Córdoba: trabajadores de salud. Además de aplausos, necesitamos protección

La provincia de Córdoba no es una excepción a la situación general frente a la pandemia: medidas basadas exclusivamente en el aislamiento, la responsabilidad individual y la militarización de las calles.

Pero tiene una particularidad: 20 años de gobierno de Unión por Córdoba – Hacemos por Córdoba (PJ), han sido de ajuste al sistema sanitario. Hace tiempo venimos marcando esto. Sin ir más lejos, yo mismo, al igual que mis colegas, sufrí los últimos tres meses descuentos de 9 mil pesos de mi sueldo por denunciar este ajuste. Y aunque hoy haya perdido prensa, en Córdoba seguimos sufriendo una alta proliferación de casos de dengue que también fuerzan más el sistema.

Así, como dijimos en la declaración de la Unión de Trabajadores de Salud (UTS) del 26 de marzo aún no llegamos al pico de la epidemia y ya estamos en emergencia. Si sigue el crecimiento de casos la sobredemanda no podrá ser asistida y el sistema de salud colapsará.

En los hospitales y demás efectores prima la preocupación ante las insuficientes medidas de protección. Y es muy escasa la capacitación, destinada sólo a quienes atienden directamente a los casos sospechosos. Sabemos que una gran cantidad de los huéspedes del virus pueden ser asintomáticos y no hay una política de testeo masivo, entonces es un gran riesgo ¿Quién cuida a los trabajadores y trabajadoras donde se derivan el resto de las patologías que no se sospecha COVID-19? ¿Qué pasa cuando admitimos un nuevo paciente? ¿Qué pasa con administrativos y administrativas, personal de maestranza y otros trabaja

dores y trabajadoras?

En el gremio hemos recibido denuncias de esto, por ejemplo en el hospital de Villa María donde el gobernador Schiaretti estuvo de visita “vestido de astronauta” con toda la protección de calidad que no le otorgan a los trabajadores que deben comprar sus propios elementos de protección. En otros casos las autoridades piden donaciones privadas de barbijos y otros elementos de protección o que los propios hospitales fabriquen sus elementos con materiales proporcionados por los trabajadores y trabajadoras.

Ante eso desde la conducción de UTS estamos haciendo parte de lo que debería hacer el gobierno provincial. Realizamos una capacitación on line con la exposición del Dr. Eduardo Maturano de la que participaron varios cientos de trabajadores de la salud. Lo que muestran los más de 600 inscriptos es la preocupación y malestar por la falta de capacitaciones para todo el personal de salud, de los hospitales abocados a la atención del COVID-19 como al resto de los efectores. Seguiremos con este tipo de iniciativas que iremos informando mientras reclamamos al gobierno que se haga cargo.

Mientras tanto el sindicato de empleados de la provincia (SEP), conducido por el diputado oficialista Pihen no dice nada. Y aprovechando la pandemia, cerró un acuerdo salarial ¡del 9% hasta junio! que no alcanza ni para cubrir la inflación de principios de año a la fecha. En esta crisis necesitamos una salida distinta a la improvisación del gobierno, que cuida más las ganancias empresarias que nuestra salud y nuestras vidas. Proponemos:

• Partida presupuestaria de emergencia, como parte del aumento en salud que ya veníamos necesitando;
• Urgente y constante suministro de elementos de bioseguridad, capacitación intensiva y asistencia en salud mental para todo el personal de salud;
• Revertir urgente el déficit enorme en el sistema de derivación de pacientes y falta de camas de terapia intensiva (UTI)
• Contratación urgente de personal con condiciones dignas de trabajo en especial para cubrir las UTI; declaración como recurso humano crítico como dice el proyecto de Luciana Echevarría
• Incorporar urgente la representación de los y las trabajadoras en el Comité de Acción Sanitaria de la provincia. Formar comités en cada centro de salud donde se tomen en forma democrática las medidas a seguir. Poner bajo control de esos comités todo el sistema de salud público y privado.

Gastón Vacchiani

Secretario General de UTS