Derrumbe económico y desocupación en aumento

El INDEC dio a conocer los datos que muestran el derrumbe de la economía argentina en el segundo trimestre. Con el -19,1 interanual es la peor caída en la historia del país. En el día de hoy se darán a conocer los datos de la desocupación que seguramente demostrarán que son los trabajadores y los sectores populares los que más sufrimos las consecuencias de la crisis. Pero no a todos les fue mal, los grandes supermercados vieron acrecentadas sus ganancias por ejemplo.

La economía argentina no deja de caer, ayer el INDEC dio a conocer que el PBI cayó un 19,1% interanual en el segundo trimestre del año. Esta es la peor caída en la historia, superior incluso a la de la crisis del 2001-2002 que llegó al 16,3%. El hecho de que esta caída se acompase con la de la mayoría de los países, incluso del primer mundo como Inglaterra, España e Italia que alcanzan niveles de caída similares al nuestro, no nos tiene que conformar de ningún modo. En primer lugar porque al estar ante un panorama de recesión mundial, toda perspectiva de recuperación rápida es más que improbable y en segundo lugar porque la nuestra es una economía que venía ya de 12 años de estancamiento y de franca caída previa en los últimos 2 años anteriores a la crisis, de modo que nuestra caída arranca de valores mucho peores que la de los países europeos nombrados.

Esta caída del PBI tiene consecuencias directas sobre la gran mayoría de la población, pero especialmente sobre los sectores de trabajadores y el pueblo más pobre. Esto es así porque las empresas recurrieron rápidamente a suspensiones, despidos y rebajas salariales para cubrirse de pérdidas mayores. Ni hablar de los millones de trabajadores informales o en negro que se vieron muchísimo más afectados. En estos días se conocerán los datos del INDEC sobre estos puntos, que seguramente confirmaran lo que adelantamos, esto es que avanzó en paralelo la desocupación y subocupación y crecieron los índices de pobreza e indigencia.

Mientras esto le pasa a la inmensa mayoría de los trabajadores y el pueblo, no todos los sectores han perdido durante la crisis. Tal es el caso de los supermercados que en plena crisis sus ventas sólo cayeron el 1,5% (es decir 10 veces menos de lo que sufrimos todos) y encima lo compensaron con aumentos muy por encima de la inflación general. Mientras que en el otro extremo en el mes de junio los autoservicios mayoristas declararon que aumentaron sus ventas un 5,8%, con una facturación que en términos netos creció un 50,9% respecto al año anterior, es decir que le ganaron a la inflación.

No son los únicos beneficiados por supuesto. Los principales beneficiarios son los acreedores externos que consiguieron que en medio de este derrumbe que estamos pagando todos, el gobierno de Alberto les reconociera casi el 100% de la deuda y les regalara más de 17.000 millones de dólares con respecto a la oferta inicial.

Para enfrentar la mayor crisis de la historia del país desde el MST opinamos que hay que hacer lo opuesto a lo que hace el gobierno. Hay que suspender todo pago de la deuda externa, declarar un default soberano para parar la sangría que lleva a que ya no queden reservas en el Banco Central. Imponerles impuestos progresivos a las grandes ganancias y fortunas y tomar medidas realmente efectivas contra la inflación como la suspensión del IVA, control de precios y aplicación de la Ley de Abastecimiento para castigar al que aumente los precios y acapare. Con estos recursos sobraría para darle un subsidio masivo a todos los que se quedaron sin trabajo y para aumento de los salarios acorde a la inflación.

Gerardo Uceda