Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Vamos a La Plata por aborto legal ya
Estamos ya sobre el 34° Encuentro en La Plata, que será un hito. Desde Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST vamos con fuerza militante. Vamos a impulsar la lucha por aborto legal ya, por separar la Iglesia del Estado y por un Encuentro que sea democrático, plurinacional, de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries.
Desde Jujuy y Salta hasta Santa Cruz, y desde Mendoza hasta la Capital y el Gran Buenos Aires, desde todo el país las delegaciones de Juntas, Libre y nuestro partido van camino a La Plata, en donde nos esperan nuestres compañeres platenses para participar todes del Encuentro. Ya podemos anticipar que seremos una de las organizaciones con mayor presencia y protagonismo.
Este Encuentro pinta grande y también complejo. Desde la marea verde surgieron debates políticos y la coyuntura electoral los agudiza. El primero es por el derecho al aborto, porque la presión de los antiderechos actúa y cómo. Que Macri se deschave celeste no nos sorprende: busca afianzar votos más a derecha. El problema es que Alberto Fernández y el Frente de Todos, en cuyas listas hay más celestes que verdes, también pretenden poner paños fríos a esa lucha.
Fernández ya aclaró que su postura es despenalizar, que no es una prioridad de su gestión, no promoverá el debate y dejará el tema en manos del Congreso. Legalizar no está en su agenda. Y si alguna vez lo menciona para no perder votos entre las mujeres, en todo caso es “para después”. Por eso es clave que el Encuentro se pronuncie por lo que siempre reclamamos y sostuvo la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto: ¡legalización!, ¡que sea ley!
- Primero y principal porque despenalizar es intrascendente, ya que excluye el aborto gratuito en el hospital público, única garantía de evitar las muertes por aborto infectado.
- Segundo, porque despenalizar deja correr el lucrativo negocio de las clínicas y consultorios privados, a los que sólo acceden los sectores sociales altos y a lo sumo medios: las mujeres pobres seguirán muriendo.
- Tercero, porque patear para una hipotética segunda etapa la legalización conlleva el riesgo cierto de que ese “después” no llegue nunca.
Fuera la Iglesia del Estado
La presión antiderechos política y religiosa se siente en el movimiento de mujeres: hay sectores que le terminan capitulando. Por eso hay que separar la Iglesia del Estado, máxime cuando el Papa viene de visita al país a mediados de 2020 y redoblará toda su presión para que la ley de aborto no se trate y menos aún se apruebe. También viene a bendecir el pacto social, que firmaron Alberto, la burocracia sindical y la Iglesia al servicio de frenar las luchas y seguir con el ajuste.
No hay que dejarse engañar por el doble discurso del Papa y la Iglesia. Buscando recuperar algo de la base social que han perdido, “se preocupan” por la pobreza, la discriminación y hasta la Amazonia. Y el obispo platense llama a una “sana convivencia” durante el Encuentro. Ya no dice que somos “el diablo”, sino “mujeres con reclamos”… Sí, monseñor: somos mujeres y disidencias con reclamos, como el aborto legal ya, el Estado laico, el respeto a la ILE y la aplicación de la ESI. ¿O se cree que nos olvidamos que son buitres para cobrar los millones en subsidios del Estado a sus colegios, pero se niegan a aplicar la Ley de Educación Sexual? ¡Basta de subsidiar con la plata de todes los rosarios con los que ustedes, los evangelistas y demás religiones esclavizan nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestros deseos y nuestros derechos! De todo esto tampoco dicen nada les Fernández.
