevar hasta Grecia nuestro apoyo al pueblo griego que en las calles y en las elecciones enfrenta el ajuste y a los candidatos de los viejos partidos. Y bregamos por una salida a favor de los trabajadores y el pueblo, sin ajuste y en donde la crisis la paguen los que la provocaron. De ganar Syriza las elecciones se abrirá una nueva etapa en el país, donde la posibilidad de un cambio de rumbo estará planteada. Y esto puede repercutir sobre todo el viejo continente. Así de apasionante se ve el futuro. A nuestro regreso de Grecia haremos conocer, entre la militancia de izquierda y popular de nuestro país, las conclusiones que hayamos extraído en este viaje. Porque son los primeros síntomas de búsqueda de caminos hacia la izquierda, que anticipan posiblemente los tiempos que se vienen.