Ante los dos Congresos de la CTA-A Cómo avanzar a una central autónoma, clasista y democrática
Al realizar dos Congresos se institucionaliza la fractura en la CTA Autónoma. Desde ANCLA participamos con propuestas para enfrentar el ajuste de Macri y sobre cómo avanzar en la Central que hace falta.
Para el sábado 17 de marzo estaban convocados el Congreso Ordinario y Extraordinario de la CTA Autónoma que encabeza Pablo Micheli. Ante eso, el sector conocido como CTA “Perón”, referenciado en Hugo Godoy/Víctor De Gennaro (Verde de ATE Nacional), decidió adelantarse y convocar otro el viernes 16.
Desde ANCLA asistimos con una Carta y planteamos enfrentar el ajuste con que Macri, los gobernadores del PJ y las patronales pretenden hacernos pagar la crisis capitalista a trabajadores, jubiladxs, jóvenes, mujeres y desocupadxs.
Ante una coyuntura de bronca y rechazo al gobierno, el debate debía centrarse en cómo pararle la mano. Pero no fue el objetivo, sino esencialmente la disputa de aparato, por la legalidad de una CTA Autónoma en crisis irreversible. Con dos congresos y dos llamados a elecciones. Más allá que -en ambos eventos- se resolviera impulsar la necesidad de un paro nacional en abril.
El de la CTA Perón fue un concierto autorreferencial, preocupado en “contar porotos” y despotricar contra Micheli. Lejano a la unidad que se necesita, llegaron a mocionar y votar pedir al gobierno la impugnación del otro Congreso. Lejos de toda autonomía, por cierto.
En ambos hubo veedores del ministerio de Trabajo. En la Federación de Box, la CTA Perón dijo contar con 425 congresales, aunque las sillas de congresales no superaban las 350 y una veintena eran de invitados. Si hubo tribuna de agite, pero allí no subían congresales.
El de Micheli en Mar del Plata contabilizó 350 congresales del total de 625 de la CTA y encaró el debate de reformar el estatuto, resolviendo la paridad de género y planteando avanzar a una redacción que contenga la representación proporcional entre otros puntos. El día anterior realizaron un Seminario con delegaciones internacionales, Pablo Moyano de Camioneros y Baradel de SUTEBA y la CTA Yasky.
Un rumbo distinto y otras tareas
El gobierno no atraviesa su mejor momento. Las jornadas de diciembre lo hicieron retroceder en su reforma laboral, mostrando que se le puede ganar. Y que no se puede culpar a la base por falta de disposición a luchar: hay decenas de conflictos y, ante un canal unitario, la respuesta es masiva como el 21F o el 8M.
Lo determinante son las conducciones que impiden la lucha unitaria, el paro nacional y plan de lucha. Están los que pretenden una CGT oficialista que garantice la gobernabilidad, a cambio de privilegios. Pero tienen responsabilidad también los sectores que niegan la unidad o no dan continuidad al conflicto.
En esto y más allá de toda diferencia, con la CTA Micheli compartimos la unidad en la acción y el reclamo de paro nacional el 21F que ni Moyano ni Yasky ni Palazzo de la Corriente Federal levantaron. Mientras, la CTA Perón aportó equivocadamente a alternativizar medidas de lucha en diciembre y febrero, a mantener la fragmentación, falta de coordinación y aislamiento de los conflictos. Rumbo que urge revertir.
Por eso, como expresamos en la Carta, hay que barajar y dar de nuevo. Para apoyar, unir y coordinar los conflictos como el Hospital Posadas, INTI, docentes, estatales, Río Turbio o FATE por el accidente de un trabajador; y poder derrotar a la burocracia que juega a la gobernabilidad, los delegados y activistas antiburocráticos que nutren esas luchas necesitan una referencia que los aglutine. El Encuentro del 17F en el Posadas fue un paso en ese sentido. En la disputa estratégica por una nueva dirección clasista y un nuevo modelo sindical democrático.
Para ir a una Central autónoma, democrática y de lucha, no sirven las recetas que fracasaron. En cada evento de la CTA hemos planteado nuestra visión sobre la génesis de la crisis que no admite visiones maniqueas, sino autocrítica e ir realmente a otro modelo gremial. Coincidimos incluso con otros sectores en proponer una salida a la crisis de la Central con la reforma de sus Estatutos y elecciones anticipadas y unificadas, pero la negativa de los dirigentes mayoritarios de ambos espacios impidió avanzar. Las consecuencias están a la vista. Por eso insistimos en estos puntos propuestos:
1) El compromiso de apoyar de forma conjunta todos los conflictos, poniendo todos los recursos económicos y humanos y avanzar en su coordinación para que triunfen.
2) Un programa obrero, anticapitalista y antipatriarcal para el llamado a un plan de lucha nacional, construido entre todos y con medidas escalonadas.
3) Avanzar a un nuevo Estatuto democrático con paridad de género, la representación proporcional sin base de las listas que se presenten para su conducción, limitar las reelecciones, revocabilidad de mandato y finanzas transparentes y controladas por la base.
Debemos dar este debate en los gremios de las tres CTA. Donde participen sin exclusiones todos los sectores de las CTA, las agrupaciones antiburocráticas, clasistas, de la izquierda sindical y críticos al rumbo actual. Llamamos a las y los compañeros de las listas opositoras de ATE, al activismo de Cicop y judiciales y a la Multicolor docente a dar estos debates y peleas políticas en común en el seno de todas las CTA. A la vez, invitamos a los activistas estatales y privados a sumarse a ANCLA, la Agrupación Nacional Clasista y Antiburocrática, para dar juntos esta pelea.
ANCLA (Agrupación Nacional Clasista y Antiburocrática)