Fuera el FMI y el ajuste
Con la crisis, a nivel laboral las mujeres y disidencias somos las más precarizadas, las primeras despedidas y las peores pagas. Y se agrava para las desocupadas y jubiladas. Macri ya fue, pero el FMI y el ajuste quedan. Por eso también planteamos fuera el FMI, ya que si rompemos con sus recetas y dejamos de pagar la deuda externa sobraría plata para la Ley 26.485 antiviolencia de género, dar trabajo genuino, buenos salarios y jubilaciones, mejorar los planes sociales, más presupuesto para salud, educación pública y demás necesidades. No queremos “reperfilar” ninguna deuda, ni ningún ajuste ni ningún modelo Vaca Muerta como propone Fernández, que sólo significa saqueo, contaminación ambiental y precarización laboral. Vamos por la movilización y la lucha, contra el pacto social y por un plan económico anticapitalista en favor de las mayorías.
Plurinacional, con las disidencias y democrático
Hace años que en los Encuentros participan compañeres de pueblos originarios, afros y de naciones hermanas. Por eso desde Chaco 2017 venimos planteando cambiar el nombre. No se puede dilatar más: hay que definirlo en La Plata. Tampoco se puede seguir desconociendo la participación de las disidencias. Aunque la comisión organizadora (PCR, Frente de Todos, PJ, Patria Grande, todos aliados electorales) intente negar esta realidad, recluir a las disidencias en talleres aislados o no incluir esos talleres, no se puede tapar el sol con las manos. ¡Basta de invisibilizar!
Estos debates políticos están muy ligados a los problemas de método. Porque si hay consenso, bien. Pero si no lo hay, no van más las burocrateadas y es preciso buscar mecanismos realmente democráticos para decidir. Hay que poner fin a los aparateos de quienes se arrogan la titularidad de la comisión organizadora e imponen formatos y acciones que van a contrapelo de una marea verde, joven y decidida a dar vuelta todo. Si todes venimos, todes decidimos: qué nombre del Encuentro, qué talleres abrir, donde son los actos de apertura y cierre, el recorrido de la marcha, todo. También la sede 2020, que para nosotres debe ser CABA para enfrentar y vencer las presiones antiderechos que decíamos antes y conquistar la ley de aborto. Y también resolver un plan de lucha nacional por nuestras reivindicaciones, incluyendo el paro internacional del 8M y demás fechas de nuestra agenda.
Sobre estas polémicas políticas y organizativas, discrepamos con la actitud abstencionista de algunas agrupaciones políticas, como Las Rojas-Nuevo Mas y, en menor medida, Pan y Rosas-PTS o el Plenario de Trabajadoras-PO, que quizás por escepticismo no asumen tareas colectivas del Encuentro (como relevar las escuelas para el alojamiento), no tienen propuestas alternativas frente a las maniobras de la comisión organizadora porque dan todo por perdido de antemano y sólo denuncian. Otros sectores montan iniciativas paralelas a cada momento del Encuentro, como algunos grupos de “las pluri”, el “encontrolazo”, las radfem horizontales y algunos movimientos sociales. El colmo es Moira Millán, que llama a boicotear el Encuentro.
Por ejemplo, ante el desafío de ir al acto de apertura con una gran columna unitaria de todo el sector en favor de plurinacional, con las disidencias y por aborto legal, algunos grupos de “las pluri” y otros de la izquierda dan vueltas o piensan un recorrido propio o ir por la suya. Con ello contrasta la correcta actitud de sindicatos como la Asociación Judicial Bonaerense o la CICOP, que además se pronunciaron por el aborto legal, que decidieron ir a la cita unitaria el sábado 12 a las 8 en Plaza Alberti para ir todes juntes a la apertura.
El sectarismo impide la unidad en la diversidad y debilita la disputa por la dirección del Encuentro y, al revés de lo que dicen, terminan siendo funcionales a la conducción. Nosotres batallamos y seguiremos batallando por un Encuentro democrático, donde lo que no se pueda consensuar se defina en una decisión de la que participemos la mayoría.
Por todas estas razones, a las nuevas compañeras y compañeres que van a este Encuentro con nosotres les invitamos a organizarse en Juntas, Libre y el MST para fortalecer este feminismo revolucionario para combatir el patriarcado y el capitalismo.
Andrea Lanzette