Centro Médico Talar: Un crimen sanitario
En el día martes 16 de junio, en paralelo a los preparativos de la movilización que iba a realizarse en el Obelisco en contra de los despidos y las suspensiones como parte de la Jornada Nacional de Lucha del Plenario del Sindicalismo Combativo, ANCLA y el MST también nos hicimos presente en las puertas del Centro Médico Talar, Ruta 197 y Panamericana, que junto a otras organizaciones sociales y sindicales, acercamos nuestra solidaridad a las trabajadoras de la clínica que nos convocaron para denunciar los constantes ataques de la patronal.
A los reclamos que las compañeras ya venían haciendo, como los elementos de seguridad correspondientes y los testeos masivos a todo el personal, se sumaron dos nuevas exigencias: BASTA DE PERSECUCIÓN A LXS TRABAJADORES QUE LUCHAN Y REINCORPORACIÓN INMEDIATA DE LAS COMPAÑERAS DESPEDIDAS.
Cuatro de las compañeras del centro fueron elegidas como representantes para encabezar esta lucha. Alejandra Sotelo y Ruth Leites fueron despedidas, Flavia Almela y Esther Galarza están internadas. A Alejandra le llegó el telegrama de despido mientras esperaba el resultado del segundo testeo, el que lamentable dio positivo al Covid-19. Ruth fue despedida mientras cumplía con el aislamiento obligatorio en su casa por haber estado en contacto directo con pacientes Covid positivo. Flavia aún está luchando por su vida, por culpa de la negligencia y la desidia de la patronal y el abandono de la Obra Social de Sanidad, el sindicato y los directivos de la clínica, que en un momento tan delicado solo supieron darle la espalda sin importarle nada.
Las compañeras empezaron con el proceso correspondiente, denunciando el accionar de la clínica ante el Ministerio de Salud, el Ministerio de Trabajo y la justicia, pero nunca tuvieron respuestas. Luego de tocar muchas puertas, a traves de nostrxs se comunicaron con nuestra compañera Vilma Ripoll, dirigente del MST, quién se comprometió de forma personal a intervenir ante los ministerios con el único objetivo de que realicen el control correspondiente en la Clínica el Talar para verificar que se garanticen los EPP y la implementación del protocolo de la Provincia de Buenos Aires. Por todo esto, la dirección de la clínica ha salido a atacar virulentamente a Vilma Ripoll y a nuestra agrupación, mientiendo de «que queremos hacer política con la pandemia y queremos cerrar la clínica». Otra mentira más. Ellos hicieron su política y enfermaron a 37 compañerxs. Ellos privilegian las ganancias a la vida de lxs trabajadores y los despiden a pesar de estar en aislamiento sanitario.
En el mismo momento que se realizaba la radio abierta en el cruce de Panamericana y Ruta 197, la justicia de San Isidro se comunicó con las compañeras para informarles que sus denuncias dieron inicio a una investigación penal contra el Centro Medico Talar y el Ministerio de Salud se hizo presente en la clínica.
La patronal sigue atacando y mintiendo
Lxs trabajadorxs que aún continúan adentro del Centro Médico nos informaron que fueron llamados por la dirección para apretarlos, donde recibieron indicaciones precisas de qué decir ante el Ministerio y obligados a firmar un acta donde reconocían que desde el inicio de la pandemia tuvieron todos los elementos necesarios. Una nueva patraña.
Pero la verdad es una sola, y si se hubiera actuado correctamente, hoy no habría 37 casos positivos dentro del personal de salud de la clínica, de los cuales 7 de ellxs están internadxs y Flavia en estado grave. Estos números siguen creciendo y se le suma la lista de familiares infectadxs que están en espera de los resultados del testeo.
Luego de haber terminado el acto, ANCLA y el MST concentramos nuevamente en las puertas de la clínica y denunciamos a viva voz a Mónica González, jefa de enfermería y eterna alcahueta de la patronal. Esta mujer, que estaba escuchándonos muy atentamente desde adentro, es la responsable de negarle los elementos de seguridad e higiene necesarios a lxs trabajadorxs, de difundir falsa información y de amedrentar a las compañeras, actuando como mano ejecutora de las políticas de la dirección de la clínica.
La respuesta de constantes ataques del millonario grupo BASA, propietario de esta clínica y de tantas otras, no nos sorprende para nada. Deciden gastar presupuesto en seguridad privada antes que en la salud de sus trabajadores y es un claro ejemplo del accionar de todas aquellas patronales que decidieron utilizar a la salud como un negocio.
Por más que los directivos de la empresa han empezado a perseguir y apretar a lxs trabajadorxs, ellxs no están solxs. Vamos a seguir estando con ellxs. Vamos a seguir apoyandolos. Vamos a rodearlos de apoyo y solidaridad porque han tenido la entereza y la valentía de enfrentar a una patronal directamente criminal.
Ahora es el momento de luchar por un sistema único de salud, cómo salida a esta crisis global a la que nos introdujo la lógica capitalista de ganancia, privatización y ajuste. Impulsemos está lucha desde la unidad de la clase trabajadora por un programa de medidas de emergencia en el camino a un modelo socialista que garantice plenos derechos para lxs trabajadores y por un sistema único que nos pueda garantizar el acceso universal a la salud, de forma gratuita e igualitaria.
Para cerrar, quiero dejarles las palabras de la compañera Ruth Leites, que nos impulsan a seguir en este camino de lucha:
«Ante este momento tan triste, es momento de que todos los trabajadores del país nos juntemos, nos organicemos, y empecemos a pensar qué futuro queremos como trabajadores y qué tenemos que hacer a partir de ahora para que nuestros derechos no sean más vulnerados por ningún empresario, por ningún empleador, que solo quiere llenarse los bolsillos de dinero a costa de nuestra vida. Esto se tiene que terminar y de alguna manera nos tenemos que poner en la cabeza, que nosostros tenemos que cambiar nuestra propia realidad como trabajadorxs, tenemos que tomar conciencia porque las herramientas y las ganas, están y hoy se demuestran.”
Candela Ramírez