Estatales: por salario y en defensa del trabajo No podemos esperar más

El tema recurrente de conversaciones en los lugares de trabajo, redes sociales, grupos de whatsapp, en el colectivo o el subte es la crisis económica que afecta cada vez más a quienes vivimos de nuestro trabajo. La inflación, estimulada por el modelo económico de CAMBIEMOS que favorece a grandes exportadores, especuladores financieros y bancos; destruye los salarios. Por ejemplo, un salario de categoría D0 del convenio SINEP del Estado nacional tuvo una pérdida acumulada de $52.411, eso sólo en el último año según el INDEC. Ni hablar de la industria donde producto de la recesión está la amenaza constante de los despidos o los fraudulentos preventivos de crisis que el gobierno habilita para que las patronales salven sus bolsillos como En Coca-Cola, Fate, Lacteos Verónica.
Los/as estatales hemos sido de los más golpeados por esta situación. Con miles de despidos que las conducciones sindicales dejaron correr (en especial en organismos de control y ligados a la producción y sectores científicos) y con salarios que, en la gran mayoría de los casos, están lejísimo de los $26.000 que, según el INDEC, hacen falta para no caer en la pobreza.

La conducción de ATE: ausente con aviso

Una vez más no pasó la prueba. Tanto la Verde y Blanca (que dirige Capital Federal y otras seccionales) como la Verde (conducción nacional y de provincia de Buenos Aires) miraron para otro lado frente al conflicto por la paritaria docente, que hizo que en la mayoría de las provincias el “no inicio” sea con paros el 6 y 7 de marzo, al que se sumaron los docentes e investigadores universitarios. A pesar de que miles de estatales trabajamos en las escuelas y universidades, ATE se negó a ser parte del paro y movilización. Tampoco unifica el conflicto con docentes, trabajadores de la salud y judiciales lo cual nos daría mucha más fuerza para torcerle el brazo a los gobiernos. Esto porque las fracciones de la burocracia están enfrascadas en la perspectiva electoral y en apoyar a algún candidato del PJ-K y no en preparar acciones impulsadas desde abajo y contundentes como hace falta: un plan de lucha y paro general de 36 horas. A todas las variantes de la verde las unifica la estrategia de esperar a las elecciones y “votar bien”.

Contra las mujeres y las disidencias

Otra batalla clave de estos días fue el masivo paro internacional de mujeres del 8M. Desde la izquierda, propusimos a la asamblea unitaria exigir que todas las centrales sindicales convocaran al paro general, y esto fue aprobado por la mayoría. Tanto las CTA’s como la CGT no hicieron esa convocatoria, ni movieron un dedo para que fuera un paro que tuviera impacto, a lo sumo “adhirieron” formalmente. Ni siquiera hubo conferencia de prensa, como el año pasado. Ambas direcciones impulsan acuerdos con la Iglesia y sectores antiderechos, a lo que respondemos con fuerza que nuestros pañuelos no se negocian y solo se unen a los naranjas; nunca con los celestes. El documento leído en la Plaza de Mayo denunciaba esa actitud de centrales sindicales (con las que se alinean los distintos sectores de la conducción de ATE) de darle la espalda al movimiento de mujeres y no convocar al paro por el 8M, para que sea general y efectivo por todas las reivindicaciones.
Ante esto, las referentes de esas centrales presionaron para que se retire la crítica y poder lavarse la cara. Pero las maniobras no pudieron contra la marea verde y las compañeras se organizaron y mediante una colecta en la propia movilización se juntaron más de 50.000 pesos en menos de una hora: hubo sonido y acto. Las mujeres movilizadas garantizaron lo que las “mujeres sindicalistas” negaron.
Luego del escándalo público, algunas referentes de las centrales sindicales tratan de justificar su actitud: “siempre reclamamos el paro general” o “un paro tal como se lo entiende en general, sólo puede ser convocado por las centrales sindicales; de otro modo no es paro”. Nos dan la razón, si lo reclaman es porque no convocaron y si no se convoca no fue paro. Aunque ATE fue uno de los pocos sindicatos que llamó al paro, lo hizo formalmente y hoy se enfrentan intentos de descuentos en los sectores. Un accionar discriminatorio y antisindical por parte del gobierno.

Otra vez la misma historia

Mientras Cachorro Godoy muestra su apoyo al represor Felipe Solá, la seccional Capital conducida por Catalano no se queda atrás y convocó el 20/3 a una “jornada de lucha” pero sin paro, para hacer como si se peleara por la reapertura paritaria. A esta altura todo es válido para evitar llamar al paro que hace falta. Aunque hicieron un poco de acting frente a la policía en el corte de Callao para robar cámara y hacer campaña, de la continuidad y el plan de lucha que necesitamos, ni noticias.
Otro ejemplo, es la marcha (también sin paro) que llaman ambos sectores de la conducción junto a la UOM y partes de la CGT y el PJ, el 4 de abril. La convocatoria es en defensa de las patronales de la industria que vienen perdiendo la pulseada con los bancos y especuladores. En vez de defender nuestros derechos proponen que nos demos la mano con quienes nos explotan para cuidar sus ganancias… Un desastre total.

Romper los dientes de este engranaje

De la burocracia de todo color, ya no se puede esperar nada. Si logramos que salgan a la lucha va a ser por la presión por la base. Para eso el clasismo y la izquierda tenemos que unirnos y jugar un papel fundamental. Debemos ser un polo que se muestre en las calles y en una sola lista de cara a las elecciones sindicales, para enfrentar a todas las variantes de la burocracia.
Les docentes de Salta que se rebelaron contra la burocracia y el gobierno, muestran el camino y que hay fuerza para derrotar los planes de ajuste, son un ejemplo de lucha a seguir.
En ATE hay una oportunidad. Se acercan las asambleas generales de afiliades y allí también debemos actuar de conjunto y desde abajo. Impulsando asambleas por sector con mandatos para que esa asamblea de afiliades vote y resuelva un plan de lucha por paritarias libres, contra la reforma laboral encubierta y para que la plata vaya a salarios y no a la deuda.
Para salir de esta situación, es una necesidad reagrupar a toda la izquierda obrera y socialista por una alternativa independiente del PJ-K y Cambiemos, para las luchas y las elecciones. En ese camino, llamamos al sindicalismo combativo y la izquierda a organizar en unidad un gran acto del 1º de mayo, día internacional de nuestra clase.

Alternativa Estatal/ATE en ANCLA/MST