Paro y plan de lucha ante el paquetazo de «reformas»
Lanzado el paquete macrista, planteamos tres aspectos para hacerle frente: la mayor unidad; movilización y plan de lucha; decidir en plenario de delegados, no sólo de dirigentes. Frenar el mazazo de Macri requiere urgente un paro nacional y plan de lucha.
Desde que el macrismo lanzó su paquetazo, opuesto a lo que PROmetieron en campaña, desde el MST en Izquierda al Frente trazamos esa hoja de ruta para enfrentar las «reformas» que apuntan a modificar drásticamente la vida de millones. No se trata de reformas «marca PRO», sino de líneas de un capital imperialista en crisis que aplica ajustes similares en Brasil o Francia. Todo bajo la batuta del FMI, que elogia los acordes de la banda macrista como antes hizo con el dueto Menem-Cavallo y con Martínez de Hoz. Por eso en el G-20 ensalzan a Macri y los piratas ingleses dan su aval para que nuestro país ingrese a la OCDE. Celebran su paquete que implica un ajuste global. La reforma laboral esclavista no pudo tratarse aún por la crisis en la CGT, ante los dichos de Moyano del uso de la Banelco para votarla. Ante un PJ en descomposición, Pichetto retacea su tratamiento hasta que pongan en caja a los díscolos cegetistas. Macri, por su parte, amenaza a Moyano con denuncias, pero no para democratizar los sindicatos, sino para que avale el desguace de conquistas obreras.
Paquetazo «navideño» a nuestros abuelos
Dando la espalda a la movilización del 29N, Macri logró media sanción en el Senado a su reforma que condena a la miseria a los jubilados, pensionados y la Asignación Universal por Hijo. Se apuran en votarla porque crece la indignación al conocerse lo que implica esa estafa a los jubilados. Se trata de un cambio retroactivo en la fórmula para calcular los aumentos, con un impacto negativo en las jubilaciones que recibirán un 5,7% en vez del 12% que correspondería por el criterio actual (para un haber de $ 10.000 la pérdida sería de $ 630). Tal es el saqueo a nuestros abuelos que hasta Clarín calcula en $ 100 mil millones la montaña que se «ahorrarían». Entierran el 82% móvil en relación al sueldo de los activos, aumentan la edad a los 70 años, cuestión que aparece «optativa» pero se hará norma. Eliminan aportes de las empresas, lo que desfinanciará el régimen previsional. Presionan con obligar a «armonizar» las cajas provinciales con ANSES, lo que implica una «armonización» en cuanto a la edad para jubilarse, los años de servicios, el haber inicial y la pérdida de la movilidad. Si Macri avanzó fue gracias al PJ que le habilitó el tratamiento sobre tablas, al darle los dos tercios necesarios (62 votos contra 8). Y votarla después con 43 votos afirmativos, 23 negativos y 3 abstenciones. Así algunos intentan lavarse la cara, pero sin la primera votación la ley no se podía tratar ni aprobar.
El pejotismo y la burocracia no tienen vuelta atrás
Como lo señaló Alejandro Bodart, esa votación fue «un cachetazo a la multitud que se movilizó. El ‘Frente para la Derrota’ le aprobó a Macri su reforma previsional y el pacto fiscal. El pejotismo ya no tiene vuelta atrás para el pueblo trabajador y miles de esos compañeros y compañeras hoy se están acercando a la izquierda. El triunvirato burocrático de la CGT también tiene sus días contados, ya que apoyar esta reforma esclavista es una traición histórica». Antes, desde el MST y para hacer realidad el primer punto sobre la mayor unidad para luchar, recorrimos escuelas, fábricas, hospitales, barrios, esquinas y
plazas para difundirlo. Ante la traición del triunvirato que avaló la reforma laboral le pusimos nombres a esa unidad, al llamar a la Corriente Federal de Palazzo, al sector de Camioneros y Pablo Moyano en la CGT, a las CTA y a la izquierda y el sindicalismo clasista para movilizar, llamar a paro y convocar a un plenario nacional de delegados, donde definir el plan de lucha que hace falta. Finalmente definieron convocar a una marcha el 29N, que fue enorme y la primera expresión callejera con decenas de miles de trabajadorxs frente al Congreso. Para poner en práctica el segundo punto de la hoja de ruta trazada, dijimos presente en esa marcha. Pero al no llamar a paro ni a plan de lucha, fuimos en una columna independiente, del sindicalismo combativo, para expresarlo. Entramos a la plaza cantando «paro nacional», con una bandera de «plan de lucha» y una cabecera unitaria de todos los sectores. La movilización congregó a numerosos gremios y hubo un importante paro nacional docente, además de fuertes acciones en varias provincias. Quedó en evidencia el gran rechazo en la base del movimiento obrero, que sobra fuerza y hay condiciones más que suficientes para lanzar un plan de lucha nacional que lo enfrente. Lamentablemente ni Micheli, Yasky, Moyano ni Palazzo anunciaron medidas de continuidad.
En esa marcha no sólo estuvo ausente el triunvirato entreguista de la CGT, sino otros que dicen enfrentar a Macri y hablan de «unidad» como la Verde de ATE y la CTA Perón, que se negaron a marchar. Y eso pese a haberse comprometido a ir cuando se trataran las reformas, como pasó con la media sanción del paquete contra los jubilados y el pacto fiscal. Aliados con la Verde de ATE para marchar recién el 6D, también trastabilló el PO que se negó a exigirle nada a la Celeste de CTERA y la CTA de Yasky. ¿Su argumento? Que «son traidores y no van a convocar»… Pero dieron otro volantazo después, al negarse a marchar con el sindicalismo combativo para ir en la columna con la burocracia docente.
En cada gremio y asamblea, exijamos paro y plan de lucha
Por nuestra parte y más allá de sus limitaciones nos sumamos a la marcha del 29, impulsar críticamente su continuidad en la mayor unidad y un plan de lucha, resuelto en un plenario de delegados donde decidir democráticamente, y no en reuniones de corrientes o de algunos dirigentes. Porque con una marcha ocasional y medidas aisladas no se derrotan las reformas de Macri. Ante los anuncios de una posible votación exprés de estas leyes para el 19 y 20 de diciembre, reiteramos el llamado urgente y lo queremos votar en cada asamblea, gremio y lugar de trabajo. Para exigir paro nacional y plan de acción, además de levantar las medidas de emergencia para que esta vez la crisis la paguen los de arriba.
Francisco Torres,
secr. gremial de la FND
Federación Nacional Docente