Espectáculo camaleónico. La burocracia sindical en las listas patronales

Una vez más, aparecen los distintos sectores de la dirigencia sindical burocrática, aplaudidores compulsivos, para ir detrás de proyectos ajenos a los intereses de los trabajadores.

Se repite la historia, pero esta vez de manera grotesca y visiblemente descompuesta. Es el fiel reflejo, la expresión cabal de una burocracia en crisis que ya no despierta ningún entusiasmo en la clase obrera y que hace su aparición pomposa en el último acto de una mala obra de teatro que todos sabemos ya está fuera de cartelera.

Es difícil escribir un artículo breve sobre el historial de una burocracia que ha pasado por todos los gobiernos de turno y todos los partidos patronales. Sería interminable, más aun teniendo en cuenta que cada uno de los «muchachos» están atados al sillón de manera vitalicia. Sin embargo, solo tomando los últimos años podemos comprobar un saltimbanqui asombroso. Claro que siempre sin sacar los pies del plato de la política tradicional. Esto es así porque la crisis política de los partidos del régimen post cimbronazo del 2001 hace que los tiempos se aceleren de manera estrepitosa.

Bailando al compás del favorito

Con la caída estruendosa del gobierno de Macri en las encuestas y en las elecciones en cada provincia y el anuncio de la fórmula FF, Héctor Daer salió a apoyar la candidatura rápidamente y se le sumaron muchos otros. No hace falta volver mucho para atrás pero este burócrata pasó de apoyar a Cristina a irse con Massa al Frente Renovador conquistando una banca de diputado por esa fuerza y luego con Randazzo. Ahora vuelve al redil sin ningún problema.

Así es como se empezaron a conglomerar, también, sectores de la CGT, las CTA y el espacio de la corriente federal detrás del «Frente para Todos» de los Fernández. De esta manera los espacios supuestamente diferentes de las alas burocráticas (incluso «públicamente archienemigas» como Moyano-Daer) subordinan todo a un proyecto político que ya empezaron a discutir cómo apoyar a expensas de los trabajadores.

Es decir, todos estos que no fueron capaces de enfrentar el ajuste de Macri (porque fueron sus cómplices) ahora se acomodan con el que piensan el futuro gobierno de turno para seguir haciendo lo mismo. Ahora van a decir que lo importante es sacar a Macri y luego van a intentar convencernos que hay que hacer sacrificios y hay que sostener al gobierno de FF y el pago de la deuda externa. Nada nuevo bajo el Sol.

Hasta la puerta del cementerio

Los sectores que venían apoyando al macrismo detrás del armado del difunto Momo Venegas están recalculando sus pasos al mejor estilo GPS. No está claro qué sigue reteniendo Macri y su frente con el devaluado Pichetto. Lo que sí está claro es que, fiel a su tradición de supervivencia, abandonan el barco antes de que se hunda.

Si el barrilete no levanta vuelo…

Lavagna que a principio de año prometía alguna performance y había podido reunir a varios secretarios generales a comer un asadito en la sede de los gastronómicos quedó fuera de juego. Ese respaldo sindical se evaporó. Muchos ya habían anticipado su apoyo a una posible candidatura de Cristina y ahora solo pareciera que le queda un fiel Barrionuevo que más que fiel lo que parece es que no supo desmarcarse a tiempo.

El sindicalismo combativo en las listas del FIT-Unidad

A este lamentable comportamiento sin principios de la burocracia sindical se le opone el ejemplo del sindicalismo combativo que protagonizó y le dio un carácter activo a cada uno de los paros arrancados a la burocracia sindical. Lo mejor de la vanguardia obrera, de los procesos de recambio de las direcciones traidoras del movimiento obrero lo vas a encontrar en las listas de la izquierda que unificó sus fuerzas. Desde el MST-ANCLA llamamos a todos los trabajadores a apoyar activamente este proyecto con el objeto de fortalecer el desarrollo de corrientes sindicales combativas que enfrenten a las patronales, sus planes de ajuste y a sus socios burócratas en el camino de desarrollar una nueva dirección sindical y política para dar vuelta todo.

César Latorre