Aeronáuticxs: macrismo, low cost y democracia sindical
La gestión de Cambiemos tiene una orientación general que consiste en garantizar rentabilidad creciente a las empresas. La novedad del modelo Low Cost hace parte de esa lógica. La situación económica y social precaria del país es el contexto para analizar nuestra situación como sector. Compartimos nuestra visión.
La política aerocomercial del macrismo promueve la denominada “des-regulación”. Bajado a tierra eso significa libertad para los empresarios del sector para aumentar ganancias. Cómo se sabe, la forma de hacerlo es simple de entender:
*Agresiva publicidad hacia los usuarios de servicios a bajo costo
*Recorte de gastos operativos: mantenimiento, salario y capacitación de personal, e inversión logística
Sobre esta base se habilita un modelo aerocomercial que impone pautas que afectan la seguridad de vuelo, flexibiliza al personal y fija un parámetro a la baja en todas las condiciones de funcionamiento. El contenido de esta política ya lo experimentamos en la década del 90 con el vaciamiento de Aerolíneas para privatizarla después y el desastre de LAPA como resultado de la “des-regulación” para las empresas. Una catástrofe. Alertamos entonces sobre la gravedad de la situación que se prepara.
Una vez más: ¿quién decide entre los aeronáuticos?
Hace 2 semanas supimos de la firma de un acuerdo con cláusula de “paz social” por un comunicado difundido como un logro, aunque clausuraba la posibilidad de medidas de lucha por salario. Después supimos por la misma vía que el 13 de julio había paro. Y ahora también a través de un breve comunicado, nos enteramos que no hay medidas de fuerza, sino conciliación obligatoria (dictada por un ministerio que oficia de “juez y parte”, ya que no arbitra de forma independiente sino que es patronal). Entonces, hay una primera cuestión: ¿cuál es la estrategia frente al ataque del gobierno a favor de las patronales? Y en segundo lugar, ¿no amerita un proceso de debate colectivo de las bases tomar decisiones sobre el rumbo de nuestra estabilidad laboral? En resumen: el sindicalismo tradicional, verticalista y que resuelve “por arriba”, no va más. Los aeronáuticos, queremos discutir, resolver colectivamente. Ser protagonistas, no público pasivo. Ese camino es, por otra parte, el recurso más seguro para construir un movimiento de lucha y ganar.
Des-regulación y FMI: dos caras del ajuste contra lxs trabajadorxs
Nuestra visión conecta la “desregulación” al programa global del FMI que implica ajuste y condiciones de aumento de rentabilidad para sectores empresarios. Por eso, es fundamental unir nuestro reclamo al conjunto de lxs trabajadorxs: Télam por despidos; docentes que votaron no-inicio del segundo semestre por salario y hasta UOM y SMATA se tuvieron que movilizar contra despidos y suspensiones en las automotrices. Fuerza para pelear, sobra. Es el clima que se respira entre nosotrxs, en cada sector. Y es lo que demostró el paro general del 25 de junio. Por otro lado, frente al discurso desmoralizante de algunos dirigentes sindicales que explican “que no se puede contra Macri y su ajuste”, tenemos el ejemplo de la lucha del pueblo de Chubut que impuso sus reclamos salariales, que bancó una huelga larga y dura, y que logró hasta los días caídos del paro. ¿Las claves de ese triunfazo? Unidad por la base, democracia para decidir todo en asamblea y una orientación precisa: que se ajusten los patrones, no los laburantes. Por eso, planteamos como una necesidad la convocatoria a asamblea general de trabajadorxs aeronáuticxs para discutir este cuadro de situación y el rumbo de nuestra lucha por reclamos elementales y legítimos. Esta es nuestra propuesta.
Aeronauticxs de ANCLA / MST