ATE Capital: simulacro de asamblea y campaña electoral

El 22/4 se realizó la asamblea general de afiliados y afiliadas de ATE Capital. Un acto con mucho de formalidad para cumplir en un año electoral y muy poco debate serio. La conducción Verde y Blanca presentó un balance maravilloso sobre su gestión. Esto contrasta con los miles de estatales despedidos y muchos más que no llegamos a fin de mes.

En una de las seccionales más importantes de ATE por la alta concentración de organismos nacionales sumado a los sectores del gobierno de la Ciudad, el balance de 2018 dista mucho de ser positivo. Sobre todo, porque ante los ataques del macrismo en CABA en ningún momento se opuso un verdadero plan de lucha ni se buscó unir con otros sectores estatales y del sector privado agredidos por la política de Cambiemos. Porque si de algo han dado prueba los y las trabajadoras en estos años de gobierno macrista es que sobra disposición a pelear y que cuando se hace de manera consecuente se pueden frenar los ataques. Un ejemplo reciente es la docencia de Salta que consiguió un aumento importante y derrotar los descuentos de los días de paro. Pese a esto el informe de Catalano habló sobre un gremio que estuvo en la calle y construyendo la unidad (se refiere a su alianza con burócratas como Pignanelli del SMATA o Moyano) para «tener alguna oportunidad de poder resistir» los sablazos del gobierno y el FMI. Como siempre, exageran la fortaleza del enemigo para desmoralizar a los trabajadores y llevarlos a su estrategia de «votar bien» en octubre. ¿Y mientras tanto?

El secretario general incluso se animó a referirse a conflictos donde brilló por su ausencia, o como en Agroindustria donde solo apareció al principio para luego tirar la toalla frente a la patronal entregando a los 700 despedidos y de paso mandar a patotear a quiénes le exigían una asamblea antes para decidir si se levantaba o no la ocupación del entonces ministerio a cargo de Etchevehere de la Sociedad Rural.

Por supuesto tampoco hubo ninguna claridad sobre el balance financiero de la institución dónde sólo se limitaron a anunciar que se habían hecho grandes gastos en la colonia de vacaciones para las hijas e hijos de afiliados y otros servicios porque «el Consejo Directivo Nacional no manda la plata» necesaria. Pero tanto la memoria como el balance llegaron a los afiliados minutos antes de la votación… el mismo día de la asamblea.

Es decir, convirtieron la asamblea en un flojo acto de autobombo y una formalidad para meterse de lleno en las campañas electorales tanto del sindicato como de su interna en el PJ.

La otra cara de la moneda

La nota de color la pusieron las distintas facciones de la lista Verde (que encabeza el sindicato nacional con Cachorro Godoy) después de varios años en que no aparecieron por los espacios de debate del gremio parece que el año electoral reavivó su ánimo democrático. Sus diversos referentes y posibles postulantes a la secretaría general se anotaron para hacer uso de la palabra pero sin dejar nada de sustancia. Llamados vacíos a la unidad y un poco de irritación y chiflidos a algunas partes del discurso de Catalano y oradores oficialistas. Pero el colmo fue cuando luego de que ya se hubiera cerrado la lista de oradores, utilizaron como excusa la negativa de la conducción de darle la palabra a una compañera despedida de Biblioteca Nacional para retirarse del estadio… achicando el sector que a la hora de votar hubiéramos expresado el rechazo (por distintas razones) al balance mentiroso y poco transparente de la Verde y Blanca. Al final, funcionales a quienes dicen enfrentar. De más está decir que esto es sólo una muestra más de su política de ninguneo de toda iniciativa que salga de la conducción de Capital, demostrando que no aceptan nada que no controlen y con esa actitud debilitando a ATE y a lxs estatales para la lucha.

Buena acción común de la izquierda

En el escenario que describimos y frente a dos facciones burocráticas que buscan llevar nuestro sindicato a ser furgón en la interna del PJ (sea con Cristina o con Felipe Solá) fue importante haber logrado conformar un bloque común de diversos sectores del clasismo y la izquierda de ATE. Con las juntas del INCAA, Trabajo de Ciudad, INTI y Garrahan y todas las agrupaciones de la izquierda entre ellas Alternativa Estatal pudimos publicar y volantear una declaración común, presentar una moción conjunta (que desde la mesa no pusieron a votación sin siquiera explicar por qué) para que la propia asamblea se transforme en extraordinaria y vote hacer activo el paro del 30 llamado por la CTA Yasky y el moyanismo y exija a las centrales un plan de lucha contra el ajuste. Además desde Alternativa destacamos la necesidad de respaldar la campaña que algunas juntas internas y activistas iniciamos contra los descuentos de los días de paro en especial el del 8M. Frente a estos planteos no hubo respuesta de la conducción o a lo sumo chicanas.

Pero sí hubo tiempo para que el secretario de organización Hugo Bellón de Migraciones hiciera una última intervención casi macartista contra la izquierda a quienes nos acusó de hacer política partidaria, pero nada en el gremio. Clásica descalificación contra la izquierda, que no sólo estamos en todas las luchas, sino que muchos de nosotros además construimos en nuestros sectores otro modelo sindical de verdad democrático y para pelear seriamente. Cuando les conviene niegan la política dentro del gremio… para ser los únicos que pueden hacer política al servicio de proyectos de patrones.

En ese marco y con lógicas diferencias, la actuación común de la izquierda es un paso que valoramos y esperamos poder consolidar en una mayor unidad contra toda la burocracia. Sabemos que es muy trabajoso, pero necesitamos construir una herramienta que, con la real representación de todos los sectores, unifique a quienes queremos luchar para defender nuestros derechos.

En este sentido aportamos desde Alternativa Estatal y ANCLA y para esa perspectiva queremos fortalecer nuestra agrupación. Para que los y las estatales tengamos una opción sindical y política que nos represente a fondo.

Edgardo Castro, delegado general ATE Subsecretaría de Trabajo de la CABA