La más alta en 12 años. Desocupación récord, cómo combatirla
La desocupación creció un 2% en el primer trimestre del 2018, ubicándose en el 9,1%. Cuatro millones con problemas de empleo… y apenas la punta del iceberg de lo que se viene. Necesitamos un plan económico alternativo para acabar con las penurias del pueblo.
Hace pocos días el INDEC dio a conocer los datos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) que recabó datos de 31 conglomerados urbanos, con cerca de 27 millones de personas (más de la mitad de la población Argentina). Y los resultados mostraron lo que ya todos preveíamos: que somos los trabajadores los que estamos soportando lo peor de esta crisis económica, ahora no sólo a través de ajustes, tarifazos e inflación acelerada, sino directamente con desocupación, precarización laboral y suspensiones.
La encuesta revela que 257.000 personas se sumaron a las filas de la desocupación. Esto sucedió por la combinación de que más compañerxs, impulsados por la crisis tuvieron que salir a buscar trabajo y al mismo tiempo los empleos se redujeron en 143.000. Con esto la cifra del desempleo asciende al 9,6%, la más alta desde hace 12 años.
Como siempre los promedios no revelan datos específicos, donde el desempleo golpea con más fuerza. Por ejemplo en la mujeres donde llega al 10,5% y en especial en las mujeres jóvenes de 14-29 años en donde una de cada cuatro está desocupada. Aunque en los varones jóvenes también es muy alta superior al 19%. Otro dato muy grave es que cambiaron las características del empleo, ya que el crecimiento en los puestos de trabajo que se había observado en 2017 se dio a expensas de trabajo en negro y cuentapropista, justamente en el sector donde ahora se perdieron más puestos de trabajo.
Con estos números hay 2 millones de argentinos sin trabajo y otros casi 2 millones más que están subocupados. Y esto es así aunque casi el 40% de los que buscan trabajo lleva entre 6-12 meses buscándolo.
Desde el gobierno dirán que esto es consecuencia de la crisis cambiaria de abril, sumado a la sequía y a los factores externos. Y que en realidad los números de la desocupación suben porque hay cientos de miles de personas que salieron a buscar trabajo. Precisamente es por la crisis, como siempre y en todo el mundo sucede, que en las casas al no alcanzar ni para comer tienen que salir a buscar trabajo la mujer, los hijos y todo el que viva para poder pagar los impuestazos y los aumentos que ellos provocaron.
La película recién empieza
Lo peor del panorama que nos presenta el INDEC es que comparados con la velocidad y profundidad de la crisis que vivimos, son datos “viejos”, es decir representan el panorama de principio de año, cuando la crisis recién comenzaba. Y todos sabemos que en los meses de junio a agosto la situación ha empeorado y empeorará más aún en lo que resta del año. Por lo que si no cambiamos rotundamente el rumbo lo que vemos hoy es sólo la punta del iceberg de lo que vendrá en los meses próximos, con más despidos (no sólo en el sector privado por la recesión, ya que el Estado despide trabajadores a diario para cumplir con el ajuste impuesto por el FMI), suspensiones, precarización laboral, etc.
Aunque algunos especialistas al servicio del gobierno traten de decirnos que la recesión durará unos pocos meses, en realidad no lo pueden asegurar. Nosotros opinamos lo contrario, dadas las características del ajuste; con inflación, dólar subiendo y estancamiento, la perspectiva es de mayor estanflación y crisis de la cual no saldremos en pocos meses y menos aplicando las recetas del FMI.
Una salida alternativa
La desocupación y la consecuente miseria que acarrea, no son “los costos necesarios para salir de la crisis” como lo quieren presentar desde el gobierno y sus aliados. Son el resultado directo de la decisión política de Macri y del FMI de quiénes deben pagarla. Mientras dolarizaron las tarifas y combustibles para asegurarle fabulosas ganancias a las privatizadas y petroleras, nosotros pagamos la luz, el gas y la nafta de las más altas del continente con salarios atrasados. Mientras le sacaron las retenciones al campo y las mineras, a nosotros nos tocó echadas masivas en el sector público para bajar el déficit. Mientras le quitan plata a salud, educación y obra pública se destinan más de U$S 75.000 millones a pagar la Deuda Externa. Obviamente ajustar tanto a millones con salarios a la baja, tarifazos y precios disparados por la inflación y el dólar, trajo sus consecuencias: la actividad económica se desplomó, cayeron las ventas de productos de consumo masivo y, ahora se sorprenden al ver que los empresarios despiden (como siempre hacen en situaciones de crisis) o no generan empleo?
Desde el MST-Nueva Izquierda decimos que hay otra salida, diametralmente opuesta a la actual, y es poner en marcha un plan económico alternativo, porque plata hay y de sobra, el problema es que con este plan se la llevan el FMI, los especuladores y las grandes corporaciones del campo y multinacionales. Para atacar la desocupación necesitamos un plan que ajuste a los de arriba y recomponga los ingresos de los trabajadores y el pueblo, con medidas concretas como las que mencionamos a continuación:
- Plan de obra pública y de viviendas populares: con la mitad de lo que se pagará de Deuda se podría reactivar la obra pública y construir un millón de viviendas populares anuales, con lo que habría trabajo digno y en blanco para millones, hoy desocupados.
- Aumento inmediato de salarios, jubilaciones y planes: Con actualización trimestral según la inflación, con lo que se reactivaría el consumo interno y popular, se evitarían los cierres de comercios y empresas, reactivándose las PyMES, evitándose así los despidos y suspensiones actuales.
- Impedir por ley los despidos y suspensiones: Tanto en el Estado como en el sector privado. Y a las empresas que cierren aduciendo Crisis, que sea absorbida por el Estado y puesta en marcha bajo el control de sus trabajadores.
- Reparto de las horas de trabajo con igual salario: En momentos de crisis, en lugar de despedir, debemos asegurar el empleo digno, con reparto de las horas de trabajo con igual salario. Que los que se vienen llenando los bolsillos desde siempre, estén obligados ahora a garantizar el trabajo.
- Plata sobra: No es cierto que no haya dinero, sobra. Con los U$S 75.000 millones que Macri pagará de la fraudulenta deuda, con los U$S 20.000 millones que fugan los capitalistas y especuladores que vienen a hacer la timba de los bonos y luego se llevan los dólares. Nacionalizando las privatizadas para pagar tarifas y combustibles accesibles, sobraría plata para implementar todas las medidas que proponemos y más aún, para aumentar el presupuesto en educación, salud y ciencia. Ni qué hablar si implementamos una reforma global impositiva donde paguen más los que más ganan, con impuestos progresivos a las grandes ganancias y fortunas y no el “impuesto a las ganancias” a los sueldos de los trabajadores que cada día pagan más laburantes.
Gerardo Uceda