Parazo contra Macri y el FMI. Desde la izquierda lo hicimos activo y reclamamos continuidad

El paro general del 25J fue el de mayor fuerza de los realizados contra el gobierno de Macri. Reflejó la coyuntura de crisis política que atraviesa el gobierno. Y la caldera social que viene in crescendo en rechazo al ajuste y que se expresó en la masividad y extensión de la medida. Si cabía alguna duda sobre la fuerza del paro, la misma se fue disipando a medida que transcurrían las horas. Hay unanimidad en la evaluación en la prensa y los analistas y se fueron derrumbando las argumentaciones de los plumíferos y voceros oficialistas. Las cabeceras de micros, estaciones ferroviarias, las calles de las grandes ciudades en todas las provincias lucieron desiertas y con un tránsito muy diferente al de un día laborable. Las reparticiones estatales, hospitales, escuelas y también el grueso de las empresas del sector privado, reflejaron la fuerte adhesión de la clase trabajadora a la protesta. Una gran cantidad de comercios con sus persianas bajas demostraron también el hartazgo de los sectores medios.

Un golpe contra Macri y su plan

El paro fue cuestionado desde el gobierno que primero buscó negociar su con la CGT para que lo levante. Los estrechos márgenes que le deja la crisis en curso, le impidió a Macri enhebrar el acuerdo pese a la indisimulable buena voluntad del triunvirato cegetista. La cúpula de la CGT tampoco tuvo márgenes para no realizar el paro por la presión de las bases que se viene expresando en conflictos. Pero también por la bronca más general ante la emergencia de la inflación, los tarifazos seriales, la subida del dólar, la persistencia del chaleco en las paritarias y el anuncio de medidas antipopulares de la mano de la carta de intención con el FMI.

Luego intentó aminorar el impacto de la medida, a través de una fuerte campaña con sus voceros Triaca y Peña a la cabeza, sobre la “inutilidad” de la medida, la inconsistencia de sus objetivos, los efectos perjudiciales “para los intereses del país”. Pero cuando tomaron nota de que el paro superaba esa carrera de débiles obstáculos, apeló de la mano de Bullrrich a la intimidación. Montando un operativo represivo de saturación para amortiguar un paro a todas luces fuerte y para hacer buena letra ante el establishment y el FMI. Estos le vienen cuestionando su falta de decisión a la hora de disciplinar a los trabajadores, a la izquierda y normalizar el país para hacer los deberes del ajuste a la velocidad y con la profundidad que la crisis capitalista exige.

Un paro que cuestiona a la burocracia y tonifica al movimiento obrero y popular

El paro también cuestiona a la burocracia. Que buscó por todos los medios, cuando no pudo zafar de la convocatoria, reducir sus efectos a la mínima expresión. Por eso el carácter pasivo y dominguero, sin programa claro, sin preparación alguna en los lugares de trabajo y, por supuesto, sin la menor señal de continuidad.

Pese a ello, el parazo canalizó la bronca y la disposición a la pelea del movimiento obrero y fortaleció no sólo a los que están peleando, sino al movimiento de masas en su conjunto. Hay un panorama más favorable para las confrontaciones que se avecinan con el gobierno y contra el ajuste. También implica un escenario más propicio para la marea verde que crece para la pelea por el aborto legal seguro y gratuito en el Senado.

La izquierda y los sectores sindicales le dimos carácter activo al paro

Desde muy temprano los accesos a la Ciudad de Buenos Aires (Oeste, Panamericana, AU La Plata, Puente Pueyrredón, General Paz y Constituyentes) y la 9 de Julio a la altura del obelisco concentraron columnas nutridas de delegaciones sindicales y partidos de izquierda. Nuestra ANCLA y el MST fueron parte fundamental de todas las concentraciones y cortes realizados. Los “piquetes” fueron un componente clave, dominante en la prensa durante gran parte del día y que potenciaron sin dudas el parazo general. La CGT llamó a quedarse en sus casas a los trabajadores. Las acciones borraron el silencio que le pretendieron dar a la medida. Los triunviros cegetistas se limitaron a una triste conferencia de prensa, igualmente que la CTA Yasky que hizo su propia conferencia. Algunos sectores de ATE y la CTA Autónoma en La Plata con los trabajadores del astillero y en el corte frente al INTI, participaron de los cortes, pero estuvieron lejos de la convocatoria centralizada que se necesitaba. Una vez más quedó en manos de la izquierda y el clasismo sindical. Y con un ingrediente cualitativo: fue una resolución coordinada del gran Plenario Sindical Combativo de Lanús que el sábado pasado debatió, definió un documento, un programa y un plan de acción que incluyó como una primera gran prueba, hartamente superada, estas acciones coordinadas que, además del área metropolitana, se sucedieron en los puntos principales de todo el país. De manera unitaria nuestra ANCLA/MST, la CSC/PO, IS y otros sectores con delegaciones de los sindicatos combativos, garantizamos las acciones y logramos articular también con sectores que erróneamente no fueron parte del plenario como MAC/PTS.

Ahora, vamos por 36 hs y un plan de lucha

En los discursos de todas las movilizaciones, hubo un reclamo común que sin dudas recoge la necesidad del movimiento obrero y popular. Que haya continuidad con un nuevo paro de 36 hs y un plan de lucha, para que esta tremenda energía desplegada, no se disipe y el gobierno se recupere del golpe recibido. Vamos a reclamar paro de 36 hs, preparado con asambleas y plenarios de base en todos los gremios, que levante un programa preciso que garantice prohibición de despidos y suspensiones; paritarias sin techo; salario, jubilaciones y planes sociales actualizados según inflación real; anulación de los tarifazos y reestatización de los servicios públicos con control social; rechazar el acuerdo con el FMI y dejar de pagar la deuda; nacionalización de la banca y el comercio exterior para cortar la fuga de capitales y una reforma tributaria progresiva para que paguen más los que más tienen y se la llevan «en pala». Estas son las primeras medidas de un programa obrero como el que pusimos en pie en el plenario de Lanús. Manos a la obra.

Guillermo Pacagnini

Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática – ANCLA/MST

Postales del Paro Activo y la intervención del MST