Ante la Emergencia Sanitaria: poner TODO al servicio de la sociedad

Elaboramos esta declaración como trabajadores de la salud privada, precisamente para llamar la atención sobre una necesidad urgente: integrar toda la capacidad instalada de clínicas y laboratorios privados en un plan único y centralizado de salud pública para asistir al conjunto de la población, sin importar si son “socios” de las prepagas o no.
Ante situaciones excepcionales, medidas excepcionales. Y, sobre todo, en nuestra opinión, una consigna del momento: la salud de la gente vale mucho más que la ganancia privada.
Coexisten de forma anárquica tres sistemas de salud distintos: el privado, el estatal y el de las obras sociales. El estatal, desfinanciado y saturado normalmente, y descentralizado en los 90 bajo el menemismo, para delegar la responsabilidad en los estados provinciales y municipales. Eso, que no se revirtió desde entonces por ningún gobierno, deja en situación de virtual indefensión al conjunto de la población trabajadora. El de las obras sociales, manejado a su antojo por las burocracias sindicales y usado como moneda de cambio por los distintos gobiernos, también está desfinanciado y desbordado en situaciones normales.
La capacidad instalada de la salud privada, es superior a la infraestructura pública:
*Camas de terapia disponible.
*Respiradores
*Equipamiento en general.

Por todo esto, como trabajadores de la salud creemos que es hora de integrar todo el sistema de salud en un plan único y centralizado, y a la vez, con control y activa participación de los que conocemos de qué se trata: los que todos los días estamos cara a cara con los pacientes.
Es fundamental, constituir Comités Sanitarios de Emergencia con los trabajadores de la salud en cada hospital o clínica, en cada laboratorio y así, designar representantes por cada uno de dichos organismos para un Comité centralizado, de alcance nacional, que sea un instrumento del conjunto de la población para intervenir en la crisis de la pandemia.
Asimismo, es crucial garantizar el reconocimiento de las tareas de salud y a los trabajadores del sector:
*Aumento salarial –y no reconocimiento “por única vez” o actualización paritaria mentirosa- estableciendo como piso, el equivalente al costo real de vida hoy, por encima de los $ 60 mil pesos.
*El reconocimiento de la carrera profesional de enfermería en todo el país, sin excepciones
*El desgaste laboral para todos los trabajadores de la salud en todo el territorio nacional (jubilación anticipada, jornada laboral de 6 hs y vacaciones por estrés).
Somos “esenciales” dicen ahora a viva voz; pero estamos dentro de los trabajadores registrados con peores condiciones laborales y salariales. Esta pandemia muestra con claridad la importancia y la exposición que tiene el personal sanitario.
Como trabajadores de la salud nos vamos a poner al frente y vamos a estar en la primera línea de fuego, pero para ello tienen que proveernos de todos los insumos de cuidados necesarios. El poder político tiene que escuchar a los que sabemos de qué hablamos, a los verdaderos sostenes del sistema de salud.

Comisión Interna Hospital Italiano / Conducción Bordó