Multiplicar los testeos: la estrategia que sigue ausente

Ya hemos recalcado antes que desde el inicio la estrategia de Alberto Fernández y su equipo se centró en la cuarentena, casi como la única medida para controlar el avance de la pandemia. Desde el principio también, dijimos que esto era completamente insuficiente. Que se requería combinar medidas como incrementar la inversión en salud para contar con los insumos necesarios desde barbijos y vestimenta de protección, hasta respiradores. Unificar el sistema de salud bajo control estatal e implementar de inmediato una estrategia de testeos masivos que permitiera seguir la propagación del contagio de manera clara y científica. Como se había hecho en Corea desde el comienzo y replicaron después distintos países, que no casualmente tuvieron mejores resultados para controlar la epidemia, optimizar los recursos sanitarios y bajar la mortalidad.

También hemos dicho desde el MST, nuestra web y Alternativa Socialista, que el gobierno pasó de negar enfáticamente la utilidad y seguridad de los testeos, a aceptarlo formalmente implementando una descentralización de los mismos en las provincias a cuenta gotas, muy por debajo de las necesidades cuando la OMS y decenas de entidades científicas insistieron en la necesidad de implementarlos. Pero lo cierto es que hasta el día de hoy la Argentina se ubica entre los países con menor número de test realizados por cada millón de habitantes.

Fue recién cuando los trabajadores del Hospital Italiano primero y el Belgrano después, destaparon el alarmante incremento de contagiados entre el personal de salud, que parecieron cambiar de discurso, anunciando la llegada de cientos de miles de kits diagnósticos, la realización de testeos aleatorios en las terminales de transporte y su realización al personal que atiende pacientes. Desgraciadamente, como sigue siendo una aceptación formal, estamos lejos de su implementación real y efectiva.

Por otro lado los testeos que se realizan en lugares de concenración, además de insuficientes, son solo con fines epidemiológicos.

Esto ha derivado que en nuestro país el 15% de todos los casos encontrados positivos corresponden al personal de salud. Pero digamos claramente que esta estadística es engañosa, ya que esconde que en la provincia de Buenos Aires la proporción es mayor al 20%. Esto obedece a múltiples causas, como la circulación viral comunitaria, la falta de elementos de protección necesarios y adecuados, pero fundamentalmente a que siguen sin implementarse los testeos masivos entre el personal de salud y el entorno en el cual trabajan, sostenemos nosotros. El gobierno por su parte, elige echarle la culpa a los médicos y el resto de los trabajadores, argumentando primero que viajaron al exterior, o ahora porque no cumplen ellos con el aislamiento social estricto o no utilizan bien los EPP. Todas argumentaciones falaces, justificatorias de por qué no se implementan los testeos, además de no garantizar a pleno los EPP. Estos permitirían detectar a los casos leves o asintomáticos, aislarlos estricta y preventivamente, verificar su entorno epidemiológico y familiar, evitar que contagien al resto de sus compañeros de trabajo y pacientes. Sobre todo reconociendo que tienen poliempleo (lo cual lógicamente es culpa de los bajos salarios percibidos y no de la gente), lo que lleva a que se propaguen los contagios a múltiples establecimientos, etc.

Insistimos como tantas veces que es falsa la discusión sobre el porcentaje de error de los test, ya que aún aceptado un error del 15%, eso sería muchísimo menor que el grado de ignorancia que manejamos hoy. El cambiar la definición de caso sospechoso tratando de abarcar a los con síntomas más leves o inespecíficos, no es suficiente y para nosotros es otro error, ya que aún la nueva definición es tardía y restrictiva siempre, pero sobre todo aplicada al personal de salud, muchos de ellos jóvenes, asintomáticos, pero igualmente trasmisores de la enfermedad y con altísimas posibilidades de trasmisión por su ubicación en la cadena epidemiológica.

Por lo tanto insistimos en que, sobran evidencias que la ampliación de testeos es un complemento útil e imprescindible de las otras medidas. Que es vital en el caso de los trabajadores de la Salud donde debe ser realizado en todos y cada uno. Denunciamos que el gobierno sigue retrasando su implementación, buscando distintos tipos de excusas para no implementarlo efectivamente y que esto es criminal, ya que expone a la denominada primera línea a mayores niveles de contagio, enfermedad y muerte. Como siempre dijimos los aplausos no alcanzan. Necesitamos más medidas de protección para enfrentar la pandemia y el testeo masivo es una imprescindible entre ellas.

Gerardo Uceda