Corte Suprema: Un fallo aberrante

El 3 de mayo la Corte Suprema, por tres a dos, declaró aplicable el beneficio del 2×1 a un genocida de la dictadura. Se basó en una ley ya derogada y lo aplicó a delitos de lesa humanidad. Aberrante por donde se lo mire.

El fallo se dictó para el caso de Luis Muiña, un represor que integró el “Grupo Swat” que durante la dictadura recorría los pasillos del Hospital Posadas. Fue condenado por secuestro, tortura y desaparición de trabajadores del hospital en “El Chalet”, el centro clandestino que funcionó allí durante aquellos años.
La decisión de la mayoría de la Corte se constituyó por los jueces Highton de Nolasco, Rosenkrantz y Rosatti, que declararon aplicable la Ley 24.390, conocida como “2×1”. Esa ley, que rigió entre 1994 y 2001, reducía el cómputo de la prisión. Fue aprobada ante una situación especial: cárceles repletas de detenidos en forma preventiva por años y sin sentencia.
Pero aunque Muiña no estuvo preso durante esos años, los tres jueces tomaron el precedente “Arce”: para aplicar la ley penal más benigna consideraron si el delito se cometió durante su vigencia, siendo para ellos irrelevante si el imputado estuvo detenido o no en dicho lapso.
En disidencia con el fallo votaron los jueces Lorenzetti y Maqueda, señalando que el 2×1 no es aplicable a los delitos de lesa humanidad, como los que cometió Muiña. Para esos delitos, cualitativamente más graves que los delitos comunes, no hay amnistía ni indulto, ni prescripción; es decir, no vencen.
El carácter permanente de un delito implica que si cuando se consumó rigieron dos leyes no es un caso de sucesión de leyes penales, donde se debe aplicar siempre la más benigna1, sino de coexistencia de leyes. Por ende se debe aplicar la ley vigente en el último tramo de la conducta punible. No había ningún “vacío legal”, como falsamente afirmó Macri para justificar el fallo.
Apenas se dictó el 2×1, decenas de represores solicitaron el mismo beneficio. O sea, íbamos a tener a torturadores, secuestradores, asesinos, apropiadores de bebés y demás genocidas compartiendo con nosotros las calles, los colectivos, las plazas…

La complicidad de Cambiemos y el PJ-FPV

Macri es un socio y defensor de la dictadura y su gobierno construye un relato negador del terrorismo de Estado con un doble objetivo. Por un lado, frenar el avance de causas y juicios contra los genocidas y sus cómplices civiles, que empiezan a afectar a algunos empresarios. Entre esos socios civiles está el Grupo Macri2. A la vez, con el olvido y la impunidad trata de recomponer el aparato represivo por si lo necesita para imponer el ajuste. El fallo es parte de esa estrategia.
Macri intentó poner a Rosatti y Rosenkrantz en la Corte por decreto. Como fracasó, tuvo que volver al mecanismo habitual: designarlos con acuerdo del Senado. Y allí están las complicidades, porque en esa cámara Cambiemos está en minoría y la mayoría es del PJ-Frente para la Victoria. Sin esos votos, los pliegos de ambos jueces no se hubieran aprobado (ver página 3). Highton de Nolasco asumió la propuesta de Néstor Kirchner en 2004. Con su voto al 2×1 le retribuye al gobierno su continuidad en la Corte cumplidos los 75 años. Quienes proponemos cambios de fondo en la justicia también debemos señalar esta complicidad política.

Vanesa Paola López,
Centro de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU)

1. Hipótesis del artículo 2 del Código Penal.
2. Tenía 7 empresas al inicio de la dictadura y 47 al terminar, y se benefició de la estatización de deudas privadas resuelta por Cavallo.


Pronunciamiento del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia: Abajo el 2×1 de impunidad a los genocidas

El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia marcha hoy contra el 2×1 de impunidad a los genocidas. El rechazo popular a ese fallo de la Corte es tan masivo, que el gobierno macrista tuvo que recular en chancletas y ayer en Diputados se aprobó la ley que impide ese beneficio a culpables de delitos de lesa humanidad. Más allá de cómo la interprete esta Corte pro-genocidas, esta ley es una primera victoria de la lucha del pueblo. No confiamos en éstos jueces y ésta justicia sino en la movilización. Así fue como derrotamos el Punto Final y la Obediencia Debida, como también vamos a derrotar para siempre este 2×1 aberrante.
El 3 de mayo, por mayoría, la Corte benefició con el 2×1 al torturador Muiña. Aplicó una ley ya derogada, que sólo rigió de 1994 al 2001 para paliar la situación de presos comunes con largas prisiones preventivas sin sentencia. Ni Muiña ni los demás genocidas hoy condenados o procesados cumplieron prisión preventiva en esos años. Antes de 2001 ni siquiera estaban procesados, ya que se amparaban en las leyes de impunidad.
El 2×1 dictado por los jueces Rosatti, Rosenkrantz y Highton es parte de la política de impunidad que pretende imponer el gobierno macrista. Aunque ahora quieren lavarse la cara, sus funcionarios negaron a los 30.000 desaparecidos y Macri mismo negó el terrorismo de Estado al hablar de “guerra sucia”. La reconciliación con los genocidas que impulsa la cúpula de la Iglesia va en el mismo sentido. Y esa política, hay que decirlo, la inició el gobierno de Cristina Kirchner al designar al genocida Milani como jefe del Ejército.
Quieren reinsertar a las Fuerzas Armadas en tareas de represión interna para cuando las necesiten para imponer los despidos, el ajuste y la entrega. Es que esos planes no pasan sin represión. Y después de un marzo lleno de paros y movilizaciones masivas, Macri y los gobernadores desplegaron una contraofensiva represiva, como lo vimos en Capital y Gran Buenos Aires contra los piquetes del paro general del 6 de abril y otras luchas, y también en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Jujuy y Chubut.
Para los genocidas que torturaron, secuestraron, robaron bebés y desaparecieron a nuestros compañeros y compañeras exigimos cárcel común y efectiva. No queremos sueltos a los Muiña y los Etchecolatz. El 2×1 vergonzoso fue posible por los dos nuevos jueces que puso Macri en la Corte. Aun siendo el macrismo minoría en el Senado, a Rosatti y Rosenkrantz los aprobó la mayoría de los senadores de los partidos de oposición, que cargan con su parte de responsabilidad. Pero gobierne quien gobierne, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia junto a la inmensa mayoría de nuestro pueblo seguiremos luchando sin tregua, en unidad y en las calles, contra la impunidad de ayer y de hoy.

  • Para los genocidas, ni 2×1 ni reconciliación: Cárcel ya!
  • Apertura de todos los archivos de la dictadura
  • No a la represión de Macri y los gobernadores