Despidos: teníamos razón, pero el DNU no alcanza
Cuando desde la izquierda proponíamos prohibir los despidos, desde el gobierno y el Frente de Todos nos decían que era imposible, utópico, infantil y otras descalificaciones. Pero la bronca popular que generó el anuncio de 1.450 despidos en Techint obligó a Alberto Fernández a dictar preventivamente su DNU 429, que prohíbe los despidos y suspensiones por dos meses. O sea, teníamos total razón en nuestra propuesta, que la crisis y la bronca volvieron “posible’. El problema es que el flamante DNU tiene más efecto mediático que real;
- En vez de ser sólo por 60 días, debería ser retroactivo al inicio de la pandemia y mantenerse hasta salir de la crisis económica recesiva.
- Al no incluir ningún mecanismo de protección inmediata del trabajador ni ninguna sanción a la empresa que incumpla, muchas despedirán igual y así obligarán a ir a juicio, o sea a esperar meses sin cobrar y sin ninguna garantía de lograrlo.
- Al excluir de la prohibición a los despidos relativos al art. 223 bis de la Ley de Contrato del Trabajo, deja librados a los trabajadores a los pactos entre la patronal y la burocracia sindical.
- Aunque los considerandos del DNU hablan de la “seguridad de los ingresos”, no prohíbe las rebajas salariales, mecanismo que están usando muchas patronales para descargar los costos de la crisis sobre la clase trabajadora.
Debemos seguir reclamando una medida de emergencia laboral, para defender en serio y de manera efectiva los puestos de trabajo.
Pablo Vasco y Guillermo Pacagnini