Ley de Incineración de Residuos. El imposible macrismo verde

Ante el fracaso de la Ley de Basura Cero de 2005, el gobierno de Larreta busca paliar la crisis de los residuos mediante la introducción de una nueva tecnología: la incineración con valorización energética.
El objetivo de la Ciudad era reducir los residuos enviados a la CEAMSE en un 70% para 2017, pero los informes indican que ese objetivo no se logró. Ante ese fracaso, proponen una salida marketinera, pero irresponsable en manos de este elenco capitalista que gobierna: quemar residuos. Por supuesto, apelan a experiencias de Europa y EEUU. Explican que se trata de tecnología de avanzada. Sin embargo, de arranque es clave manifestar una total desconfianza proviniendo la idea de un proyecto que identifica todo nicho de gestión estatal como una oportunidad de negocios privados. Se trata del mismo gobierno que a escala nacional propagandiza la energía eólica y solar, pero no deja de estimular con exenciones impositivas la megaminería, el fracking y el agronegocio. Vale decir: todo tipo de modalidad depredatoria y contaminante. Se manipula publicitariamente la sensibilidad ecológica de una población que crece en conciencia sobre este asunto. Es clave entonces, desenmascar las trampas y dar una salida desde la izquierda, ecosocialista.

Nuestro planteo

Hay un primer problema decisivo bajo la lógica del capitalismo actual: se fomenta el sobre-consumo y se tensa los límites físicos del ecosistema en materia de residuos. Simplemente el volumen de basura producida es inmanejable. Por eso, como transición hacia otro modelo de producción que reduzca el volumen material de lo producido y re-eduque socialmente en la separación en origen, el reciclado y otras pautas de conducta colectiva, nuestra visión no niega la utilización combinada de distintos recursos tecnológicos:
*Reciclado y reutilización de residuos
*Estatización de todo el servicio de recolección y reciclado con control social
*Evaluación socio-ambiental de técnicas de incineración como base de re-generación de energía siempre y cuando integre control de monitoreo y laboratorios especializados –y estatales- de medición de dioxinas y furanos. Todo bajo gestión de técnicxs profesionales del INTI, sin injerencia capitalista.

Nuestro enfoque ecosocialista no desestima el uso de los avances de la ciencia, la investigación y la técnica a toda la actividad productiva de la sociedad. Por el contrario, lo fomentamos. Nuestro punto de vista consiste en darle un contenido social a la economía basándola en producir de forma planificada y democrática lo requerido por la población que trabaja para vivir. Esto supone producir lo socialmente necesario, no sobre-producir, fomentar el sobre-consumo artificial y someterse a la lógica de la valorización capitalista. Esta última es incompatible con la sustentabilidad ambiental ya que directamente esa variable ecológica está fuera de consideración en el cálculo económico del capital. Por lo tanto, promovemos la aplicación de la tecnología para reducir la carga social del trabajo necesario (no para reemplazar personas) y al servicio de lo que Marx y Engels llamaban «el metabolismo social con la naturaleza» y una «gestión racional de esos intercambios». En esas afirmaciones radican los principios de nuestra posición anticapitalista y ecosocialista. En materia de tratamiento de residuos y en toda la lógica productiva social.

Natalia Cruz (Ingeniera y Trabajadora del INTI) / Mariano Rosa (Coordinador de la Red Ecosocialista)